Subir a la Giralda es todo un poema, quien tenga vértigo que se abstenga; y que sepa que para ver las maravillosas vistas que ofrece de la ciudad de Sevilla, para consolar su vértigo puede agacharse y sentirse así más protegido. El interior de la Giralda no es el de una torre al uso cristiano, estaba pensada para que el almuédano, que era el encargado de convocar a los musulmanes a la oración pudiera subir a caballo, por lo cual, la Giralda carece de escaleras, el sistema de ascenso es mediante rampas, en un total de 35. Quien quiera ver el Giraldillo de cerca, puede ver una reproducción exacta de la escultura original en bronce, a la entrada de la Catedral por la Puerta de San Cristóbal, también llamada del Príncipe, de estilo gótico florido, llamada así porque es la puerta por la que entraban los príncipes, los reyes, la realeza en la historia, procedentes del Alcázar, que es la residencia real oficial cuando la Corte está en Sevilla. En el cuerpo que la cri...