Las menciones bíblicas de Tharsis (Isaías 60; Salmo 72,10) y las últimas aclaraciones del Vaticano al respecto en el libro 'La Infancia de Jesús' de Benedicto XVI, impulsan este nuevo proyecto donde el pueblo de Tharsis desea dar a conocer sus minas e historia a través de esta recreación dirigida a los más pequeños.
PERO
LA ARQUEOLOGÍA ES LA QUE MANDA. THARSIS ES TARTESOS Y
TARTESOS ESTÁ EN EL ALJARAFE SEVILLANO, CERCANO A COCA DE LA PIÑERA Y
A CASTILLEJA DE LA CUESTA, EN EL CARAMBOLO. ES ALLÍ DONDE SE ENCONTRÓ
EL MARAVILLOSO TESOS DEL CARAMBOLO QUE CONFIRMA UN
PODER FUERTE EN SEVILLA.
NO HAY QUE CONFUNDIR CON QUE A UN POBLADO MINERO SE LE PONGA EL
NOMBRE DE THARSIS CON QUE SEA LA THARSIS-TARTESOS BÍBLICA.
En este antiguo mapa se puede vislumbrar una hipótesis de localización, atendiendo a las informaciones de Avieno y Estrabón, en la zona del río al sur de Sevilla, donde se aprecian “tres bocas de río”, actualmente zona marismeña inundada rica por sus arrozales, aproximadamente encuadrada entre Lebrija y Villafranco del Guadalquivir. Practicamente sería imposible encontrarla en este lugar inhóspito y amplísimo, si es que está alli debajo.
Tartessos o Tartéside (griego: Τάρτησσος, latín: Tartessus) fue el nombre por el que los griegos conocían a la que creyeron primera civilización de Occidente. Posible heredera del Bronce final atlántico, supuestamente se desarrolló en el triángulo formado por las actuales provincias de Sevilla mayoritariamente, y parte de las de Huelva y Cádiz, en la costa suroeste de la península Ibérica, influyendo sobre las tierras del interior y el Algarve portugués. Se presume que tuvo por eje el río Tartessos, que los romanos llamaron luego Betis (antes Oleum flumen = río de aceite) y los árabes Guadalquivir (que significa río grande).
A 3 km de Sevilla, unos pequeños cerros a los que llaman carambolos
se elevan unos cien metros sobre
las aguas del Guadalquivir. En uno de ellos, en el término municipal
de Camas, se encuentra La Real Sociedad de Tiro de Pichón de Sevilla.
Esta entidad, que adquirió el terreno en 1940 con la
idea de ubicarse físicamente allí, había iniciado unas obras para
ampliar sus instalaciones, con motivo de un torneo internacional que
tenía previsto celebrarse.
La leyenda de que existía un tesoro en el lugar ya venía de antiguo, pero hasta el momento había sido sólo una
leyenda.
Al
arquitecto que dirigía las obras no le convencía que unas ventanas que
darían a una futura terraza en
construcción, pudieran quedar casi al mismo nivel que ésta, ante lo
cual y antes que se colocara el pavimento mandó excavar para que se
profundizara unos 15 cm más. El 30 de septiembre de 1958,
Alonso Hinojos del Pino, uno de los obreros, encontró casi en la
superficie un brazalete de oro de 24 quilates y de incalculable valor
arqueológico.
Al
observar que al brazalete le faltaba un adorno siguieron excavando en
la búsqueda del resto. Seguidamente
encontraron un recipiente de barro cocido conteniendo muchas otras
piezas. Al principio no se le dio al hallazgo demasiada importancia
pensando que eran imitaciones de joyas antiguas, de latón o
cobre y se las repartieron entre los trabajadores que habían
intervenido.
Uno de los trabajadores, para demostrar que no podían ser de oro, dobló repetidamente una de las piezas hasta
llegar a romperla, con lo que quedó dañado el conjunto para siempre en uno de sus elementos con forma de piel de toro.
La sensatez y el temor de posteriores responsabilidades, aconsejaron a los obreros a entregar las joyas
encontradas; y fue así como la leyenda comenzaba a dejar de serlo para convertirse en realidad.
La directiva del Tiro de Pichón
buscó la intervención de una de las máximas autoridades en
investigaciones tartésicas, el arqueólogo y catedrático don Juan de
Mata Carriazo y Arroquia. El profesor Carriazo realizó un minucioso
examen del tesoro y presentó informe.
