Los orígenes de la imagen de la Virgen de la Hiniesta de Sevilla son legendarios, alcanzando los
primeros tiempos del cristianismo, cuando Santiago Apostol llega a
España de misiones, para evangelizar estnuestra tierra. Santiago habría fundado la Iglesia de Sevilla y nombrado primer obispo a
Pío, su discípulo, que lograría la santidad más tarde pues fue martirizado a casusa de la su fe.
Sería San Pío quien levantaría, en el año 38, la primera iglesia sevillana con la invocación de Santa Jerusalén, en el lugar donde hoy está la iglesia conventual de los padres capuchinos, al otro lado de la muralla, frente a la Puerta de Córdoba.
San Pío habría puesto en la iglesia una imagen de la Virgen de la Virgen con la advocación de "La Concepción", que más adelante se denominaría "Virgen de la Hiniesta".
Cuando Gunderico, rey de los vándalos, el saquea Sevilla entre 407 y 428, la imagen de la Virgen de la Concepción fue ocultada para evitar su profanación, en el solar donde se erige hoy la iglesia de San Julián, intramuros, que fue levantada tras la invasión bárbara con el mismo nombre de Santa Jerusalén y que fue dedicada a la Virgen de la Concepción, que presidió el altar mayor. La imagen de la Virgen de la Hiniesta permanecería allí hasta el año 711, año en que tiene lugar la invasión musulmana y en que se decide esconderla en los montes de Cataluña.
Allá por el año 1380 un caballero Mosén Per de Tous la encuentra entre retamas mientras cazaba. Per de Tous había encontrado una talla de la Virgen con el Niño en brazos que portaba una inscripción en latín que decía:
"Soy de Sevilla, de una capilla junto a la puerta que encamina a Córdoba".
Per de Tous traería la imagen a Sevilla dejándola en la iglesia de San Julián, el templo más cercano a la Puerta de Córdoba, relató el hallazgo y por haber sido encontrada entre retamas o hiniestas se la empezó a denominar como "Santa María de la Hiniesta".
Los cronistas sevillanos coinciden en citar 1380 como el año en que se inicia el culto de la Virgen de la Hiniesta en la parroquia de San Julián.
Desde aquel momento, varios miembros de la nobleza sevillana y de la realeza mostrarían su devoción a la Virgen con actos piadosos y donaciones; y, hacia el año 1412, surge una hermandad de gloria para rendir culto a la Virgen de la Hiniesta, que incluso tiene hospital propio sito sobre la esquina de las actuales calles Vergara e Hiniesta, junto a la parroquia de San Marcos. En Sevilla proliferaban pequeños hospitales dependientes de asociaciones gremiales o hermandades, su proliferación obligó en varias ocasiones a hacer lo que se llamó reducción de hospitales,agrupándolos y concentrándolos para una mejor gestión y aprovechamiento de recursos.
Francisco Enríquez de Ribera, jefe de la Casa Enríquez de Ribera, a la muerte de su madre Beatriz de Ribera y Mendoza, primogénita de Per Afán de Ribera, padre también de Catalina de Ribera, hija segundogénita y que fundara el Hospital de las Cinco Llagas; y de María, la tercera hija de Per Afán. Las dos primeras casaron con Pedro Enríquez y éste heredó el título de adelantado mayor de Sevilla porque la heredera real era su esposa Beatriz, madre de Francisco Enríquez de Ribera. Éste vivió una existencia de padecimientos y enfermedades por diversas causas que se exponen en las investigaciones para su tesis la Dra. María del Carmen Calderón Berrocal: "El hospital de las Cinco Llagas de Sevilla: Historia y Documentos", Enero 2016, donde se apunta la posibilidad de envenenamiento bien por padecimiento del propio Francisco, que fuese alérgico a algo que asiduamente comía o bebía; o por la vajilla que usaba, o por mala voluntad de alguien que le tuviese inquina, ser el jefe de la Casa Enríquez de Ribera, primo de los Reyes Católicos, no era cosa baladí. Francisco cansado de padecimientos decide recluirse en la capilla de la Hiniesta en la Parroquial de San Julian, sólo a pan y agua, lo que supuso una cura para su cuerpo y un cambio de aires que le vino muy bien, estando arropado por la mismísima Virgen de la Hiniesta, la talla que encontrara Per de Tous y trajera a Sevilla, la misma que el frente popular quemara cuando prendió fuego a la parroquia y profanó todo lo profanable en ella, quedando la imágen reducida a una figura carbonizada sin forma reconocible prácticamente. Al término de su encierro Francisco Enríquez de Ribera había sanado bajo la protección de la Virgen de la Hiniesta, lo que se interpretó como un hecho milagroso. Esto sucede en los últimos años de 1400.
En la segunda mitad del siglo XVI asistimos a la vinculación de Ntra. Sra. de la Hiniesta con el Ayuntamiento hispalense, la corporación municipal, en distintas ocasiones acude a la Virgen de la Hiniesta Gloriosa en rogativa, erigiéndose en protectora de la ciudad.
