El primer anfiteatro en piedra (con anterioridad se construían en madera) construido por los romanos, fue el anfiteatro de Capúa, del que siguió su modelo el Coliseo.
El Anfiteatro Flavio de Roma o Coliseo fue de todos los anfiteatros construidos en piedra por los romanos el mayor de todos, lo sigue el anfiteatro de Capua, después el de Pozzuoli y, tras este, el de El Djem, en Túnez, que es el mayor de África, aunque no el más antiguo, el anfiteatro más antiguo es el de Capua, que habría servido modelo para el Coliseo, compartiendo muchas características estructurales; y también habría servido de modelo al resto de los anfiteatros construidos en piedra.
Se ubica en la antigua ciudad de Capua, que no se situaba donde hoy se encuentra la actual ciudad moderna de Capua. El topónimo vendría del municipio vecino de Santa Maria Capua Vetere, la segunda ciudad más grande y próspera después de Roma. La localidad se denominó Santa Maria la Mayor hasta el año 1861, en ese año las excavaciones arqueológicas hicieron aflorar la antigua Capua y provocaron el cambio de nombre.
Arena y cavea del anfiteatro de Capua | foto Pfmhotostock en depositphotos.com
La arena, vista aerea. | foto Nicola D’Orta en Wikimedia Commons
Su planta es elíptica, de 170 metros por 139 metros. La fachada tenía altura de 46 metros y estaba dividida en cuatro niveles, el inferior tenía eran orden dórico y los demás de orden toscano. Los tres niveles inferiores estaban formados por ochenta arcos de travertino, con el busto de una deidad en la clave (la piedra central del arco que sirve para equilibrar fueras, cerrar el arco y distribuir el peso). Siete de estos bustos de deidades se conservan incorporados al Palacio Municipal.
El nivel superior tenía un muro decorado con pilastras, entre ellas ventanas que iluminaban el pasillo destinado a guardar el velario, que se usaba para proteger a los espectadores del sol y del mal tiempo. Las arcadas del primer nivel daban paso a un doble pórtico abierto, sostenido por pilares y cubierto con bóvedas.
Subterráneos del anfiteatro | foto Saverio.G en Wikimedia Commons
El anfiteatro de Capua y el Coliseo de Roma, tienen en la arena las mismas dimensiones: 76,29 m de largo por 45,93 m de ancho. El subsuelo es laberíntico, permanece intacto, formado por pilares de ladrillo que vienen a sostener las bóvedas que sostienen la arena.
Las jaulas de los animales salvajes se pueden ver claramente, también las galerías de servicio, al igual que el sistema de ascensores de carga que conducían a las trampillas, en buen estado de conservación.
El edificio tenía una compleja red de alcantarillado, que eran capaces de convertir el anfiteatro en un enorme impluvium para recoger el agua en la cavea, el agua se canalizaba hacia una cisterna que estaba instalada en el exterior; y un acueducto proporcionaba el agua precisa para el mantenimiento del edificio.
El anfiteatro tenía aforo para unos 45.000 - 50.000 espectadores, con asientos eran
- bajos (en el podio),
- medios (en las gradas de mármol) y
- altos.
En el anfiteatro de Capua se instaló la primera y también la más famosa escuela de gladiadores del imperio romano, que era propiedad de Léntulo Batiato, quien contaba con gladiadores galos y tracios principalmente.
La fecha exacta de su construcción se desconoce, pero ya lo mencionan las fuentes cuando hablan de Espartaco, el gladiador que encabezara una revuelta desde el anfiteatro capuano en el año 73 a.C.
Una parte de la historiografía se decanta por situar la fecha de su construcción a fines del siglo I a.C. habiéndose construído sobre las ruinas del anfiteatro anterior. Siendo esto así, no sería este el anfiteatro más cntiguo sino el de Pompeya, que fue construido en el año 70 a.C. Esta tesis se soporta en la inscripción encontrada en 1726 a la entrada del anfiteatro, en ella se sitúa su construcción en la época de Augusto; y, según esta inscripción, el anfiteatro de Capua fue restaurado después por Adriano en 119 d.C., añadiéndole estatuas y columnas. Fue, en el año 155, consagrado por Antonino Pío.
El emperador Honorio prohibió las luchas de gladiadores en el año 404 d.C., aunque el anfiteatro siguiera albergando espectáculos de fieras.
Después de la caída del Imperio romano, los vándalos de Genserico dañan, en el año 456 d.C., considerablemente el edificio. Lo mismo harían más tarde los sarracenos en el año 841. Gran parte de las piedras del anfiteatro se reutilizaron en época normanda, con ellas se construyó el Castello delle Pietre y otros edificios en la ciudad, tales como el Duomo y diversos palacios.
Los grandes sillares de pieza se unían con bronce y plomo, por esta razón, los bloques de piedra se fracturaron para obtener este bronce y plomo. Las piedras más pequeñas se reutilizaron para la pavimentación de las calles. Estas prácticas que destruyen el arte de una civilización, lo hacen como una práctica más de los conquistadores, hacer tabula rasa de la civilización anterior y erigirse fácticamente en vencedores, podeedores, dominadores, es una expresiónd e dominio más de la guerra.
La conservación del conjunto se inicia cuando lo declara Monumento Nacional el rey Francisco I de Dos Sicilias en el año 1826, que ordenó la limpieza y también la excavación del anfiteatro poniendo a la dirección del proyecto al arquitecto real Bianchi.
Fuentes:
Un “modello” per il Colosseo: l’Anfiteatro Campano
Anfiteatro Campano (Città di Santa Maria Capua Vetere, web oficial)
Katherine E. Welch, The Roman Amphitheatre: From Its Origins to the Colosseum
David Bomgardner, The Story of the Roman Amphitheatre