Ir al contenido principal

Shicras de Caral


 

Los Shicras desempeñaron un papel fundamental como sistema de amortiguación en Caral-Supe, una de las civilizaciones más antiguas de América. Su principal objetivo era salvaguardar las estructuras ante las fuerzas destructivas de los terremotos, eventos sísmicos frecuentes en la región debido a su ubicación en los límites de las placas tectónicas.

Estos artefactos, elaborados tejiendo cestas con fibras vegetales como algodón u otros materiales de origen vegetal, se llenaban de piedras para crear estructuras compactas y flexibles. La efectividad del shicra en la resistencia a los terremotos radica en su flexibilidad inherente. Durante un sismo, las piedras contenidas en las cestas se movían y desplazaban, absorbiendo y disipando la energía sísmica. Este proceso impedía que los edificios experimentaran un estrés estructural excesivo, reduciendo significativamente el riesgo de colapso.

Con más de 5.000 años de antigüedad, el uso de shicras se posiciona como una de las primeras técnicas antisísmicas conocidas en el mundo, precediendo a la célebre civilización inca por varios milenios. Las excavaciones arqueológicas en Caral-Supe han desenterrado ejemplos de estos shicras, proporcionando valiosas perspectivas sobre la habilidad ingenieril de esta antigua civilización.

Aunque los shicras ya no se emplean en la construcción contemporánea debido a los avances en ingeniería sísmica, su importancia histórica persiste. Sirven como un testimonio elocuente de la innovación y adaptabilidad de las culturas antiguas frente a los desafíos naturales.

Entradas populares de este blog

Historia breve de la reina cadáver en el trono de Portugal

El trono de Portugal fue ocupado en el siglo XIV por una reina que fue coronada póstumamente. Inés de Castro fue una gallega noble y poderosa que llegó a Portugal como dama de compañía de su prima Constanza que fuese la futura esposa de Pedro I, heredero del trono de Portugal. Pero Pedro e Inés se enamoraron al verse y se hicieron amantes al poco tiempo. En el año de 1344, el padre de Pedro, el rey Alfonso IV, atento a estos amores, mandó a Inés a Badajoz para alejar a los amantes, pero lejos de separarlos la distancia incrementó la fuerza de este amor. En 1345 Constanza muere tras dar a luz y, entonces, Pedro manda llamar a Inés contra la voluntad de su padre. Los enamorados se instalan en Coimbra para vivir juntos y de esta unión, clandestina, nacen cuatro hijos. Para poder casarse solicitan dispensa papal porque el Derecho Canónico prohíbe las uniones entre primos carnales, necesitan pues un breve papal que dispense esta consanguinidad. Su petición es

Literatura fenicia

    Misterio, leyenda y realidad envuelven la literatura del pueblo fenicio, pero todo lo que queda son una serie de inscripciones, algunas pocas de las cuales tienen carácter netamente literario, constituyendo alguna narración histórica, poemas, etc., monedas, fragmentos de la Historia de Sanjuniatón y del Tratado de Magón, o la traducción al griego del viaje de Hannón el Navegante y el texto del Poenulus de Plauto. Tuvieron bibliotecas y una rica producción literaria heredera del pasado cananeo, de la que son una parte ínfima las obras redactadas por Filón de Biblos o Menandro de Éfeso.

Decretos de Chamartín

Los Decretos de Chamartín  fueron firmados por Napoleón Bonaparte en 1808 el 4 de Diciembre tras la rendición de Madrid y suponían la abolición del  Antiguo Régimen en España, con inclusión del feudalismo y de la Inquisición española. Su nombre viene de la localidad en la que fueron sancionados por Napoleón, que hoy es un distrito de Madrid, Chamartín de la Rosa. Los decretos sólo tendrían vigencia en la España "afrancesada" de José I Bonaparte y del ejército francés, no se aplicandose en la España "patriota" , donde las Cortes de Cádiz tenían el poder en nombre de Fernando VII, que estaba cautivo en Francia, y que era el único rey al que reconocían. Los derechos de la Corona española, en virtud de las abdicaciones de Bayona, pasaron a Napoleón Bonaparte, que los cedió a su hermano José I Bonaparte, popularmente conocido como Pepe Botella, aunque al parecer era astemio. El cambio dinástico no fue aceptado por gran parte de los españoles    la re