“El
tesoro está formado por 21 piezas de oro de 24 quilates, con un peso
total de 2.950 gramos. Joyas
profusamente decoradas, con un arte fastuoso, a la vez delicado y
bárbaro, con muy notable unidad de estilo y un estado de conservación
satisfactorio, salvo algunas violencias ocurridas en el
momento del hallazgo”
El
profesor Carriazo estableció que estas piezas pertenecían, fijando un
amplio margen de error, a un período
comprendido entre los siglos VIII y III antes de Cristo, agregando:”
Un tesoro digno de Argantonio”, legendario rey de Tartessos.
Argantonios y diosa fenicia Astarté
Reconstrucción de cómo serían utilizadas las piezas.
Este valiosísimo tesoro que muestra un exquisito trabajo de orfebrería fenicia hoy puede verse en el Museo
Arqueológico de Sevilla.
Diversas
técnicas fueron empleadas en su ejecución: fundido a la cera perdida,
laminado, troquelado y soldado.
Algunos elementos, debido a las concavidades que presentan, tuvieron
que llevar incrustaciones de turquesas, piedras semipreciosas o de
origen vítreo.
Una de las joyas más destacadas, que presenta una decoración floral bastante distinta del resto del tesoro,
consiste en una cadena doble con cierre decorado, de la que penden siete de los ocho sellos giratorios originales.
Estos
sellos, que en su origen podrían haber servido para marcar propiedades,
sellar contratos, o acreditar un
control administrativo, se clasifican como correspondientes a la
época tartésica orientalizante y se cree que podían haber dejado de
tener su función original como sellos y haberse convertido
posteriormente en mera joya de adorno.
Isaías 60:1-6; Salmos 72:1-7; Salmos 72:10-14; Efesios 3:1-12; Mateo 2:1-12 (La Biblia de las Américas)
Isaías 60:1-6
1 Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz y la
gloria del SEÑOR ha amanecido sobre ti. 2 Porque he aquí, tinieblas cubrirán la tierra y densa oscuridad los pueblos; pero sobre ti
amanecerá el SEÑOR, y sobre ti aparecerá su gloria. 3 Y acudirán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu
amanecer. 4 Levanta tus ojos en derredor y mira: todos se reúnen, vienen a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas
en brazos. 5 Entonces lo verás y resplandecerás, y se estremecerá y se regocijará tu corazón, porque vendrá sobre ti la abundancia del
mar, las riquezas de las naciones vendrán a ti. 6 Una multitud de camellos te cubrirá, camellos jóvenes de Madián y de Efa; todos
ellos vendrán de Sabá, traerán oro e incienso, y traerán buenas nuevas de las alabanzas del SEÑOR.
1 Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo
del rey. 2 Juzgue él a tu pueblo con justicia, y a tus afligidos con equidad. 3 Traigan paz los montes al pueblo, y justicia los collados. 4 Haga él justicia a los afligidos del pueblo, salve
a los hijos de los pobres, y aplaste al opresor. 5 Que te teman mientras duren el sol y la luna, por todas las generaciones.
6 Descienda él como la lluvia sobre la hierba cortada, como aguaceros que riegan la tierra. 7 Florezca la justicia en sus días, y abundancia de paz hasta que no haya luna.
10 Los reyes de Tarsis y de las islas traigan presentes;
los reyes de Sabá y de Seba ofrezcan tributo; 11 y póstrense ante él todos los reyes de la tierra; sírvanle todas las
naciones. 12 Porque él librará al necesitado cuando clame, también al afligido y al que no tiene quien le auxilie.
13 Tendrá compasión del pobre y del necesitado, y la vida de los necesitados salvará. 14 Rescatará su vida de la opresión y de la violencia, y su sangre será preciosa ante sus ojos.
1 Por esta causa yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús
por amor de vosotros los gentiles 2 (si en verdad habéis oído de la dispensación de la gracia de Dios que me fue dada para
vosotros; 3 que por revelación me fue dado a conocer el misterio, tal como antes os escribí brevemente. 4 En vista de lo cual, leyendo, podréis comprender mi discernimiento del misterio de Cristo, 5
que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los
hombres, como ahora ha sido revelado a sus santos apóstoles y profetas
por el Espíritu; 6
a saber, que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo,
participando igualmente de la promesa en Cristo Jesús mediante el
evangelio, 7 del cual fui hecho ministro, conforme al don de la gracia de Dios que se me ha concedido según la eficacia de su
poder. 8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia: anunciar a los gentiles las
inescrutables riquezas de Cristo, 9 y sacar a luz cuál es la dispensación del misterio que por los siglos ha estado oculto en Dios,
creador de todas las cosas; 10 a fin de que la infinita sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los
principados y potestades en los lugares celestiales, 11 conforme al propósito eterno que llevó a cabo en Cristo Jesús nuestro
Señor, 12 en quien tenemos libertad y acceso a Dios con confianza por medio de la fe en El.
