La mitificación forzada de la presencia islámica en
tierras españolas y no españolas también, se debe a diversos factores. Se trata
de mitificación forzada y de ocultación de verdad histórica que no se enseña en
las escuelas, no se debate en ámbitos académicos.
Están los intereses partidistas a los que se someten muchos investigadores y
académicos o docentes, que escriben y/o enseñan sobre el islamismo, que no
quieren presentar la temática que les proporciona un salario bajo una luz desfavorable
a los ojos de las modernas corrientes políticas, que no buscan la verdad, se
conforman con engañar al pueblo y seguir procurando permanecer sentados en el
poder. Estos “profesionales” luchan por mantener este status quo y contra quien
no decidan hacer lo mismo que ellos hacen.
Muchas universidades occidentales prestigiosas, con programas de estudios
islámicos se embolsan considerables ayudas económicas procedentes de países
islámicos. Por esta razón, los docentes universitarios o investigadores no
quieren poner en peligro ni sus carreras, ni sus salarios, ni siquiera quieren viajar
a países islámicos, prefieren resaltar las cuestiones analizadas aquí, en el propio
país.
Quienes escriben sobre la esclavitud a manos musulmanas no quieren contextualizar su condena de la esclavitud negra en América, destacando que ya existía siglos antes; que existía entre los propios los musulmanes y africanos negros.
Se evita mencionar a los millones de blancos esclavizados por los islamistas a lo largo de la Historia, con lo cual se está falseando la Historia.La cristiandad fue esclavizada por los musulmanes, por el islam, esta es la verdad histórica, que se amarillea, oculta, tergiversa, algo que no puede más que responder a intereses ideológicos y dinerarios. Es una historia que parece olvidada o ser olvidada a la fuerza, "a la fuerza ahorcan", dice el dicho popular, los interesen mandan y "por dinero vaila el perro", hay quienes mueven los hilos y los demás todos a bailar como marionetas a su son, pero no, porque existe una verdad escrita en la historia, en los documentos, en las crónicas, en la historiografía resultado de investigaciones de muchos profesionales.
Esta realidad es muy injusta. Hasta llegar hasta aquí hemos pasado por mucha "sangre, sudor y lágrimas", en loor de nuestra libertad.
No se entiende por qué se mitifica la dominación árabe, también se hace con la romana, ambos pueblos esclavizaron a los españoles nativos, los romanos con fines imperialistas, de poder terrenal; los islámicos con intenciones ideológicas, de control sobre las mentes, sobre los cuerpos, incluso sobre las almas y con una crueldad infinita.
Toda acción tiene una reacción y, al imperialismo ideológico y exclavista musulmán, se respondió desde varios frentes. Las cruzadas fueron buen ejemplo de ello, la lucha contra el infiel agresor, contra los demonios que luchaban a sangre y fuego, arrasando, asesinando, torturando, violando, esclavizando. Las cruzadas protagonizadas por las ordenes militares, órdenes de caballería a caballo entre lo religioso y lo civil, que consagraban su vida y patrimonio a la lucha contra el musulmán. Ante tanta crueldad la sociedad toda se transformó, se transformó la forma de vivir, la arquitectura, incluso la religión y la religiosidad. A toda acción corresponde una reacción, este es el origen del clreo armado, de los monasterios e iglesias fortaleza, defenderse, protegerse; y no solo a golpe de rezo sino con golpes reales físicos. A las armas el clero responde con las armas.
Las agresiones musulmanas a la comunidad cristiana que vivía tranquila en su casa, en su tierra, en su país, en sus paises, acompañan -desgraciadamente- capturas de inocentes, independientemente de si son civiles o militares; y, a estas capturas, va ligada la esclavitud. El moro es opresor por naturaleza, la cultura árabe medieval, que tanto se defiende en la actualidad, solo la disfrutaba la élite, el sistema es férreamente jerárquico y el conquistado significa muy poco en él, solamente una fuerza de trabajo a su servicio y llegado el caso, ni eso, esclavitud por esclavitud. De eso supo bastante Cervantes, por ejemplo.
