Contexto Histórico y Familiar
Berenguela I de Castilla, nacida en Segovia en 1179 o 1180 y fallecida en Burgos el 8 de noviembre de 1246, fue una figura prominente de la nobleza castellana y leonesa. Hija primogénita del rey Alfonso VIII de Castilla y de Leonor de Plantagenet, nieta de Enrique II de Inglaterra y de Leonor de Aquitania, Berenguela estuvo vinculada a importantes casas reales europeas. Su abuela paterna, Berenguela de Barcelona, fue esposa de Alfonso VII de León.
Política Matrimonial y Alianzas
Inicialmente, Berenguela fue prometida a Conrado de Rothenburg, hijo del emperador Federico I Barbarroja, en 1187. Sin embargo, el compromiso se rompió debido a cambios en la sucesión castellana y las dinámicas políticas europeas. Posteriormente, en 1197, Berenguela se casó en Valladolid con Alfonso IX de León, su pariente en tercer grado. De este matrimonio nacieron cinco hijos. No obstante, el Papa Inocencio III anuló la unión en 1204 por razones de consanguinidad, aunque los hijos fueron legitimados.
Regencia y Reinado
Tras la muerte de su padre en 1214, Berenguela asumió la regencia durante la minoría de edad de su hermano Enrique I. Debido a la inestabilidad política y las disputas con la nobleza, especialmente con la casa de Lara, Berenguela cedió la regencia a Álvaro Núñez de Lara para evitar una guerra civil.
Sin embargo, tras la muerte accidental de Enrique I en 1217, Berenguela se convirtió en reina de Castilla, cediendo el trono a su hijo Fernando III, unificando así los derechos sucesorios de Castilla y León.
Consejera y Mediadora
Aunque renunció al título de reina, Berenguela continuó ejerciendo una influencia significativa en la política castellana.
Su intervención en 1218 facilitó la firma del pacto de Toro entre su hijo Fernando III y Alfonso IX, su padre, poniendo fin a las tensiones entre Castilla y León.
Además, concertó matrimonios estratégicos para su familia, como el de su hijo Fernando con Beatriz de Suabia, fortaleciendo las alianzas internacionales.
Últimos Años y Legado
En 1230, tras la muerte de Alfonso IX, Berenguela negoció la Concordia de Benavente, mediante la cual las hijas de Alfonso IX renunciaron al trono leonés, consolidando así la unión definitiva de Castilla y León bajo Fernando III.
Berenguela pasó sus últimos años apoyando a su hijo en la administración del reino y promoviendo la cultura y la religión, supervisando la construcción de catedrales y protegiendo monasterios.
Matrimonio y Descendencia
Berenguela y Alfonso IX tuvieron cinco hijos:
- Leonor (1198-1202), fallecida en la infancia.
- Constanza (1200-1242), monja en el Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas en Burgos.
- Fernando III (1201-1252), rey de Castilla y León.
- Alfonso (1202-1272), señor de Molina y Mesa, casado tres veces.
- Berenguela (1204-1235), casada con Juan de Brienne, rey-regente de Jerusalén.
Berenguela es recordada como una mujer virtuosa y una figura clave en la historia medieval de la península ibérica, destacando por su habilidad política y su influencia duradera en la unificación de Castilla y León.