El círculo de piedras en las planicies de Salisbury, a unos 130 kilómetros al sudoeste de Londres, fue construido en tres fases entre el 3000 y el 1600 aC. Es una de las principales atracciones turísticas con más de 850.000 visitantes al año. Allí se celebra el solsticio de verano donde hay quien presiona la frente contra las piedras para la meditación silenciosa y otros entonan canciones populares.