Nació en Isernia en 1215 y su nombre de cuna era Pietro Angeleri di Murrone, pero en el ocaso de su vida se convertiría en el Papa Celestino V, murió en la torre del castillo de Fumone 19 de mayo de 1296, preso de su sucesor Bonifacio VIII. En 1232 ingresa en el benedictino monasterio de Santa Maria di Faifoli y su inclinación al ascetismo le lleva al eremitismo en 1239 confinandose en una cueva del monte Morrone, allí permaneció cinco años. Funda la orden de los Celestinos, de vida contemplativa en clausura y lleva una vida propia de las costumbres cátaras, llegando a vestir humilde y áspera túnica con una cadena a la cintura, imitando el aspecto de Juan el Bautista. Su nombramiento cono Papa fue atípico, la decisión fue tomada en su ausencia y hubo de personarse una comisión en el lugar donde residía Celestino V, al efecto de comunicarle su nombramiento. Su reticencia a ocupar la sede pontificia, le hizo rehuir varias veces este hecho y a