Él es profesor de instituto y utiliza un seudónimo Cómodo Solo Bonjamón. El profesor ha hecho esta reflexión, tan rica como acertada, que ha querido compartir:
MUSEO DE BELLAS ARTES DE SEVILLA, Retrato de Isabel II de José María Esquivel, 1843 (tenía la reina 13 años, recién subida al trono).
No está de moda defender a los reyes, pero en este preciso momento, por mi parte, no voy a defender a una reina, sino a una mujer...
Se dijo, y se dice de ella en la actualidad, que era semianalfabeta, frívola, ninfómana, beata y que pensó sólo en sí misma, no en el pueblo español...
Y yo digo:
-Su padre murió cuando sólo tenía 3 años (y creo que por fortuna, porque Fernando VII no creo que pudiera haber ejercido una buena influencia en ella). Su madre, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias la dejó a merced de los criados y los cortesanos en el Palacio Real, porque tuvo que "exiliarse" a Francia con su marido Fernando Muñoz y su numerosa prole (matrimonio morganático)... Nadie se ocupó realmente de su educación.
-La proclamaron reina con 13 años. En ocasiones la obligaron a firmar Decretos y Leyes empleando la fuerza física, incluso algunos atestiguaban que el Espadón de Loja (Narváez), llegó a doblarle el brazo alguna vez, para conseguir sus propósitos...
-A pesar de no haber recibido cariño alguno, fue condescendiente con el servicio y siempre se encontró muy a gusto con el pueblo llano (quizás de ella heredó el carácter el "rey campechano", al que ahora llaman el Emérito).
-La obligaron a casarse con un hombre homosexual que no la quería, sólo ambicionaba poder, su primo Francisco de Asís. Isabel se quejaba de que su marido lucía más lacitos en su ropa interior que ella misma... Era joven, era mujer, tenía los mismos gustos, deseos que cualquier otra joven de su tiempo y no encontró satisfacción en su lecho conyugal. En consecuencia, mantuvo flirteos y ciertas relaciones con algún cortesano (en sentido amplio), en tanto su marido buscaba el desahogo entre los de su mismo sexo, siguiendo el instinto que, por naturaleza, le tocó en suerte.
-Pero porque era una mujer de su tiempo precisamente, es decir, creyente, cristiana, devota, con el nivel de fe de la gente del pueblo llano (con la que se entendía de maravilla), sufría grandes arrepentimientos, se mortificó mucho, acudía frecuentemente a su confesor a buscar el perdón.
A esta reina, Isabel II, la Historia le debe algo fundamental: COMPRENSIÓN. Y creo que sería una buena muestra de feminismo, nada equivocado, empezar por estos detalles.
MUSEO DE BELLAS ARTES DE SEVILLA, Retrato de Isabel II de José María Esquivel, 1843 (tenía la reina 13 años, recién subida al trono).
No está de moda defender a los reyes, pero en este preciso momento, por mi parte, no voy a defender a una reina, sino a una mujer...
Se dijo, y se dice de ella en la actualidad, que era semianalfabeta, frívola, ninfómana, beata y que pensó sólo en sí misma, no en el pueblo español...
Y yo digo:
-Su padre murió cuando sólo tenía 3 años (y creo que por fortuna, porque Fernando VII no creo que pudiera haber ejercido una buena influencia en ella). Su madre, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias la dejó a merced de los criados y los cortesanos en el Palacio Real, porque tuvo que "exiliarse" a Francia con su marido Fernando Muñoz y su numerosa prole (matrimonio morganático)... Nadie se ocupó realmente de su educación.
-La proclamaron reina con 13 años. En ocasiones la obligaron a firmar Decretos y Leyes empleando la fuerza física, incluso algunos atestiguaban que el Espadón de Loja (Narváez), llegó a doblarle el brazo alguna vez, para conseguir sus propósitos...
-A pesar de no haber recibido cariño alguno, fue condescendiente con el servicio y siempre se encontró muy a gusto con el pueblo llano (quizás de ella heredó el carácter el "rey campechano", al que ahora llaman el Emérito).
-La obligaron a casarse con un hombre homosexual que no la quería, sólo ambicionaba poder, su primo Francisco de Asís. Isabel se quejaba de que su marido lucía más lacitos en su ropa interior que ella misma... Era joven, era mujer, tenía los mismos gustos, deseos que cualquier otra joven de su tiempo y no encontró satisfacción en su lecho conyugal. En consecuencia, mantuvo flirteos y ciertas relaciones con algún cortesano (en sentido amplio), en tanto su marido buscaba el desahogo entre los de su mismo sexo, siguiendo el instinto que, por naturaleza, le tocó en suerte.
-Pero porque era una mujer de su tiempo precisamente, es decir, creyente, cristiana, devota, con el nivel de fe de la gente del pueblo llano (con la que se entendía de maravilla), sufría grandes arrepentimientos, se mortificó mucho, acudía frecuentemente a su confesor a buscar el perdón.
A esta reina, Isabel II, la Historia le debe algo fundamental: COMPRENSIÓN. Y creo que sería una buena muestra de feminismo, nada equivocado, empezar por estos detalles.