La Torre de los Perdigones formaba parte de un complejo industrial, fue testigo de la primera industrialización de Sevilla y no solo es un bello surtidos de sombra y sueños, como se diría del cipres de Silos, no acaricia el cielo con su lanza, ella no usaba armas blancas sino perdigones; y tiene alguna peculiaridad, como su cámara oscura, que la hace única. La torre pertenecía a la antigua fábrica de Manuel Mata, el empresario que la mandó hacer allá por 1885. La torre tenía su nombre: San Francisco de Paula, pero al nombre propio venció el que le puso el vulgo por los materiales (zinc, balas) y los productos que se fundían en ella, los vecinos de Sevilla determinaron ponerle "La Torre de Los Perdigones". Este emblemático edificio ha sobrevivido a la fábrica en su barrio de La Macarena. Hoy se ha rodeado de bellos jardines donde se puede disfrutar de la placidez y la frescura que aporta la fuente central del entorno, pero no siempre estuvo así. En pleno centro de la c...