No debe olvidarse el pasado, nos condenamos a repetirlo, la historia olvidada de los cristianos esclavizados por el mundo islamico debe tenerse presente, para que no se repita.
El musulmán es un huesped, al principio, silencioso, sigiloso, hace amistad con la población, se hace con la situación y echa raices, como la mala hierba, termina con todo lo demás. Una vez que se ha asentado se hace el dueño, prepara el terreno para la conquista y una vez preparado viene la verdadera invasión militar, la guerra armada para someter y apropiarse de todo. Esto fue así en la Edad Media, Moderna y ahora, en la Contemporánea, exactamente igual, solo que en la Edad Media no había tecnología informática punta y ahora sí, eso les facilita mucho el camino. Tampoco había el concepto de atentado terrorista en el que una bomba o un individuo puede hacer saltar por los aires a miles de personas. Ellos son autómatas, tienen el cerebro a las órdenes de una élite que les ha dicho que si se inmolan vivirán en el paraiso desvirgando vírgenes.
Las órdenes monásticas también luchas contra los musulmanes, cada una a su manera, destacando entre ellas San Juan de Mata (1150-1213), quien mientras celebraba su primera misa, -su festividad se celebra hoy el día 17 de diciembre-, recibe la señal que le revela la voluntad de Dios para con él y su ministerio aquí en la Tierra, como sacerdote. En el momento de la consagración entra en éxtasis y su visión fue un ángel vestido con túnica blanca y, sobre su pecho, una cruz roja y azul. El ángel tenía sus brazos cruzados y sus manos se posaban, de forma protectora, sobre las cabezas de dos esclavos con sus manos atadas, uno era blanco y el otro negro.
Por esta iluminación divina decidió Juan de Mata dedicar su sacerdocio a rescatar cristianos esclavizados en manos de los musulmanes, ya fuesen blancos o negros.
Europa ante el islám se enfrentó a un terrible peligro que vive todo el orbe cristiano durante siglos y que ha llegado hasta la actualidad, esto es algo que hizo que la misión de Juan de Mata fuese de urgente necesidad. Europa estuvo en guerra permanente entre los siglos VIII y XIX, con el mundo musulmán en expansión. Ahora de nuevo empieza su guerra santa, ya comenzó en el siglo XX, ahora se recrudecen en pleno XXI. El islam sometió Palestina, el Norte de África, España, Sicilia, el sur de Francia, manteniendo el control sobre todo el Mar Mediterráneo. Ahora tiene presencia en todo el mundo, armados, dispuestos a combatir, dispuestos a hacer su guerra santa que de santa tiene bien poco, es puro terrorismo.
Juegan sucio en la historia, no solo se trata de conquistas, también son piratas. Los piratas islámicos navegan con toda libertad, sin control, abordando barcos, saqueando ciudades costeras y de interior, se enriquecen mediante el latrocinio y la otra versión de su presencia es la captura de rehenes, todos los que fueran posibles para esclavizarlos y comerciar con ellos o utilizarlos. Las capturas eran masivas, millones de personas y esto fue así hasta que Europa coloniza el Norte de África en el siglo XIX. Con anterioridad las cruzadas, la Reconquista española, los Reyes Catñolicos y la misma Inquisición supusieron un freno férreo.
A la misión del sacerdicio de Juan de Mata de rescate de cautivos se une San Félix de Valois (1127-1212) y ambos fundan la Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos. Inocencio II aprueba su Regla el día 17 de Diciembre del año 1198. El hábito de los trinitarios será como el vestido del ángel protagonista de la visión de San Juan de Mata, hábito blanco con cruz blanca y roja sobre el pecho.
