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Atapuerca



El yacimiento de Atapuerca es a nivel mundial uno de los más importantes, imprescindible para entender la evolución humana en Europa.  

 
Excavación del yacimiento de Dolina en Atapuerca. Foto: Santi Otero / EFE

 
El yacimiento, en la sierra próxima a Burgos ha sido objeto de numerosas publicaciones científicas de arqueología así como publicaciones generalistas, pues Atapuerca siempre ha despertado la curiosidad científica y social desde su descubrimiento. Cuando estudiábamos en la Facultad, con Enrique Vallespí y Pilar Acosta entre otros arqueólogos, era casi una novedad el yacimiento que probaba la presencia humana más antigua del hombre sobre la Tierra, superando en edad a los yacimientos africanos, es obligado referente para los estudios evolutivos de la especie humana; y en 1997 fueran galardonados sus tres codirectores con el Premio Príncipe de Asturias:
  • Juan Luis Arsuaga
  • José María Bermúdez de Castro 
  • y Eudald Carbonell.
El yacimiento fue igualmente declarado por la Unesco patrimonio de la humanidad en el año 2000, pero los trabajos arqueológicos ya tenían antecedentes en el siglo XIX y, recientemente, se han intensificado.
 
Atapuerca fue el detonante de un desarrollo en la arqueología española que afectó a todo el complejo y a las instalaciones que lo complementan. El efecto sobre la sociedad curiosa culturalmente y del mundo científico de la arqueología fue amplificado por 
  • el Museo de la Evolución Humana
  • el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana 
  • y dos centros de interpretación 
  • y recepción de visitas más próximos a los yacimientos, en Ibeas de Juarros y Atapuerca
con el apoyo de la fundación que contribuye a destacar el carácter científico de los yacimientos, tratándose en realidad de un proyecto de socialización científica, que pone al alcance de la sociedad los estudios más excelsos sobre arqueología en España y a nivel mundial.
 
  
Museo de la Evolución Humana Foto: Herraez / Getty Images


El yacimiento es rico a la vez que complejo, repartiéndose por toda la sierra, único a nivel mundial capaz de ofrecer la completa panorámica de la evolución de la humanidad desde unos 1,2 millones de años al menos hasta la actualidad prácticamente.

La sierra de Atapuerca fue declarada Espacio Cultural en 2007 por la Junta de Castilla y León y tiene numerosas simas y galerías en un corredor natural, donde vienen a confluir el clima atlántico y el mediterráneo, esta peculiaridad hace posible hallazgos de restos de homínidos y nos habla de su presencia en la zona, así como fauna y vegetación que nos hablan de las diferentes épocas.

Las primeras exploraciones son del siglo XIX. En 1863 Felipe de Ariño solicitó la concesión en propiedad de la cueva de Atapuerca y en 1868, Pedro Sampayo y Mariano Zuaznávar describieron detalladamente la cueva, "La Sima de los Huesos", si se conocía con este nombre es que posiblemente alguien encontró con anterioridad en el tiempo algún resto arqueológico óseo.

Ha sido objeto de pequeñas exploraciones no siempre todo lo ortodoxas que hubiera sido menester, muchas se realizaron sin ningún cuidado de la zona, esa realidad es la que sucede también en muchos archivos, donde intrusos profesionales o mala praxis por deficiente formación producen verdaderos desastres. También ha sido objeto de multitud de robos y destrucciones en su interior, pero la Sima de los Huesos sigue hoy día siendo una de las partes más ricas del complejo arqueológico de yacimientos.
 
Según el último estudio científico han sido encontrados 7.600 restos de unos 29 individuos de hace unos 450.000 años.

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