1 Después de nacer Jesús en Belén de Judea, en tiempos del
rey Herodes, he aquí, unos magos del oriente llegaron a Jerusalén, diciendo: 2 ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque
vimos su estrella en el oriente y hemos venido a adorarle. 3 Cuando lo oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él.
4 Entonces, reuniendo a todos los principales sacerdotes y escribas del pueblo, indagó de ellos dónde había de nacer el Cristo.
5 Y ellos le dijeron: En Belén de Judea, porque así está escrito por el profeta: 6
"Y TU, BELEN, TIERRA DE JUDA, DE NINGUN MODO ERES LA MAS PEQUEÑA ENTRE
LOS PRINCIPES DE JUDA; PORQUE DE TI SALDRA UN GOBERNANTE QUE PASTOREARA A
MI PUEBLO ISRAEL."
7 Entonces Herodes llamó a los magos en secreto y se cercioró con ellos del tiempo en que había aparecido la estrella. 8
Y enviándolos a Belén, dijo: Id y buscad con diligencia al niño; y
cuando le encontréis, avisadme para que yo también vaya y le adore.
9 Y habiendo
oído al rey, se fueron; y he aquí, la estrella que habían visto en el
oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo
sobre el lugar donde estaba el niño. 10 Cuando vieron la estrella, se regocijaron sobremanera con gran alegría. 11
Y entrando en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose
le adoraron; y abriendo sus tesoros le presentaron obsequios de oro,
incienso
y mirra. 12 Y habiendo sido advertidos por Dios en sueños que no volvieran a Herodes, partieron para su tierra por otro
camino.
ASÍ
QUE SI EL SANTO PADRE AFIRMA QUE LOS REYES MAGOS VENÍAN DE ESPAÑA,
SERÍA DE
SEVILLA, DE TARTESOS=THARSIS DE DONDE VENÍAN. EL RÍO ERA NAVEGABLE
HASTA BIEN ENTRADA LA TIERRA, REALMENTE A LA ALTURA DE SEVILLA ES RÍA,
AFECTADO EL GUADALQUIVIR INCLUSO POR LAS MAREAS, POR LO
QUE EN SEVILLA TAMBIÉN PARTICIPAMOS DEL OLOR A SALITRE COMO EN LOS
PUERTOS DE MAR, AUNQUE LÓGICAMENTE SUAVIZADO.
Destrozos en El Carambolo
"...Muchos de los delicados pavimentos de conchas y de los muros de adobe, como podéis comprobar en ambas fotos, se han perdido ya con las fuertes lluvias que hubo en otoño. Sin duda dos meses después los destrozos son mayores (hay que añadir el frecuente uso del lugar para reuniones de botellones y similares).
Pero algo todavía se puede tratar de salvar y conservar.
Para quien no sepa del asunto, el constructor de un futuro hotel en “El Carambolo” (!) hizo las excavaciones previas contando con los permisos oportunos (!). Cuando se comprobó que quedaban aún bastantes restos (se habla
incluso de la aparición de cerámica geométrica), la Junta de Andalucía paralizó los permisos para el hotel, pero no se ocupó a continuación de dejar soterrado y bien protegido el yacimiento, que ha quedado a la intemperie, va ya para un
año, con los lamentables resultados que veis. Es urgente, pues, que nos movamos los ciudadanos, y que lleguen de toda España nuestras quejas.
Por si alguien prefiere mandar su protesta por e-mail, la dirección idónea para escribir a la Consejera es: informacion.ccul@juntadeandalucia.es". Leer más: http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=887#ixzz2HDfwVXZf en artículo SALVAR EL CARAMBOLO Autor: Alicia Mª Canto - Universidad Autónoma de Madridlunes, 09 de febrero de 2004Sección: ArqueológicasInformación publicada por: A.M.Canto.
El Carambolo
Vista de Sevilla desde El Carambolo
Camas desde El Carambolo
Santuario del Carambolo