A ver si vamos terminando con el amarillismo histórico, para cerrar herridas hay que limpiarlas bien antes, si no se produce infección y es lo que hay en lo politico social en España
España es un país en el que perder y ganar tiene demasiada importancia y el diálogo, el consenso, parece que no existe; el maniqueismo está instalado en los genes de los españoles y difícilmente se concede culto a otros conceptos como razón, verdad, olvido, perdón. Es lo que sucede con el tema Guerra Civil Española, que no terminó en el 39 del siglo XX sino que sigue activa a día de hoy y estamos en pleno siglo XXI ya.
La documentación histórica habla, el historiador no tiene que interpretar, ni dejarse llevar por ninguna corriente ni por la falsa monea. El historiador que lo es, sirve a la verdad y es artífice de la memoria de la civilización.
Pero con demasiada frecuencia, aquí a lo que tiene importancia, se le niega y a lo que no la tiene, se la da. Digo yo que esto obedecerá a una sublimación de un profundo complejo de inferioridad de algunos que no son capaces de aceptar los hechos como son y manipulan y tergiversan como si el mundo pudieran hacerlo ellos a su gusto; y no solo eso, sino que se creen capaces de reescribir la historia. Y la historia no se reescribe, sino que se descubre y se ofrece escrita o en audiovisual para que se conozca. Tal es la misión del historiador, servir a la historia, a la memoria de la civilización.
El amarillismo se alía con la incultura y el borreguispo para hacer todo lo demás...