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El Templo de Luxor

El templo de Lúxor se debe fundamentalmente a la obra de dos faraones, grandes constructores, Amenhotep III y Ramsés II. El primero construyó la parte interior y Ramsés II el recinto exterior. Otros numerosos soberanos, entre los cuales, Tut Anj Amón, Hur Móheb y Alejandro Magno, contribuyeron a enriquecerlo con relieves, inscripciones y edificios menores. 

Este templo mantuvo su estructura original hasta el reinado de Ramsés II, quien lo amplió mediante la construcción de un gran patio y de un pilono sobre un nuevo eje que se orientaba hacia el Este, para alinearse con el templo principal de Amón en Karnak, y con las tres capillas de las barcas sagradas.
Más tarde, durante el Periodo tardío, el faraón Shabaka construyó un gran pabellón con columnas delante del pilono de Ramsés II y, aproximadamente 300 años después, Nectanebo I se encargaría de construir un patio ubicado también delante del mencionado pilono y de embellecer la avenida procesional del templo con centenares de esfinges con cabeza humana (la llamada la avenida de las esfinges o el dromos).
 

La longitud total del templo es de 260 metros. Estaba dedicado a Amón y se llamaba Ípet Resit, lugar meridional de retiro. De hecho la función principal de este templo era la procesión que una vez al año, durante el comienzo de la siembra, se celebraba y en la que la imagen de Amón salía de su recinto de Kárnak para visitar el templo de Lúxor.



 
 
El pilono construido por Ramsés II relata la batalla de Kadesh, librada por el faraón contra los hititas. En la decoración se incluye el poema de Pentaur que glorifica el valor del faraón en la batalla.
Frente a este pilono se encontraban dos obeliscos, de los cuales uno fue trasladado a la plaza de la Concordia en París en el año 1833, como regalo de Mohamed Alí. El otro, de unos 25 metros de altura, se encuentra actualmente en su emplazamiento original. El obelisco está decorado con una escena en la que aparece Ramsés II rindiendo homenaje a Amón, el que otorga la victoria, y tres franjas de jeroglíficos en las que se describe el protocolo real junto a una fórmula de alabanza a las construcciones y las victorias del faraón.
 

En la entrada están las famosas estatuas sedentes de Ramsés II decoradas con imágenes de prisioneros que representan a los pueblos conquistados por Egipto. La reina Nefertari aparece a cada lado del trono. Las estatuas son de granito gris con una altura que supera los 15 metros. Originalmente existían cuatro estatuas más, realizadas en granito rosa de las que actualmente sólo queda una que representa a Meritamón, la hija de Ramsés II.
 

El peristilo, de 55 metros de longitud, fue añadido por Ramsés II y actualmente representa el primer patio. Está compuesto por 74 columnas papiriformes que muestran al faraón con distintas representaciones divinas. Las columnas están colocadas en dos hileras alrededor del patio. A la derecha se encuentra un santuario formado por tres capillas dedicadas a Amón (la central), Mut (la izquierda) y Jonsu (la derecha). Construidas por Hatshepsut y Tutmosis III y vueltas a decorar por Ramsés II, servían como depósito de las barcas sagradas. 


 
 
La decoración interior del patio escenifica una procesión que personifica los distritos mineros que portan ofrendas a Amón, un sacrificio de Ramsés II a un atributo divino, representado por una dama, la inauguración de la entrada monumental en la que aparecen los hijos del faraón y ceremonias religiosas. Hay además una inscripción con diseño arquitectónico, como maqueta, que refleja las partes del templo construidas por Ramsés II. Los egipcios diseñaban previamente la futura construcción.
 

La siguiente estancia está formada por la columnata procesional de Amenhotep III, formada por 14 columnas, de 16 metros de altura, dispuestas en dos filas. En las columnas están grabados los cartuchos de Amenhotep III, Hur Móheb, Seti I y Ramsés II. Esta columnata, en su época fue la antesala del templo de Amenhotep III y, según algunos autores, constituyó el prototipo para la gran sala hipóstila del Templo de Kárnak.
 

Las obras de este templo quedaron interrumpidas durante el reinado de Ajenatón, sucesor de Amenofis III, que procuró disminuir el poder del clero de Amón. Debido a ello, la columnata permaneció inconclusa y sin decoración alguna hasta la subida al poder de Tutankamón, faraón que retomó de una manera oficial la glorificación de Amón en Tebas.
 

