
San Cayetano fue un noble vicentino del que no tenemos certezas sobre la fecha de su nacimiento. Nace en la familia de los Condes de Thiene y es el último de los tres hijos de Gasparo di Thiene, Conde de Thiene que fue militar y murió en 1492; y su esposa, la condesa Maria da Porto, que al enviuar se convertiría en terciaria dominica.
Le pusieron Gaetano por un tío recién fallecido, canónigo docente de Derecho en la Universidad de Padua, y que había nacido en pintoresco pueblo costero, a 70 km al sudeste de Roma llamado Gaeta.
Gaetano estudia leyes en la Universidad de Padua. A los 25 años de edad, ya en 1506, es nombrado, gracias a las relaciones familiares, protonotario apostólico en sede papal de Julio II, en Roma. Desde donde ayudaría a reconciliar la Santa Sede con la República de Venecia.
Se retira de la vida cortesana y funda una sociedad de sacerdotes y prelados en 1513 y fundó, el Oratorio del Amor Divino; y dos años después es ordenado sacerdote a sus 35. Trabajaría como confesor y, en 1522, de nuevo vuelve a Vicenza.
Es el fundador en Venecia fundó del Ospedale degli Incurabili, hospital para enfermos incurables; y un luchador incansable contra la Reforma Protestante en la que Lutero se empeñó en la lucha contra el comercio de indulgencias. Gaetano estaba convencido de que la Iglesia necesitaba servir a los más pobres y luchar contra la Reforma Protestante.
En el año 1524 fundó una nueva orden religiosa de clérigos regulares pata renovar el espíritu y la labor misionera de los sacerdotes, los Teatinos, junto con el obispo Juan Pedro Caraffa, que más tarde sería el papa Pablo IV; y se les suma Bonifacio dei Colli y también Paulo Consiglieri. La Orden obtiene la aprobación del Papa Clemente VII el 24 de junio de 1524 y sería confirmada definitivamente el año 1532.
Estatua de S. Cayetano esculpida por Pedro Alonso de los Ríos, en Madrid.
En Venecia se asoció con Jerónimo Emiliani, un miembro de su asociación Amor Divino, noble veneciano que tras una juventud aventurera decide dedicarse firmemente a los pobres, ya contaba con la experiencia de su trabjo en el Hospital de los Incurables; y, entre ambos, fundan hacia 1531 otra orden de clérigos regulares, los Padres Somascos.
Gaetano tenía un especial carisma que le permitía sortear penurias mientras jugaba con los parroquianos varones apostandose el rezo de oraciones, velas devocionales, rosarios de madera, o servicios y trabajos manuales en la iglesia; hasta que siendo el superior de su orden, muere en Nápoles y allí se encuentran sus reliquias, en la iglesia de Santo Paolo.
Foto: La Razón.es
En Madrid las fachadas han sido engalanadas y de ellas
cuelgan faroles, guirnaldas y mantones multicolores, y los más castizos
ya han recogido del tinte sus trajes de chulapos y chulapas para
lucirlos en los paseos y bailes de verbena.
El Papa Francisco apareció en pantalla gigante en
medio de la vigilia de los fieles previa a la apertura del santuario de
San Cayetano en el porteño barrio de Liniers y conmovió a todos.
En el inicio del mensaje, el pontífice expresa: "Como
todos los años, después de recorrer la cola hablo con ustedes. Tal vez
la cola la recorrí con el corazón. Estoy un poquito lejos. No puedo
compartir con ustedes este momento tan lindo, en el que ustedes están
caminando hacia la imagen de San Cayetano".
"El lema elegido por ustedes habla de otro encuentro, dice Con Jesús y San Cayetano vayamos al encuentro de los más necesitados", añadió a continuación.
El Papa Francisco expresó que ese lema "habla del encuentro de las personas que necesitan más, de aquéllos que necesitan que les demos una mano, que los miremos con cariño, que compartamos su dolor o sus ansiedades, sus problemas".
"Lo importante no es mirar desde lejos o ayudarlo desde lejos, sino ir al encuentro. Eso es lo cristiano, lo que nos enseña Jesús. Ir al encuentro de los más necesitados. Como Jesús que iba siempre al encuentro de la gente. Él iba a encontrarlos".
Tras comentar que al dar limosna hay que mirar a los ojos y tocar la mano de quien la recibe, porque si no no hay encuentro con esa persona, enfatizó: "Necesitamos saber encontrarnos, necesitamos edificar, crear, construir una cultura del encuentro".
