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Ansias de poder+lujuria=Fernando El Católico

 


La Muerte de Fernando "el Católico", las ansias de poder personal, la lujuria y el uso de afrodisíacos son todos sinónimos de una misma cosa.

Fernando II de Aragón, conocido como Fernando "el Católico", murió en circunstancias que han dado pie a numerosas especulaciones históricas. Entre ellas, destaca la teoría de que el monarca falleció debido al abuso de un potente afrodisíaco llamado cantárida, en su afán por engendrar un heredero con su segunda esposa, Germana de Foix. 

Tan enamorado que se le suponía de Isabel I no tardó un año en casarse con una francesa, coja y a la que le llevaba como treinta años.

Este escarabajo mencionado, una vez seco y pulverizado, se utilizaba desde la antigüedad como un vasodilatador, con efectos similares a los que hoy en día se atribuyen a la "viagra". Pero su uso repetido pudo haber tenido graves consecuencias para la salud del rey, desencadenando una serie de complicaciones que culminaron en su muerte.

Tras la muerte de su primera esposa, Isabel "la Católica", probablemente a causa de un cáncer de útero, se ha dicho que posiblemente porque frecuentemente montaba a caballo (la higiene y los conocimientos no eran los  mismos de ahora), Fernando se encontraba en una posición delicada en la Corte castellana. 

El matrimonio de Isabel y Fernando había logrado unir políticamente los reinos de Castilla y Aragón, aunque manteniendo separadas sus instituciones. 

En su testamento, Isabel nombró a Fernando regente de Castilla hasta que su nieto, Carlos (el futuro emperador Carlos V), alcanzara la mayoría de edad, Todo esto en vida de Juana de Castilla, su hija y heredera legítima. 

La falta de apoyo entre la nobleza castellana y la llegada de Felipe "el Hermoso", esposo de Juana muy mal llamada "La Loca", obligaron a Fernando a retirarse a Aragón. La Abuela de Juana era muy sensitiva y tenían incluso visiones, algo que heredara su Hija Isabel, que tenía un carácter fuerte capaz de imponerse a la sensibilidad; y su hija Juana lo heredó también. Los sufrimientos habrían unido la sensitividad con la depresión, por los disgustos del infiel Felipe llamado El Hermoso, de la que la pobre Juana estaba profundamente enamorada, pero ella también era una mujer fuerte, incluso tuvo a su hijo Carlos, sin ayuda, en el retrete mientras se celebraba en Palacio un festejo, allá en tierras alemanas. A Juana se la recluyó por loca para dejar campo libre a su padre y después se sumaría su esposo hasta que muriese, en condiciones sospechosas que apuntaron al envenenamiento por orden de su suegro Fernando "El Católico", algo que desequilibró sin duda aun más a la infeliz Juana, que ya habría padecido lo suyo en la enfermedad de su madre. Varios hechos lúgubres e incluso siniestros se habían acumulado, no es de extrañar que la princesa se viese afectada psicológicamente sin que por eso estuviese loca. Una depresión no es locura, una depresión severa tampoco lo es, la historia no habla de hechos que pudieran atribuirse a enfermedades psicológicas como la esquizofrenia, sin embargo sí habla la historia de las ansias de poder de su padre, que era capaz de hacer cualquier cosa; y de su marido, idem eadem idem además de mujeriego..

En un intento por reforzar su posición política y asegurar la continuidad de la dinastía aragonesa, Fernando se casó en 1505 con Germana de Foix, sobrina del rey francés Luis XII. 

Este matrimonio tenía un claro objetivo y este era engendrar un heredero que pudiera consolidar el poder en Aragón, desvinculándolo así de Castilla.

En su afán por lograr este objetivo, Fernando recurrió a la cantárida, que aunque era conocida por sus efectos afrodisíacos, también conllevaba peligrosas consecuencias para la salud. 

El cronista aragonés Jerónimo Zurita se pronuncia en el sentido de que el rey de Aragón y regente de Castilla, sufrió una grave enfermedad atribuida a un "feo potaje", según dice, que la reina le había dado para potenciar su virilidad.

Fernando falleció a los 63 años, en la localidad extremeña de Madrigalejo, mientras se dirigía al Monasterio de Guadalupe cuando iba a asistir a un capítulo de las ordenes militares Calatrava y Alcántara. 

Se ha sugerido que una dosis elevada del afrodisíaco, tomada la noche anterior, pudo haber provocado la hemorragia cerebral que le causó la muerte. 

Aunque nunca se ha podido demostrar científicamente, sus contemporáneos no dudaron en atribuir su muerte al uso excesivo de cantárida y otros estimulantes, al "feo potaje" que tomaba.

El matrimonio de Fernando con Germana de Foix estuvo cerca de producir un heredero que hubiera cambiado el curso de la historia pues en 1509, la reina dio a luz a un niño llamado Juan, que murió pocas horas después de nacer, evitando así que los reinos de Castilla y Aragón se desvincularan. 

Los historiadores a lo largo de los años no han prestado mucha atención ni a Germana ni a su descendiente, tal vez viendo a Germana como una especie de traición a la difunta reina Isabel, que fuera el gran pilar de España.

Sin otros hijos, Fernando dejó todas sus posesiones a su hija Juana, ahora sí parecía que podía reinar y tener posesiones, había podido siempre, pero no había interesado al rey, pero determinaron que Juana era incapaz de reinar debido a su frágil salud mental, así que la convencieron y cedió la Corona de Aragón a su hijo, Carlos de Gante, el futuro Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

Finalmente, el uso de la cantárida como afrodisíaco fue cayendo en desuso debido a sus efectos secundarios adversos, incluidos numerosos envenenamientos. Sin embargo, su legado en la historia de Fernando "el Católico" permanece como un ejemplo de los riesgos que los poderosos estaban dispuestos a asumir por asegurar su poder personal, en el caso de Fernando ni siquiera su linaje sino su ambición personal.

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