En 1565 el Cabildo Catedral, es decir, los canónigos de la Catedrald e Sevilla, con su arzobispo al frente, en sede vacante el vicario capitular, acuerdan colocar alrededor del perímetro de la Catedral columnas y cadenas con lo que pretendían evitar el ingreso de caballerías y mercaderes en el tempo o al inmediato pie del mismo. Esto es una protección sobre las ya existentes gradas de la Catedral, pero el uso de cadenas no es sino la expresión de los límites jurisdiccionales eclesiásticos frente a los civiles. Expresión también de los límites para la inmunidad eclesiástica. En el recinto eclesial podían refugiarse delincuentes perseguidos por el brazo secular y la justicia civil no podía hacer nada contra ellos porque estaban pisando suelo eclesiástico. Alrededor del templo mayor de Sevilla hay 157 columnas y una escalinata que llamamos gradas, que vienen a corregir también el terreno, que se eleva hacia el este y desciende hacia el oeste. Algunas de estas columnas fueron traídas