La presencia judía en Jaén está constatada documentalmente desde el año 612 de la Era cristiana pero se piensa que se remonta a una fecha bastante anterior.
Durante muchos siglos los judíos habitaron estas tierras, hasta que tras las graves persecuciones de 1391, la judería jiennense sufre un fuerte revés y sus calles se convierten en un barrio de judeo-conversos, que pasó a conocerse como “Barrio de Santa Cruz”.
A pesar de las persecuciones y la reclusión en este gueto, continuará existiendo una gran población judeo-conversa que, conservará en secreto sus tradiciones ancestrales aparentando ser cristiana, así como la observancia de las Leyes de Moisés.
En 1483 se crea el Tribunal de la Inquisición de Jaén, fecha en la que también se ordena la expulsión de España de los judíos, a diferencia del resto de la Península, que se produce en 1492.
Hasta bien entrado el siglo XVIII, tienen lugar procesos inquisitoriales a diversos personajes de la sociedad jiennense que aún mantienen en secreto su condición de judíos e, incluso, existía una importante inmigración de judíos sefarditas, procedentes de varias localidades portuguesas que se asientan en Jaén, quizá por ser descendientes de los judíos expulsados de la ciudad en siglos anteriores.
Los doce siglos de presencia judía en la ciudad han dejado vestigios como la Judería o numerosas noticias históricas, leyendas y tradiciones.
En Jaén nació Hasday ibn Shaprut, destacado cortesano de dos califas cordobeses, Abderramán III y Alhajan II, punto de arranque para la conocida “Edad de Oro de los Judíos Españoles” y uno de los pilares fundamentales de la etapa más esplendorosa de una ciudad en la que convivían las tres culturas. Así pues, una de las estrellas más brillantes del firmamento andalusí y un príncipe de los judíos de Sefarad, el “nasí” Hasday ibn Shaprut, que nació en el seno de una familia de judíos jiennenses.
La impronta judía de Jaén, la voluntad de recuperar historia y patrimonio, con el apoyo de amplios colectivos sociales, políticos y culturales, han hecho posible la incorporación de la ciudad como miembro de pleno derecho a la Red de Juderías de España “Caminos de Sefarad” durante el año 2005.
Son lugares reseñables la antigua sinagoga Iglesia de San Andrés, el Palacio de Villardompardo, que conserva los baños árabes y que durante la segunda mitad del siglo XIII fueron utilizados por judíos y cristianos aunque en días y horarios distintos.
El espacio donde según tradición local habitó una de las familias judías más importantes en la España medieval es la Casa de los Ibn Shaprut.
El actual Centro de Promoción y Desarrollo Económico se alza en los restos del Palacio de los Torres de Navarra.
Las Carnicerias, son futura sede de la delegación en Andalucía de Casa Sefarad-Israel, bajo las mismas se encuentran los Baños del Naranjo.
La Menorá de la Plaza de los Huérfanos, Plaza Dr. Blanco Nájera.
El Monumento a los judíos expulsados de la ciudad y los restos arqueológicos de la puerta de acceso de la antigua muralla a la judería, conocida como "Puerta de Baeza".
El Real Monasterio de Santa Clara, que se cree fundado por Fernando III El Santo. Wl convento original fue trasladado desde una zona extramuros al interior de la ciudad y su ubicación actual data, posiblemente, del siglo XV. Con el tiempo fue ocupando espacios de la primitiva judería e incorporó a su espacio los terrenos de la primitiva iglesia de Santa Cruz, antes sinagoga.