Los trinitarios organizaron exitosamente numerosísimos procesos de rescate que garantizaron la libertad a innumerables esclavos cristianos, evitándoles de esta forma la apostasía potencial y/o la muerte. Estos frailes viajaron por todos los territorios cristianos solicitando limosna para tener cantidades dinerarias que ofrecer para el rescate de esclavos. Llevaban lo recaudado a los puertos musulmanes y negociaban la liberación de los cautivos. El tráfico de personas, como sabemos también existe actualmente, hay un negocio de la muerte en alta mar que capta incautos a los que convencen con la promesa de un mundo mejor y van llenando España, puente hacia Europa, de islamistas listos para combatir en cuanto reciban una orden.
Los trinitarios viajaban en burros, no en caballos, quizás por la humildad
a la que se habían sometido, otra posible razón era la rentabilidad de la
acción pues en las tierras islámicas, donde los trinitarios iban para ayudar a
los esclavos cristianos, a estos últimos no les estaba permitido montar a
caballo.
La labor de los trinitarios fue eficaz y encomiable, pero hacían falta refuerzos, así que surge otra orden de frailes con el mismo fin, quizás aún más atrevida que la anterior, nos referimos a la Orden de la Merced, creada en España en 1218 por San Pedro Nolasco. Y decimos más atrevida porque a los habituales tres votos de pobreza, castidad y obediencia, los mercedarios sumaron un cuarto voto, el de sustituir a los cautivos cuando la suma de dinero para negociar la liberación no era suficiente para garantizar su libertad. Cambiándose por los esclavos cristianos pretendían evitarles tormento, esclavitud, posible apostasía y garantizarles la gloria, puesto que para el cautiverio islámico hacía falta una fe a prueba de bombas y ello, los mercedarios, la tenían, aunque fueran torturados no iban nunca a abjurar.
Hoy parece ignorarse todo esto, pese a los serios estudios existentes y la documentación en fuentes directas (archivos), este penoso y opresor fenómeno, que tanta sangre costó a España y que duró siglos, la conquista, dominación y la esclavitud cristiano-europea en África. Esto es una historia que voluntariamente se olvida y la historia está para ser recordada y no repetirla en sus aspectos peores. Y este es uno de esos casos.
El paraiso andalusí es un mito, una leyenda inventada. Musulmanes, cristianos y judíos llegaron a vivir en un mismo país pero nunca juntos y menos revueltos. El español no ha sido nunca racista y por supuesto que se dieron uniones interraciales, pero cada uno vivía en barrios separados del resto, culturas distintas, incluso olores distintos según la zona por la que se pase. Quien haya estado en Jerusalén habrá comprobado estos extremos. Durante la dominación musulmana, de la que terminamos de sacudirnos en nada más y nada menos que 8 siglos, o eso parecía, porque ahora tenemos que volver a sacudirnos otra vez, vivían los tres grupos étnicos bajo la bota dominadora de la élite musulmana.
Aplicar la sharía significaba el combate contra los infieles que no
se sometieran de forma pacífica al islamismo y que se esclavizara a los
prisioneros. De esto nos habla la historiografía y los tratados y
crónicas de la Edad Media islámica. Para los moros la religión es fundamental. La yihad se entendía y se entiende como lucha para someter
al mundo, no se trata de un diálogo combativo en tono espiritual que pretende obtener del otro una mejor persona. Eso es otra falacia detrás de la que se oculta esta pérfida lucha.
Esa
base religiosa se evidencia en la respuesta que las autoridades
musulmanas dan a los estadounidenses en el siglo XIX, antes de las Guerras Berberiscas, con las que USA intentó acabar con los
ataques musulmanes del Norte de África a los barcos
estadounidenses y europeos.
En Carta de un comisionado estadounidense a John Jay, primer presidente
del Tribunal Supremo de EEUU, de 28 de marzo de 1786 puede leerse: "Nos hemos tomado la libertad de
investigar las bases de sus pretensiones para hacer la guerra a naciones
que no les han hecho ningún daño, y hemos observado que consideramos a
todo el que no nos haya hecho nada malo, ni tampoco nos haya provocado,
como amigo nuestro. El embajador [de Túnez] nos respondió que están
basadas [sus pretensiones] en las leyes de su profeta, escritas en el
Corán, que todas las naciones que no reconocían su autoridad eran
pecadoras, que era su derecho y su deber hacer la guerra a todos los
infieles allí donde los encontraran y esclavizar a todos los
prisioneros; y que cada musulmán que muriera en batalla iría al paraíso".
