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Mostrando las entradas etiquetadas como Arte almohade

La muralla de Sevilla entre los siglos siglos XVII-XIX

Torreón del lienzo de muralla de La Macarena. La primera función y originaria de la muralla, su valor defensivo, deja paso al valor comercial. Sevilla ya no tiene que defenderse de invasores, pero en ella ha surgido un increíble comercio. El valor comercial también está relacionado con las crecidas del Guadalquivir, su presencia suponía un factor aislante y la convertía de este modo en aduana a través de la cual se regula y canaliza el acceso a la ciudad mediante un pago estipulado, un arancel. La muralla también suponía vigilancia y facilitaba el cobro de tributos importantes y de impuestos que se aplicaban a tránsito de personas y mercancías, como el portazgo, alcabala o el cornado de la cerca, que era un tributo especial existente en España para este tipo de construcciones, las murallas. También la muralla suponía una barrera de sanidad, se había convertido finalmente en una barrera sanitaria por medio de la cual era posible el control de enfermedades que podían afect

Las murallas de Sevilla tras la reconquista, siglos XIII-XVI

Lienzo de muralla del Callejón del Agua, lindero con Barrio de Santa Cruz y Jardines de Murillo. Tras la Reconquista de la ciudad por Fernando III el Santo en 1248 se mantuvo la estructura de la muralla. Era usual en España que los sucesivos monarcas juraran los privilegios de la ciudad, cuando tomaban posesión de la misma, en alguna de sus puertas, en las de mayor importancia social o estratégica, como expresión de dominio y de poder. Así es como el 10 de marzo de 1526 prestó el rey Carlos I juramento, haciendo pleito de homenaje a la ciudad en la puerta de la Macarena, cuando llegó a la ciudad para celebrar sus bodas con la futura reina, doña Isabel de Portugal. Durante el reinado de Carlos I tiene lugar una importante remodelación de las entradas públicas o reales de la muralla. Se las integra en el ensanche promovido por el rey emperador en las ciudades y villas, cuya finalidad era facilitar el tránsito de los carruajes. Estas remodelaciones afectan a la Puerta de Carm

Las murallas de Sevilla durante el dominio islámico

Durante el dominio islámico, en el año 844, la ciudad fue arrasada por ordas vikingas que hicieron de las murallas pasto de las llamas. Tras el desastre, el emir Abderramán II, el cuarto emir omeya de Córdoba entre el 822 y el 852, las mandó reconstruir. Abderramán III, tataranieto del anterior y octavo emir independiente entre el 912 y el 929, las volvió a destruir; el primer califa omeya de Córdoba (929-961) las destruye junto con las puertas de acceso a las mismas, en 913, pensando que con ello se evitarían conatos de secesión contra Córdoba, que él mismo había convertido en capital de Al-Ándalus. Más tarde, ya en 1023, Abú al-Qasim, primer rey de taifa de Sevilla entre el 1023 y el 1042, ordena que las levantasen de nuevo para hacerse fuerte frente a las tropas cristianas que pretendían la reconquista de su tierra; así entre los siglos XI y XII se amplían considerablemente las murallas ampliando en el doble el recinto amurallado con el sultán Alí ibn Yúsuf entre los años

Construcción de las murallas de Sevilla durante el imperio romano

  Tuberías dentro de las murallas en las cercanías de los Reales Alcázares Las cercas defensivas de Sevilla  datan de tiempos de Julio César, sobre el  68 y 65 a. C., cuando era cuestor de la ciudad. Se trataba de reemplazar la antigua empalizada cartaginesa hecha de troncos y barro por una nueva edificación  mucho más consistente y segura, como lo exigía su finalidad defensiva. Fueron ampliadas y perfeccionadas durante el imperio de su hijo, César Augusto imperator, y debido al gran crecimiento de la ciudad las murallas se protegieron por torreones ciclópeos. De esta época los restos materiales constructivos sólo son reconocibles por los restos que han quedado presentes entre el material reutilizado en época califal, en el lienzo de muralla muralla del Alcázar Sevillanos.