Matalascañas, aquella playa sevillana de hecho que de derecho otrora fuera parte del reino de Sevilla es una caja de sorpresas.
Se han descubierto una guardería de elefantes en Matalascañas que data de la Prehistoria y que ha sido desvelada por la presencia de un conjunto de huellas, que analizadas revelan que las elefantes hembras criaron en este lugar a sus recién nacidos en un espacio de tiempo que abacaría más de 100.000 años. Del hallazgo se hizo eco ABC Ciencia Madrid.
Matalascañas hoy pertenece a Huelva, pero eso a los elefantes poco le importan, a la arqueología tampoco, el caso es que el conjunto de huellas hallado, fosilizadas, lo que sugiere es que el área se utilizó por Palaeoloxodon antiquus, elefantes de colmillos rectos, para criar a sus hijos recién nacidos en el Pleistoceno tardío, hace entre 129.000 a 11.700 años.
Carlos Neto de Carvalho está al frente de la investigación, pertenece a la institución Geoparque Mundial de la UNESCO Naturtejo, Idanha-a-Nova, en Portugal, quien junto con sus colegas pudieron analizar un total de 34 conjuntos de huellas en una zona de Matalascañas conocida como la "superficie pisoteada de Matalascañas", Matalascañas Trampled Surface.
Estudiaron y se basándose en la forma elíptica y redondeada de las impresiones y otros diversos criterios, concluyendo que las huellas de los elefantes de colmillos rectos se relacionan estrechamente con los elefantes africanos que en la actualidad viven; y determinaron la edad incluso de ejemplares individuales, también calcularon la altura de los hombros de los elefantes y la masa corporal según la longitud de la huella.
Los investigadores han publicado sus resultados en 'Scientific Reports', identificando huellas de 14 crías, con edad estimadan entre recién nacidos y 2 años de edad. Su masa corporal estaría entre 70 y 200 kg.
Categorizaron huellas de 8 jóvenes, con edades entre dos y siete años; seis adolescentes entre 8 y 15 años.
La zona habría tenido un estanque entre dunas contemporánea a los restos arqueológicos, esto lo deducen de la alta frecuencia de elefantes jóvenes en el área que puede indicar que fuera un sitio de reproducción para las familias de elefantes. La vegetación del entorno les proporcionaría una fuente de alimento fundamental para los individuos más jóvenes que no podían hacer viajes de largas distancias buscando otras fuentes de alimento.
Los investigadores identificaron huellas adultas de lo que posiblemente podrían ser tres hembras mayores de 15 años, concluyen esta aseveración basándose en la proximidad de huellas a las de los elefantes bebés. Solo han identificado dos huellas que habrían sido hechas por elefantes machos, sus marcas son mucho más grandes, midiendo aproximadamente más de 50 cm. de longitud, de lo cual deducen unas masas corporales de más de 7 toneladas.
Los autores del estudio concluyen que la llamada superficie pisoteada de Matalascañas podría haber sido un rico hábitat reproductivo en el que las hembras criarían a sus hijos y rara vez la zona habría sido visitada por los machos.