Los
cristianos esclavizaron a los musulmanes pero "por derecho de conquista", pero en los Evangelios no hay
órdenes para que se efectúe esta práctica, al contrario de lo que
sucede en los textos religiosos islámicos, que sí ordenan la esclavitud y la muerte a los infieles. Y tampoco es comparable la
forma de esclavización que los musulmanes llevaron a cabo. Los esclavos musulmanes eran utilizados como servicio doméstico, en tareas del campo, etc., nada comparable con la cautividad que sufrían los cristianos en Árgel, por ejemplo.
Las incursiones musulmanas vaciaron las
regiones y ciudades costeras de Europa totalmente, sin embargo no existen datos comparables ni mucho menos de
despoblación en las tierras musulmanas. La
esclavización de los cristianos fue muy amplia e intensa, dos
órdenes monásticas se dedicaron a su rescate.
Los ataques y la esclavitud de los cristianos son el producto de la yihad cuyo objetivo es someter al mundo. El islam acabó en su día con
los enclaves judíos y cristianos en Arabia. La gran ofensiva contra el
cristianismo empezó con la yihad no provocada contra el Imperio
cristiano grecorromano, lo que se determinó en llamar "Imperio bizantino", cuyos
habitantes se denominaban a sí mismos romanos y sus enemigos los denominaban "romanorum", romano en plural, al igual que hacen los textos musulmanes; y los europeos los
denominaban "griegos" para evitar llamarlos "romanos", ya que Europa tenía su
propio "Sacro Imperio romano", que había iniciado Carlomagno.
Esta yihad luchó contra el cristianismo en
- Tierra Santa
- Siria
- Norte de África
- Anatolia (actual Turquía)
- Armenia y
- Grecia
Solamente Grecia y Armenia evitaron la dominación islámica.
La yihad empieza en el 636 con la victoria sobre los cristianos en
Yarmuk y continuó después hasta 1071, con la derrota cristiana en Manzikert, que abre a los turcos
musulmanes la península cristiana de Anatolia y motiva que el emperador bizantino Alejo I Comneno tuviera que pedir
ayuda a Europa. Entonces el Papa Urbano II le ayuda organizando lo que fuera la Primera
Cruzada. Los cruzados recuperaron Tierra Santa, pero solo de 1099 a 1291.
Entre los siglos VII y VIII, de 651 al 751, la mayoría de China no había sido conquistada, pero sí sucumbieron las regiones exteriores del imperio chino, la influencia musulmana se dejó notar a través del tiempo hasta la actualidad, en la zona, hoy día, son musulmanes, kazajos, uzbekos, uigures, entre otros pueblos. Esas regiones con anterioridad a la conquista musulmana eran budistas, hinduistas y cristianas.
En el siglo VII el islamismo también conquista la Persia zoroástrica, acabando con su gobierno. Los ejércitos musulmanes estaban formados en sus bases y grueso beréberes norteafricanos, que son quienes realmente hacen las conquistas, como pasó en la Península Iberica. Estos beréberes habían sido obligados a convertirse, cruzan las Columnas de Hércules, lo que conocemos como Estrecho de Gibraltar contemporáneamente, a aquella zona denominada las Columnas de Hércules los musulmanes denominaron Jebel-al-Tariq y de ahí viene la etimología de Gibraltar, con ese nombre conmemoraban a su comandante Tariq. Del Estrecho, de Gibraltar, ascienden a sangre y fuego conquistando más de las tres cuartas partes de la España cristiana entre los años 711 y 719.
En el
año 846, los árabes islamistas saquearon incluso los tesoros y las reliquias de las
basílicas de San Pedro y San Pablo, el Papa Sergio II se ve obligado a huir más allá de
las murallas aurelianas; su sucesor sería León IV, quien haría construir las
murallas vaticanas. Se consagra la figura del clero militar, del sacerdote que para defender la fe, a los cristianos y a la Iglesia se ve obligado a defenderse con las armas, previa misa para encomendarse a Dios en las batallas en loor de la fe cristiana.
