Ir al contenido principal

Las murallas de Sevilla tras la reconquista, siglos XIII-XVI

File:Muralla calle agua.jpg

Lienzo de muralla del Callejón del Agua, lindero con Barrio de Santa Cruz y Jardines de Murillo.




Tras la Reconquista de la ciudad por Fernando III el Santo en 1248 se mantuvo la estructura de la muralla.

Era usual en España que los sucesivos monarcas juraran los privilegios de la ciudad, cuando tomaban posesión de la misma, en alguna de sus puertas, en las de mayor importancia social o estratégica, como expresión de dominio y de poder. Así es como el 10 de marzo de 1526 prestó el rey Carlos I juramento, haciendo pleito de homenaje a la ciudad en la puerta de la Macarena, cuando llegó a la ciudad para celebrar sus bodas con la futura reina, doña Isabel de Portugal.

Durante el reinado de Carlos I tiene lugar una importante remodelación de las entradas públicas o reales de la muralla. Se las integra en el ensanche promovido por el rey emperador en las ciudades y villas, cuya finalidad era facilitar el tránsito de los carruajes.

Estas remodelaciones afectan a la Puerta de Carmona, Puerta de la Carne Puerta Real, Puerta del Arenal, Postigo del Aceite, -en el que Benvenuto Tortello llevó a cabo obras en 1572-, y al Postigo del Carbón, que se traslada desde el comienzo de la Calle Santander hasta su final. Lo mismo ocurrió con la Puerta de Triana, que originariamente estaba en la Calle Zaragoza, siendo trasladada más al norte en 1585, a la confluencia con la Calle de San Pablo.



525970_Angel Sunglasses

525970_Jewelry General w/ Free Shipping

Entradas populares de este blog

Historia breve de la reina cadáver en el trono de Portugal

El trono de Portugal fue ocupado en el siglo XIV por una reina que fue coronada póstumamente. Inés de Castro fue una gallega noble y poderosa que llegó a Portugal como dama de compañía de su prima Constanza que fuese la futura esposa de Pedro I, heredero del trono de Portugal. Pero Pedro e Inés se enamoraron al verse y se hicieron amantes al poco tiempo. En el año de 1344, el padre de Pedro, el rey Alfonso IV, atento a estos amores, mandó a Inés a Badajoz para alejar a los amantes, pero lejos de separarlos la distancia incrementó la fuerza de este amor. En 1345 Constanza muere tras dar a luz y, entonces, Pedro manda llamar a Inés contra la voluntad de su padre. Los enamorados se instalan en Coimbra para vivir juntos y de esta unión, clandestina, nacen cuatro hijos. Para poder casarse solicitan dispensa papal porque el Derecho Canónico prohíbe las uniones entre primos carnales, necesitan pues un breve papal que dispense esta consanguinidad. Su petición es...

Literatura fenicia

    Misterio, leyenda y realidad envuelven la literatura del pueblo fenicio, pero todo lo que queda son una serie de inscripciones, algunas pocas de las cuales tienen carácter netamente literario, constituyendo alguna narración histórica, poemas, etc., monedas, fragmentos de la Historia de Sanjuniatón y del Tratado de Magón, o la traducción al griego del viaje de Hannón el Navegante y el texto del Poenulus de Plauto. Tuvieron bibliotecas y una rica producción literaria heredera del pasado cananeo, de la que son una parte ínfima las obras redactadas por Filón de Biblos o Menandro de Éfeso.

El evangelio de Cerinto (120-150 d.C.)

Cerinto (aproximadamente 100 d.C.) fue un líder hereje gnóstico, que utilizaba un evangelio alterado para impulsar su teología gnóstica. Su evangelio también era utilizado por el maestro herético, Carpócrates, y aunque el texto está perdido, se dice que era idéntico al Evangelio de los Ebionitas. Los padres de la iglesia primitiva identificaron a Cerinto como hereje porque seguía la ley judía, negando que Dios hubiera hecho el mundo físico, y negando la encarnación de Jesús y que éste fuese Dios encarnado. Irineo incluyó un relato de Cerinto en su obra “Contra las herejías” (sobre 170 d.C.). Cualquier texto que Cerinto pudiera haber usado con sus seguidores, fue aparentemente herético a los ojos de los testigos canónicos. La tradición de la iglesia primitiva dice que Juan el evangelista despreciaba tanto a Cerinto como hereje, que se rehusó a ser visto en la misma casa de baño. Esta misma tradición reporta que Juan escribió el evangelio de Juan para registrar...