Bajo la corriente contrarreformista, en el año 1565, de hermandad de gloria pasa a ser cofradía de penitencia; y años después, en 1587, se verá obligada a abandonar su hospital y pasar a una capilla propia que se le dedica en la parroquia de San Julián; desde entonces permanece allí, siendo el caso de permanencia en sede más longevo de todas las cofradías sevillanas.
El día 8 de abril de 1932 es incendiada por el frente popular, por las izquierdas revolucionarias, la parroquia de San Julián, las imágenes fueron quemadas; y fue por ese motivo, que tanto la parroquia como la hermandad se trasladan a la parroquia de San Marcos.
En el año 1945 Antonio Castillo Lastrucci talla la actual imagen de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa, que es la que procesiona hoy y que es bendecida en la iglesia de San Luis de los Franceses. San Luis de los Franceses se erige en el solar de la casa que fuera la casa de Francisco Enríquez de Ribera, Señor de la Casa Enríquez de Ribera, hijo de Beatriz de Ribera y Pedro Enríquez; sobrino e hijastro de Catalina de Ribera; primo y hermanastros de Fadrique Enríquez de Ribera y de Fernando Enríquez de Ribera; nieto de Per Afán de Ribera y de María de Mendoza que se asentaron y crearon la familia Ribera Mendoza en la casa que heredara como primogénito Francisco, la de la calle San Luis, el solar de San Luis de los Franceses.
La talla actual de la Virgen de la Hiniesta Dolorosa es obra de Castillo Lastrucci, de 1937, que de nuevo crea una imagen para la Virgen de la Hiniesta tras la pérdida de una que tallara anteriormente en el año de 1933 y que fue pasto de las hordas del frente popular, de la izquierda exaltada y anticlerical que en realidad no representaba los ideales de toda la izquierda española, la talla se pierde en el incendio de San Marcos de 18 de julio de 1936, el mismo día que se produce el Alzamiento Nacional, como protesta de unas enardecidas gentes que no querían ni a España ni a su pueblo ni a su patrimonio y buscaban una identidad nueva haciendo tábula rasa destruyendo todo lo que oliera a incienso sin pensar que había cristianos entre los socialistas de pro.
En el lateral de la epístola de la parroquia de SanJulián hay una pequeña puerta de acceso a un patio, en el que a su vez hay una puerta tapiada con un azulejo que informa que cuando entró por esa puerta la Virgen de la Hiniesta recien llegada de Cataluña, se mandó a tapiar esa puerta,siendo laVirgen la última que la cruzó.
Sería San Pío quien levantaría, en el año 38, la primera iglesia sevillana con la invocación de Santa Jerusalén, en el lugar donde hoy está la iglesia conventual de los padres capuchinos, al otro lado de la muralla, frente a la Puerta de Córdoba.
San Pío habría puesto en la iglesia una imagen de la Virgen de la Virgen con la advocación de "La Concepción", que más adelante se denominaría "Virgen de la Hiniesta".
Cuando Gunderico, rey de los vándalos, el saquea Sevilla entre 407 y 428, la imagen de la Virgen de la Concepción fue ocultada para evitar su profanación, en el solar donde se erige hoy la iglesia de San Julián, intramuros, que fue levantada tras la invasión bárbara con el mismo nombre de Santa Jerusalén y que fue dedicada a la Virgen de la Concepción, que presidió el altar mayor. La imagen de la Virgen de la Hiniesta permanecería allí hasta el año 711, año en que tiene lugar la invasión musulmana y en que se decide esconderla en los montes de Cataluña.
Allá por el año 1380 un caballero Mosén Per de Tous la encuentra entre retamas mientras cazaba. Per de Tous había encontrado una talla de la Virgen con el Niño en brazos que portaba una inscripción en latín que decía:
"Soy de Sevilla, de una capilla junto a la puerta que encamina a Córdoba".
Per de Tous traería la imagen a Sevilla dejándola en la iglesia de San Julián, el templo más cercano a la Puerta de Córdoba, relató el hallazgo y por haber sido encontrada entre retamas o hiniestas se la empezó a denominar como "Santa María de la Hiniesta".
Los cronistas sevillanos coinciden en citar 1380 como el año en que se inicia el culto de la Virgen de la Hiniesta en la parroquia de San Julián.
Desde aquel momento, varios miembros de la nobleza sevillana y de la realeza mostrarían su devoción a la Virgen con actos piadosos y donaciones; y, hacia el año 1412, surge una hermandad de gloria para rendir culto a la Virgen de la Hiniesta, que incluso tiene hospital propio sito sobre la esquina de las actuales calles Vergara e Hiniesta, junto a la parroquia de San Marcos. En Sevilla proliferaban pequeños hospitales dependientes de asociaciones gremiales o hermandades, su proliferación obligó en varias ocasiones a hacer lo que se llamó reducción de hospitales,agrupándolos y concentrándolos para una mejor gestión y aprovechamiento de recursos.