Los reductos cristianos del norte peninsular, gradualmente recuperaban terreno, reconquistaban terreno; y, después de su victoria en las Navas de Tolosa el 16 de julio de 1212, -para la Iglesia este día es cuando se celebra la festividad de la Virgen del Carmen-, recuperan los legítimos pobladores españoles la mayor parte de su territorio, aunque perdura un pequeño reducto, el reino de Granada, que cae en 1492. Durante siglos la Iglesia celebró las Navas de Tolosa como festividad del Triunfo de la Santa Cruz, ya que los cristianos vieron una cruz en el cielo y un estandarte con la cruz que portaba San Isidoro, arzobispo de Sevilla, a caballo, delante de Jiménez de Rada, el arzobispo de Toledo que lucha a caballo junto a las huestes cristianas. Esta visión llevó a los cristianos españoles a la victoria. Las Navas de Tolosa fue una batalla bendecida por el Papa Inocencio III, fue la culminación de una cruzada durísima contra el infiel musulmán.
Ya en el siglo X, el geógrafo musulmán del Ibn Hawqal escribía que una de las mayores exportaciones de la España islámica eran los esclavos, "la mayor parte de los eunucos blancos del mundo procedía de España".
El impacto en tierras islámicas de los esclavos
cristianos fue grande, muchos gobernantes omeyas en la España islámica, fueron hijos
de esclavas y tenían ojos azules, eran rubios o pelirrojos; "El
pelirrojo", llamaron al fundador de la dinastía nazarí de Granada, Al-Hamar,
por su pelo y barba rojos.
En el al-Andalus omeya eran las esclavas sexuales más codiciadas y también por ello
las más caras, mujeres rubias y pelirrojas que procedían de las regiones
cristianas del norte peninsular.
En 1380 los tártaros invadieron la Rusia cristiana, donde exigieron y se apropiaron de oro y esclavos; y, después de la Batalla de Kulikovo contra los tártaros ya islamizados, los rusos fueron recuperando su tierra gradualmente.
En el siglo XIV fue brutal la conquista islámica de tierras indias. Pakistán era hindú y budista, con algunas comunidades cristianas. Según Will Durant en su libro The Story of Civilization: Our Oriental History, "La conquista islámica de la India es, probablemente, la más sangrienta de la historia", con una masiva exportación de esclavos desde la India por las montañas a lo que se le dio el nombre de Hindu Kush, según el viajero musulmán Ibn Battuta (m. 1368/69) "Asesino de hindúes" por el gran número de hindúes muertos a causa del frío y adversidades durante este transporte.
En 1453 la agresión islámica contra lo que quedaba ya del Imperio bizantino culmina con la caída de Constantinopla. Ataturk, dictador turco, artífice del genocidio de los cristianos armenios, le cambia el nombre de Constantinopla, denominada así por el emperador Constantino, por el nuevo nombre de Estambul, con esto pretendía borrar el origen griego y cristiano de la ciudad.
El islamismo en yihad, bajo el liderazgo turco, conquista los Balcanes cristianos y la Europa Oriental cristiana en gran parte, desplazándose seguidamente a Centroeuropa. Los ataques culminan con el sitio de Viena en el año de 1529, allí las tropas españolas y alemanas salvan la ciudad.
Los turcos
- saquearon Otranto (1480)
- esclavizaron a miles de habitantes
- decapitaron a ochocientos que se negaron a convertirse al islam, estos serían llamados los mártires de Otranto
- conquistaron Chipre (1570)
- esclavizan a la población griega de Nicosia y
Famagusta.