A continuación reflexionó que "hay tanto desencuentro. Líos en la familia, siempre; líos en el barrio; líos en el trabajo; líos en todos lados. Y los desencuentros no ayudan. La cultura del encuentro. Salir a encontrarnos".
"Y el lema dice `Encontrarnos con los más necesitados` -siguió-, es decir con aquéllos que necesitan más que yo; con aquéllos que están pasando un mal momento, peor que el que estoy pasando yo. Siempre hay alguien que la pasa peor".
Al respecto, Francisco, manifestó: "Entonces yo pienso, estoy pasando un mal momento. Vengo a la cola a encontrarme con San Cayetano y con Jesús, y después salgo a encontrarme con los demás, porque siempre hay alguien que la pasa peor. Con ésos es con quien nos debemos encontrar".
El Pontífice agradeció a todos la presencia y dijo que "solamente les pido una cosa: Que se encuentren, busquen y encuentren al que más necesita, pero solos no, con Jesús y con San Cayetano".
"¿Voy a convencer a otro que se haga católico?", preguntó a continuación y respondió "no, no; vas a encontrarlo, es tu hermano, eso basta. Con eso lo vas a ayudar; lo demás lo hace Jesús, lo hace el Espíritu Santo".
Más adelante, expresó: "Ojalá Jesús te vaya marcando el camino para encontrarte con quien necesita más. Tu corazón, cuando te encuentres con aquél que más necesita, se va a empezar a agrandar, agrandar, agrandar, porque el encuentro multiplica la capacidad del amor, agranda el corazón".
"Que Dios te bendiga y que termines bien el día de San Cayetano", dijo a los fieles al finalizar, y agregó, "y por favor no te olvides de rezar por mí. Gracias".
"El lema elegido por ustedes habla de otro encuentro, dice Con Jesús y San Cayetano vayamos al encuentro de los más necesitados", añadió a continuación.
El Papa Francisco expresó que ese lema "habla del encuentro de las personas que necesitan más, de aquéllos que necesitan que les demos una mano, que los miremos con cariño, que compartamos su dolor o sus ansiedades, sus problemas".
"Lo importante no es mirar desde lejos o ayudarlo desde lejos, sino ir al encuentro. Eso es lo cristiano, lo que nos enseña Jesús. Ir al encuentro de los más necesitados. Como Jesús que iba siempre al encuentro de la gente. Él iba a encontrarlos".
Tras comentar que al dar limosna hay que mirar a los ojos y tocar la mano de quien la recibe, porque si no no hay encuentro con esa persona, enfatizó: "Necesitamos saber encontrarnos, necesitamos edificar, crear, construir una cultura del encuentro".
A continuación reflexionó que "hay tanto desencuentro. Líos en la familia, siempre; líos en el barrio; líos en el trabajo; líos en todos lados. Y los desencuentros no ayudan. La cultura del encuentro. Salir a encontrarnos".
"Y el lema dice `Encontrarnos con los más necesitados` -siguió-, es decir con aquéllos que necesitan más que yo; con aquéllos que están pasando un mal momento, peor que el que estoy pasando yo. Siempre hay alguien que la pasa peor".
Al respecto, Francisco, manifestó: "Entonces yo pienso, estoy pasando un mal momento. Vengo a la cola a encontrarme con San Cayetano y con Jesús, y después salgo a encontrarme con los demás, porque siempre hay alguien que la pasa peor. Con ésos es con quien nos debemos encontrar".
El Pontífice agradeció a todos la presencia y dijo que "solamente les pido una cosa: Que se encuentren, busquen y encuentren al que más necesita, pero solos no, con Jesús y con San Cayetano".
"¿Voy a convencer a otro que se haga católico?", preguntó a continuación y respondió "no, no; vas a encontrarlo, es tu hermano, eso basta. Con eso lo vas a ayudar; lo demás lo hace Jesús, lo hace el Espíritu Santo".
Más adelante, expresó: "Ojalá Jesús te vaya marcando el camino para encontrarte con quien necesita más. Tu corazón, cuando te encuentres con aquél que más necesita, se va a empezar a agrandar, agrandar, agrandar, porque el encuentro multiplica la capacidad del amor, agranda el corazón".
"Que Dios te bendiga y que termines bien el día de San Cayetano", dijo a los fieles al finalizar, y agregó, "y por favor no te olvides de rezar por mí. Gracias".
Fuente: Terra