Francisco Enríquez de Ribera, jefe de la Casa Enríquez de Ribera, a la muerte de su madre Beatriz de Ribera y Mendoza, primogénita de Per Afán de Ribera, padre también de Catalina de Ribera, hija segundogénita y que fundara el Hospital de las Cinco Llagas; y de María, la tercera hija de Per Afán. Las dos primeras casaron con Pedro Enríquez y éste heredó el título de adelantado mayor de Sevilla porque la heredera real era su esposa Beatriz, madre de Francisco Enríquez de Ribera. Éste vivió una existencia de padecimientos y enfermedades por diversas causas que se exponen en las investigaciones para su tesis la Dra. María del Carmen Calderón Berrocal: "El hospital de las Cinco Llagas de Sevilla: Historia y Documentos", Enero 2016, donde se apunta la posibilidad de envenenamiento bien por padecimiento del propio Francisco, que fuese alérgico a algo que asiduamente comía o bebía; o por la vajilla que usaba, o por mala voluntad de alguien que le tuviese inquina, ser el jefe de la Casa Enríquez de Ribera, primo de los Reyes Católicos, no era cosa baladí. Francisco cansado de padecimientos decide recluirse en la capilla de la Hiniesta en la Parroquial de San Julian, sólo a pan y agua, lo que supuso una cura para su cuerpo y un cambio de aires que le vino muy bien, estando arropado por la mismísima Virgen de la Hiniesta, la talla que encontrara Per de Tous y trajera a Sevilla, la misma que el frente popular quemara cuando prendió fuego a la parroquia y profanó todo lo profanable en ella, quedando la imágen reducida a una figura carbonizada sin forma reconocible prácticamente. Al término de su encierro Francisco Enríquez de Ribera había sanado bajo la protección de la Virgen de la Hiniesta, lo que se interpretó como un hecho milagroso. Esto sucede en los últimos años de 1400.
En la segunda mitad del siglo XVI asistimos a la vinculación de Ntra. Sra. de la Hiniesta con el Ayuntamiento hispalense, la corporación municipal, en distintas ocasiones acude a la Virgen de la Hiniesta Gloriosa en rogativa, erigiéndose en protectora de la ciudad.
Bajo la corriente contrarreformista, en el año 1565, de hermandad de gloria pasa a ser cofradía de penitencia; y años después, en 1587, se verá obligada a abandonar su hospital y pasar a una capilla propia que se le dedica en la parroquia de San Julián; desde entonces permanece allí, siendo el caso de permanencia en sede más longevo de todas las cofradías sevillanas.
El día 8 de abril de 1932 es incendiada por el frente popular, por las izquierdas revolucionarias, la parroquia de San Julián, las imágenes fueron quemadas; y fue por ese motivo, que tanto la parroquia como la hermandad se trasladan a la parroquia de San Marcos.
En el año 1945 Antonio Castillo Lastrucci talla la actual imagen de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa, que es la que procesiona hoy y que es bendecida en la iglesia de San Luis de los Franceses. San Luis de los Franceses se erige en el solar de la casa que fuera la casa de Francisco Enríquez de Ribera, Señor de la Casa Enríquez de Ribera, hijo de Beatriz de Ribera y Pedro Enríquez; sobrino e hijastro de Catalina de Ribera; primo y hermanastros de Fadrique Enríquez de Ribera y de Fernando Enríquez de Ribera; nieto de Per Afán de Ribera y de María de Mendoza que se asentaron y crearon la familia Ribera Mendoza en la casa que heredara como primogénito Francisco, la de la calle San Luis, el solar de San Luis de los Franceses.
La talla actual de la Virgen de la Hiniesta Dolorosa es obra de Castillo Lastrucci, de 1937, que de nuevo crea una imagen para la Virgen de la Hiniesta tras la pérdida de una que tallara anteriormente en el año de 1933 y que fue pasto de las hordas del frente popular, de la izquierda exaltada y anticlerical que en realidad no representaba los ideales de toda la izquierda española, la talla se pierde en el incendio de San Marcos de 18 de julio de 1936, el mismo día que se produce el Alzamiento Nacional, como protesta de unas enardecidas gentes que no querían ni a España ni a su pueblo ni a su patrimonio y buscaban una identidad nueva haciendo tábula rasa destruyendo todo lo que oliera a incienso sin pensar que había cristianos entre los socialistas de pro.
En el lateral de la epístola de la parroquia de SanJulián hay una pequeña puerta de acceso a un patio, en el que a su vez hay una puerta tapiada con un azulejo que informa que cuando entró por esa puerta la Virgen de la Hiniesta recien llegada de Cataluña, se mandó a tapiar esa puerta,siendo laVirgen la última que la cruzó.