Como se mencionaba con anterioridad, Miguel de
Cervantes fue una
de las víctimas de los ataques islamistas en el Mediterráneo, fue capturado y esclavizado durante cinco
años en Argelia, de donde fue rescatado por los trinitarios. Más adelante se haría terciario franciscano, pero a pesar de todo, pidió en sus últimas voluntades ser enterrado en el convento de los
trinitarios descalzos de Madrid. Cervantes había luchado en la Batalla de
Lepanto en 1571, a lo largo de la
costa griega. En Lepanto, una flota cristiana de barcos
españoles, genoveses, pontificios, venecianos y otros territorios
italianos, organizada por el Papa San Pío V, el mismo que expidiera la Bula De Salute Gregis, la flota fue comandada por Don Juan de
Austria, hijo extramatrimonial del rey y hermanastro de Felipe II, quien derrotó a la más grande flota turca y controló en el Mediterráneo el avance islámico. Aquella flota musulmana contaba con 15.000
esclavos cristianos en galeras, remeros en estas naves musulmanas, que fueron liberados.
Cervantes, aunque se encontraba enfermo, solicitó permiso para poder estar en la zona más
peligrosa de la nave. Este acto de valentía le grangeó tres disparos y, aunque se recuperó, perdió
el uso de mano izquierda, que no el brazo, pero "a mayor gloria de la derecha", para el autor de El Quijote.
El 7 de Octubre del mismo año se empezó a la Iglesia a celebrar la Virgen del Rosario, en conmemoración de que San Pío V había pedido a todos los combatientes cristianos por la fe que rezaran el rosario previamente a la batalla. El 7 de Octubre es para la Iglesia el día de Nuestra Señora del Rosario. Los turcos llevaban en cabeza de batalla el gran estandarte del almirante turco que había sido decorado con el nombre de Alá cosido en oro 29.800 veces y la imagen de la cimitarra de Mahoma, el estandarte fue capturado y custodiado durante muchos años cerca de la tumba de San Pío V, en Santa María la Mayor. En 1965, Pablo VI, como gesto de buena voluntad, lo devolvió a los turcos.
Viena estaba a punto de caer, en el año de 1683, antes
del día 11 de septiembre, pero la
ciudad y casi toda Europa, en la mañana del 12 de
septiembrese, se salvan gracias a la llegada del rey Jan Sobieski III, -polaco y católico, como San Juan Pablo II-,
con sus húsares aplastando a los turcos.
Cada guerra produce prisioneros, fueron millones y millones, los ataques musulmanes yihadistas llegaron a los barcos y a las costas europeos, hasta
Islandia. Se produce la esclavización en masa de los prisioneros que venían de
Europa Oriental por los mongoles y los tártaros islamizados.
Olivier
Pétré-Grenouilleau, historiador experto en esclavitud del Institut d'Études Politiques de París estima que la
esclavización a manos islámica de los cristianos blancos, con mucho, supera la trata de
esclavos negros transatlántica, extremos que afirma en su Les traites négrières, 2006.
La esclavitud de los africanos negros subsaharianos fue un comercio que, se llevó a cabo, en principio, entre los mismos africanos negros, todos los pueblos habían practicado la esclavitud, pero los europeos fueron los primeros en abolirla. Fueron los mercaderes árabes los principales intermediarios en este vil comercio, organizando y efectuando ataques para la captura de africanos negros.
Los países islámicos no abolieron la esclavitud hasta épocas muy recientes:
· Turquía abolió el comercio de mujeres negras (zanj) y blancas (circasianas) en 1908.
· Kuwait abolió la esclavitud en 1949
· Qatar en 1952
· Niger en 1960
· Arabia Saudit en 1962
· Pero
aún en algunos países continúa la esclavitud, aunque sea de manera no oficial.
A todo ello se anticiparon los colonizadores europeos del Norte de África, pues fueron ellos quienes, en el siglo XIX, acabaron con la esclavitud de los europeos blancos, oficialmente, sino que también lo hicieron con la esclavitud de los africanos subsaharianos por parte de los mismos africanos negros y de los musulmanes. Este es un aspecto ignorado del colonialismo y que subrayan autores como Lugan o Ernst Tigori.
La esclavitud se sigue dando a manos islamistas igualmente en la actualidad.