Ir al contenido principal

El castillo de San Antón

 


El castillo renacentista de San Antón en La Coruña, construido en el siglo XVI, ha sido testigo de eventos históricos significativos, destacando su papel crucial en la defensa de Galicia contra la mayor armada inglesa de la historia. Designado Monumento Histórico Artístico en 1994, actualmente alberga el Museo Arqueológico e Histórico Provincial.

En mayo de 1589, durante su construcción y aún incompleto, el castillo se enfrentó al corsario inglés Francis Drake, quien dirigía más de ciento veinte naves de guerra. La armada inglesa, aprovechando la desbandada de la Armada Invencible, tuvo como objetivo la ciudad de La Coruña. 

A pesar de los esfuerzos de la guarnición, los ingleses lograron desembarcar y comenzaron a bombardear la plaza. La fortaleza de San Antón, armada con cañones, resistió durante todo el día, contribuyendo así a la defensa de la región.

La construcción de esta fortificación se remonta a 1522, cuando La Coruña fue designada sede de la Casa de la Especiería para centralizar la exploración del océano Pacífico. 

La expedición al mando de García Jofre de Loaisa partió en 1525 hacia las Molucas, pero años después, la ciudad se sintió traicionada por Carlos V y, como respuesta, se reforzaron las defensas de La Coruña con la construcción de tres fortalezas, entre ellas el castillo de San Antón.


Las obras del castillo comenzaron en 1587, reinando Felipe II, siguiendo las últimas novedades de la arquitectura militar. Se diseñó para ser militarmente autosuficiente, con un aljibe que abastecía de agua a la guarnición y a los presos. Sus semibaluartes artillados, en forma de estrella, resistieron bombardeos como el de 1639, cuando una flota franco-holandesa intentó desembarcar.

Tras su función militar, el castillo fue utilizado como prisión desde el siglo XVIII. Sirvió como lugar de reclusión para delincuentes comunes y prisioneros políticos, como Rafael Melchor de Macanaz, ministro de Felipe V. Posteriormente, en 1960, fue cedido al Ayuntamiento de La Coruña y alberga el Museo Arqueológico Provincial.

A lo largo de su historia, el Castillo de San Antón ha presenciado diversos usos, desde su función original de defensa hasta su papel como prisión y, finalmente, como un faro de conocimiento a través del museo que resguarda en la actualidad.

Entradas populares de este blog

Historia breve de la reina cadáver en el trono de Portugal

El trono de Portugal fue ocupado en el siglo XIV por una reina que fue coronada póstumamente. Inés de Castro fue una gallega noble y poderosa que llegó a Portugal como dama de compañía de su prima Constanza que fuese la futura esposa de Pedro I, heredero del trono de Portugal. Pero Pedro e Inés se enamoraron al verse y se hicieron amantes al poco tiempo. En el año de 1344, el padre de Pedro, el rey Alfonso IV, atento a estos amores, mandó a Inés a Badajoz para alejar a los amantes, pero lejos de separarlos la distancia incrementó la fuerza de este amor. En 1345 Constanza muere tras dar a luz y, entonces, Pedro manda llamar a Inés contra la voluntad de su padre. Los enamorados se instalan en Coimbra para vivir juntos y de esta unión, clandestina, nacen cuatro hijos. Para poder casarse solicitan dispensa papal porque el Derecho Canónico prohíbe las uniones entre primos carnales, necesitan pues un breve papal que dispense esta consanguinidad. Su petición es...

Literatura fenicia

    Misterio, leyenda y realidad envuelven la literatura del pueblo fenicio, pero todo lo que queda son una serie de inscripciones, algunas pocas de las cuales tienen carácter netamente literario, constituyendo alguna narración histórica, poemas, etc., monedas, fragmentos de la Historia de Sanjuniatón y del Tratado de Magón, o la traducción al griego del viaje de Hannón el Navegante y el texto del Poenulus de Plauto. Tuvieron bibliotecas y una rica producción literaria heredera del pasado cananeo, de la que son una parte ínfima las obras redactadas por Filón de Biblos o Menandro de Éfeso.

El evangelio de Cerinto (120-150 d.C.)

Cerinto (aproximadamente 100 d.C.) fue un líder hereje gnóstico, que utilizaba un evangelio alterado para impulsar su teología gnóstica. Su evangelio también era utilizado por el maestro herético, Carpócrates, y aunque el texto está perdido, se dice que era idéntico al Evangelio de los Ebionitas. Los padres de la iglesia primitiva identificaron a Cerinto como hereje porque seguía la ley judía, negando que Dios hubiera hecho el mundo físico, y negando la encarnación de Jesús y que éste fuese Dios encarnado. Irineo incluyó un relato de Cerinto en su obra “Contra las herejías” (sobre 170 d.C.). Cualquier texto que Cerinto pudiera haber usado con sus seguidores, fue aparentemente herético a los ojos de los testigos canónicos. La tradición de la iglesia primitiva dice que Juan el evangelista despreciaba tanto a Cerinto como hereje, que se rehusó a ser visto en la misma casa de baño. Esta misma tradición reporta que Juan escribió el evangelio de Juan para registrar...