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Juana de Avis y Aragón


 

Juana de Avis y Aragón nació en la Quinta do Monte Olivete, Almada, el 20 de marzo de 1439 y falleció en Madrid el 13 de junio de 1475. Era Infanta de Portugal y se convirtió en reina consorte de Castilla. Fue hija póstuma del Rey Eduardo I de Portugal y de la Infanta Leonor de Aragón.

Tras el fallecimiento de Eduardo I, su madre, Leonor, fue nombrada regente por las cortes. No obstante, los nobles del reino, que se oponían a su designación debido a su condición de extranjera, se unieron en torno al infante Pedro, hermano del difunto rey. En las cortes de Lisboa de 1439, Leonor fue destituida de su cargo de regente y se retiró a Castilla junto con su hija Juana.

Juana vivió sus primeros años con su madre en el Monasterio de Santo Domingo el Real, en Toledo. En 1445, Leonor falleció, posiblemente envenenada por orden de Álvaro de Luna, quien estaba en conflicto con el hermano de Leonor, Juan II de Aragón. Tras la muerte de su madre, Juana fue reclamada por su tío Pedro, regente de Portugal, y desde entonces vivió en la corte portuguesa.

En 1455, Juana contrajo matrimonio con su primo, el Rey Enrique IV de Castilla, cuyo matrimonio con Blanca de Aragón había sido declarado nulo recientemente. Tras siete años sin descendencia, Juana dio a luz en 1462 a una niña llamada también Juana (1462-1530).

Los enemigos de Enrique IV lo apodaban "el Impotente", no solo por la falta de hijos con su primera esposa, Blanca de Navarra, sino también debido a su conocida negligencia en cumplir con sus deberes conyugales. Los nobles castellanos opositores al rey insinuaron que la niña era en realidad hija de Beltrán de la Cueva, cercano a Enrique IV, por lo que la llamaron Juana la Beltraneja.

No tanto por la falta de descendencia con su primera esposa, Blanca de Navarra, sino por el reconocimiento público de su negligencia en las obligaciones matrimoniales, surgieron dudas sobre su heterosexualidad. Estas cuestiones han estado siempre en la frontera entre la historia y la leyenda. Los primeros rumores sobre la posible homosexualidad de Enrique IV comenzaron a circular tras el nacimiento de su hija Juana, cuando los nobles castellanos opositores al rey intentaron difundir la idea de que la niña era fruto de una relación con el noble Beltrán de la Cueva, cercano al rey. Debido a esto, Juana fue apodada "Juana la Beltraneja".

En ese contexto, circularon numerosos rumores, incluida la insinuación sobre la homosexualidad del monarca, que se utilizó como herramienta política para desacreditarlo. Algunas fuentes incluso mencionan que el rey habría dejado embarazada a su esposa mediante un inusual método de inseminación artificial con una cánula de oro (per cannam auream). Gregorio Marañón, en su obra "Ensayo biológico sobre Enrique IV de Castilla y su tiempo" (Madrid, 1930), realizó un diagnóstico del rey, describiendo síntomas que podrían corresponder a una displasia eunucoide con reacción acromegálica, lo que en la actualidad se podría asociar a una endocrinopatía, posiblemente un tumor hipofisario. Este análisis sugiere que Enrique IV pudo haber sufrido litiasis renal crónica, impotencia, anomalías penianas e infertilidad, además de ciertas características psico-patológicas.

Posteriormente, su esposo ordenó su reclusión en el castillo de Alaejos, bajo la vigilancia del arzobispo Alonso de Fonseca y Ulloa, quien era señor de las villas de Coca y Alaejos. Durante su confinamiento, Juana mantuvo una relación con el sobrino del arzobispo, el caballero castellano Pedro de Castilla y Fonseca.

A la muerte de Enrique IV el 11 de diciembre de 1474, la reina Juana defendió los derechos sucesorios de su hija, pero murió pocos meses después, el 13 de junio de 1475, a los 36 años.

Juana de Portugal mantuvo una relación amorosa con el caballero castellano Pedro de Castilla y Fonseca, descendiente de Pedro I de Castilla, incluso mientras estaba casada con el rey. Fruto de esta relación nacieron dos hijos gemelos antes de su muerte:

  • Pedro de Castilla y Portugal, también conocido como Pedro Apóstol de Castilla y Portugal (30 de noviembre de 1468 o 1471 - ?), quien se casó en segundas nupcias con Juana de Mendoza.
  • Andrés de Castilla y Portugal, también conocido como Andrés Apóstol de Castilla y Portugal (30 de noviembre de 1468 o 1471 - ?), quien se casó con Mencía de Quiñones.

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