La estancia mide 52x20 metros y la entrada está flanqueada por otros dos colosos sedentes de Ramsés II. Situadas en el lado sur se encuentran dos estatuas dobles de Amón y Mut. La decoración de los muros es obra de Tut Anj Amón y Hur Móheb y sus relieves relatan la fiesta de Ópet, mostrando la procesión de barcos desde Karnak y el viaje de regreso a través de la avenida de las esfinges.
A continuación se encuentra el patio peristilo de Amenhotep III. El interior del patio está rodeado en tres de sus lados por dos hileras de columnas con capiteles papiriformes cerrados. El patio se comunicaba con la columnata por una escalera, al estar más elevado que aquella. El cuarto lado del patio está unido a la sala hipóstila que representa la primera estancia interior del templo. Originalmente la sala se encontraba techada. Cuenta con 32 columnas con capiteles papiriformes cerrados, dispuestas en 4 filas de 8 columnas cada una. Las imágenes de los neterú, que aparecen en la decoración, fueron restauradas durante la XIX dinastía.

 
 
De la sala hipóstila se accede a cuatro estancias o antecámaras con habitaciones auxiliares. Estas estancias son: el vestíbulo, la sala de ofrendas, la estancia del nacimiento y el santuario.
 

El vestíbulo está decorado con imágenes de emperadores romanos superpuestas sobre los originales relieves egipcios. La sala tiene tres habitaciones auxiliares consagradas a Mut, Jonsu y Amón-Min.
 

La sala de ofrendas está decorada con imágenes religiosas en honor de Amón y Min. Consta de un santuario realizado por Amenhotep III. En esta estancia Alejandro Magno, que aparece representado ante Amón, construyó un depósito de barcas. En el lado oeste de la sala se encuentra la estancia del nacimiento con tres columnas fasciculadas y decoradas con relieves que describen el nacimiento divino de Amenhotep III, como resultado de la unión de Amón con su madre Mutemuia. En las imágenes se lee la concepción, el embarazo y el nacimiento. A continuación hay una sala que hacía las veces de vestíbulo a la última habitación, el santuario construido por Amenhotep III y decorado con escenas del faraón introducido por Horus y Atum en presencia de Amón y el rey ante Amón. En el zócalo aparece una inscripción de Amenhotep III sobre la construcción del templo.
 

Se desconoce lo que acaecía en el interior del templo durante esos 11 o 22 días que duraba el Ópet. 

Algunos autores se decantan por la posibilidad de que el faraón y la gran esposa real desempeñaban como una especie de drama, interpretando los papeles de Amón y de Mut, a través de la realización de actos de unión carnal en el interior del templo con finalidad mágica, revitalizadora de todas las fuerzas que confluían en la esencia del mundo y hacían invocaciones para que la sangre fuese poderosa y la tierra fértil.
 

Tras la conquista de Egipto por los macedonios, la capilla de la barca central, fue totalmente restaurada en nombre de Alejandro Magno y cuando el país se convirtió en provincia romana en el siglo I a. de C., en el templo se estableció el culto al emperador, modificando y añadiendo nuevos elementos.
 

Posteriormente, durante los siglos IV, V y VI d. de C., todo el conjunto del templo fue incorporado a un campamento militar romano. Tras la conversión de Roma al Cristianismo y ya durante el periodo bizantino, se construyeron varias iglesias dentro del recinto del templo y en sus alrededores. En el siglo VI se erigió una de esas iglesias en el patio que mandó construir Ramsés II, sobre la que, en el siglo XIII se construyó la Mezquita de Abu Al Haggag, que en la actualidad continúa ejerciendo sus funciones.
 

Después de la columnata nos encontramos con el gran patio solar de Amenhotep III, cuya decoración se prolongó hasta la época de Alejandro Magno. Este gran patio se une a la sala hipóstila del templo, formada por cuatro hileras de columnas papiriformes. Esta sala da paso a un pórtico con ocho columnas de dimensiones más reducidas desde la que, originalmente, se accedía a la zona interior del templo, pero que fue transformada en una capilla dedicada al culto imperial por la legión romana que se instaló en Lúxor. Dicha sala está flanqueada por unas capillas dedicadas a Mut y a Jonsu y da paso a una sala de ofrendas y a un sagrario en forma de una gran capilla para la barca. En tiempos de Amenhotep III, era una sala cuadrada de grandes dimensiones, pero la capilla que hoy en día se puede contemplar fue erigida por Alejandro Magno, el cual aparece representado en sus muros con todos los arreos del faraón mientras realiza ofrendas a Amón. Detrás de la capilla de la barca están las cámaras interiores del templo de Amenhotep III, entre ellas y en el centro el sancta sanctorum original que alberga el pedestal del bloque de piedra en el que descansaba la imagen de Amón.




Las dependencias que lo rodeaban formaban el conjunto de cámaras privadas o de retiro personal, las cuales le daban el nombre a este templo:” Ópet" (retiro, harén). Esta zona formaba una especie de templo dentro del mismo templo. Las diferentes cámaras se distribuyen alrededor de una pequeña sala compuesta por doce pilares, que, posiblemente simbolizaban las horas del día, ya que en sus muros este y oeste se representan las barcas del sol, una diurna y otra nocturna. Estas dependencias del templo estaban situadas sobre un pequeño cerro considerado como el emplazamiento que originó la creación (el monte primigenio). A la derecha de la capilla de la barca, está la sala del nacimiento, en cuyo muro oeste está representado el nacimiento de Amenhotep III y su posterior presentación ante los neterú y su amamantamiento.
 

Un texto contemporáneo a Tutmosis IV nos narra como alcanzó el trono: un día estaba cazando fieras en el desierto de las pirámides; cansado de su ajetreada labor, decidió sestear entre las patas de la esfinge de Guiza donde tuvo un sueño: Ra Hur Ajti se le apareció prometiéndole la realeza si le quitaba la arena a su estatua. Tutmosis accedió y fue elevado a la realeza. Este documento nos indica los deseos del faraón de justificar su ascenso al trono, al que no estaba destinado por nacimiento ya que no sería su primogénito.
Durante los ocho años de reinado, Tutmosis IV continua la labor emprendida por su abuelo Tutmosis III y su padre Amenofis II. Como sus antecesores, dedicó algunos esfuerzos en erradicar las revueltas asiáticas, siendo el tratado firmado con los mitanios el episodio más importante de su reinado, sellada con la entrega de una princesa mitania, como esposa, al faraón. Algunos especialistas piensan que esta princesa sería Mutemuia, la madre de Amenofis III. El objetivo de este tratado es consolidar una alianza de carácter defensivo contra el poder hitita.
 

La madre de Amenhotep III no era de sangre real ni egipcia y su hijo al reinar sobre el país sintió la necesidad de legitimar su reinado, por eso representó su nacimiento divino, como hijo de Amón. Luego, Ajenatón realizó su reforma religiosa deseando liberarse del todopoderoso clero de Amón, el Invisible y establecer una misma religión, pero casi sin clero y una representación divina, Atón, el Evidente, el Aparente en todas las cosas, que pudiera ser adoptada por todos los pueblos.

Amón, sentado sobre un banco, toma las manos de la reina Mutemuia, madre del faraón Amenhotep III. Bajo la pareja, las damas Selkit y Neit, inconfundibles gracias al escorpión y las flechas cruzadas que adornan sus tocados, parecen sostener ese encuentro entre sus delicados brazos. La columna de la derecha es la más reveladora. Recoge ciertas palabras pronunciadas por Amón en lo que parece ser un encuentro íntimo con la reina de Egipto. Él la encontró descansando en la privacidad del palacio. Ella se despertó por el perfume del néter. Él le sonrió mientras iba hacia ella. La poseyó y le hizo ver su forma divina".

 
 
Todavía, aunque muy difícilmente, se puede observar la escena de la concepción de Amenhotep III, en el Mamisi, o sala de nacimiento, a la izquierda del Santuario del Templo. Más de 1500 años después, Alejandro Magno hizo representarse como faraón de Egipto, ante Amón, sobre las paredes de las salas contiguas. Los romanos también erigieron un altar para los emperadores y pintaron los senadores sobre las paredes anteriores al Santo Santuario.
 

El vestíbulo (14) está decorado con imágenes de emperadores romanos superpuestas sobre los originales relieves egipcios. La sala tiene tres habitaciones auxiliares consagradas a Mut (11), Jonsu (12) y Amón-Min (13).
 

La sala de ofrendas (16) está decorada con imágenes religiosas en honor de Amón y Min. Consta de un santuario realizado por Amenhotep III. En esta estancia Alejandro Magno, que aparece representado ante Amón, construyó un depósito de barcas (17). En el lado oeste de la sala se encuentra la estancia del nacimiento (15) con tres columnas fasciculadas y decorada con relieves que describen el nacimiento divino de Amenhotep III, como resultado de la unión de Amón con su madre Mutemuia. En las imágenes se lee la concepción, el embarazo y el nacimiento. A continuación hay una sala que hacía las veces de vestíbulo (18) a la última habitación, el santuario (19) construido por Amenhotep III y decorado con escenas del faraón introducido por Horus y Atum en presencia de Amón y el rey ante Amón. En el zócalo aparece una inscripción de Amenhotep III sobre la construcción del templo. Así como también una colección de treinta cartuchos con los nombres de las provincias egipcias, quince a cada lado, los del norte y los del sur.

1.- Avenida de las esfinges 2.- Capilla de Serapis 3.- Capilla de Hathor 4.- Obelisco de Ramsés II y estatuas sedentes 5.- Pilono de Ramsés II 6.- Capillas de Amón, Mut y Jonsu 7.- Primer patio (Ramsés II) 8.- Columnata procesional (Amenhotep III) 9.- Atrio (Amenhotep III) 10.- Sala hipóstila 11.- Sala de Mut 12.- Sala de Jonsu 13.- Sala de Amón-Min 14.- Santuario romano 15.- Cámara del nacimiento (Amenhotep III) 16.- Sala de ofrendas 17.- Santuario de la barca (Alejandro Magno) 18.- Vestíbulo 19.- Santuario (Amenhotep III)

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