Margaret Tobin Brown conocida también como Molly Brown, nace en Hannibal, Misuri, el día 18 de julio de 1867 y muere en Nueva York el día 26 de octubre del año 1932. Fue una activista social y filántropa que superviviente de la tragedia del titanic en 1912.Sus orígenes son muy humildes, al cumplir los 18 años marcha a buscar fortuna a Colorado, allí conoce al que sería su marido, James Brown.
Se convierte en millonaria tras descubrir oro en una mina propiedad de la Ibex Company, el matrimonio entra en la alta sociedad y Margaret, siempre comprometida y militante socialmente, pudo dedicarse a los más desfavorecidos, defendiendo especialmente los derechos de mujeres, niños y mineros de Colorado.
Viaja por el mundo, especialmente por Francia, que la cautiva y precipitadamente se muda a Picardía una vez que estalla la Primera Guerra Mundial. Allí, junto a un grupo de otras mujeres estadounidenses, cura soldados y en reconocimiento a esta acción es condecorada con la Legión de Honor. Iualmente se dedica a lo que fue su pasión, el teatro, interpretando en Nueva York y Parín los papeles de Sarah Bernhardt, su ídolo.
A años después del desastre, a Brown se la conocerá como la «insumergible Molly Brown», pero nunca en vida recibiría este apelativo sino que se trata de invención posterior para crear el mito en una comedia musical donde este personaje histórico es interpretado por Debbie Reynolds.
A los 18 años se traslada a Leadville (Colorado), ciudad minera, corría el año de 1885, llega allí junto a Mary Ann, su hermana materna, recien casada con un herrero; y Daniel, su hermano, que encuentra trabajo como minero. Ella encuentra trabajo en la tienda Daniels & Fisher Co, allí se encarga de las cortinas y las alfombras. Al año siguiente conoce a James Joseph Brown, alias J.J., hijo de inmigrantes irlandeses, que trabajaba en la mina.
Margaret Tobin declaró en alguna ocasión que ella "Quería a un hombre rico, pero amé a Jim Brown. Quería comodidad para mi padre y me había propuesto permanecer soltera hasta encontrar a un hombre que nos pudiera proporcionar todo eso que necesitábamos [...] Jim era tan pobre como nosotros y no teníamos ninguna posibilidad en la vida de ir a mejor. Fui fuerte y luché en esos tiempos. Amé a Jim, pero él era pobre. Finalmente me convencí de que estaría mejor con un hombre pobre que me gustase, y no con un rico que sólo me atrajera por su dinero. Así pues, me casé con Jim Brown".
Se casan el 1 de septiembre de 1886 en la Iglesia de la Anunciación de Leadville y de esta unión nacen dos hijos: Lawrence Palmer Brown, el 30 de agosto de 1887, Hannibal; y Catherine Ellen Brown, el 1 de julio de 1889, Leadville.
Al principio el matrimonio vive en Stumptown, ciudad minera que había sido fundada en el año de 1876 y que albergaba una pequeña comunidad irlandesa. La mina estaba cerca, los mineros y sus familias vivían en esa ciudad, pero en unas condiciones muy precarias, más aun durante las nevadas invernales, que son abundantes en Colorado y que hacían impracticable la ruta entre Stumptown y Leadville.
En el año 1891, James Brown empieza a trabajar en la Ibex Company, compañía de reciente creación y se convierte en el superintendente de los pozos mineros, del pozo 1, el llamado «Little Johnny», se extraía plata.
La casa de Denver que los Brown compran en 1894 y es hoy un museo dedicado a Margaret Brown.
James Brown, para evitar los derrumbamientos frecuentes de las galerías subterráneas, pone en marcha un programa que consiste en entibar las galerías, forrar las galerías de maderas y fardos sosteniendo así las bóvedas. Este método result
Este método resultó ser muy eficaz y se pudo cavar a mayor profundidad, con mayor seguridad y así descubren yacimientos de oro. Los directivos de
la Ibex Company rápidamente se enriquecen y ceden a James Brown el 12,5% del capital social y un asiento en el consejo de administración, como recompensa
Eran tiempos de prosperidad hasta que llega el pánico de 1893, la abrogación de la Sherman Silver Purchase Act hace caer el precio de la plata. Las minas de Leadville cerraron, Little Johnny fue abandonada y la ciudad de Stumptown se deshabitó hasta convertirse en pueblo fantasma en 1914.
En 1893 los enriquecidos Brown con fortuna de unos 5 millones de dólares, hacen su primer viaje. Visitan Chicago y su Exposición Mundial Colombina. A su vuelta en el año 1894 compran una casa en Denver, en pleno corazón del prestigioso barrio Capitol Hill, en la calle Pennsylvania. En la mansión con el matrimonio e hijos viven los padres de ambos y tres hijas de Daniel Tobin, el hermano de Margaret, que nviudó hacía unos años. En 1898, James Brown nombra a la mansión con el nombre de su mujer.
En 1902, el matrimonio Brown emprenden un viaje alrededor del mundo, James Brown quería pasar en Irlanda su su jubilación; también vistan Francia, Rusia, Japón, etc.; y en India, Margaret se interesa especialmente por el sistema de castas.
Después de 23 años de matrimonio Margaret descubre que su marido la engañaba y deciden, de común acuerdo, separarse en 1909. Ella recibe una compensación en metálico y la mansión de Denver; y James Brown se comprometió a pasarle al mes 700 dólares para que pudiera continuar sus actividades y viajes. No estaban oficialmente divorciados, conservó el apellido de su marido y mantiene contacto con él hasta 1922 cuando James Brown muere de una crisis cardiaca en Nueva York, junto a su hija Helen.
Después de separase de James Brown, Margaret se dedica a viajar, así el día 24 de enero del año 1912, embarca en el RMS Olympic, un buque gemelo del Titanic, se dirige a Europa para visitar a su hija, que estaba estudiando en La Sorbona de París. Ambas visitan Egipto y en El Cairo se reunen con John Jacob Astor IV y su joven esposa, Madeleine que estaban de luna de miel, les habló del Titanic, aquel lujoso transatlántico donde ellos habían reservado billetes de vuelta por ser un viaje inaugural.
Durante su estancia en Egipto, Brown visita a un vidente que le advierte y previene para que no embarquen porque corrían peligro, algo que le pareció simpático ya que para volver a América necesariamente tenía que abordar un barco. Pero compra un pequeño talismán de jade que venía a representar una momia y que, se supone debía darle suerte. Vuelve a Francia lo mismo que los Astor y se instala en el flamante hotel parisino de la Plaza Vendôme; y, estando aquí, la sorprende la noticia que le haría cambiar de planes, pues el 9 de abril le comunican que su nieto estaba enfermo, entonces decide volver y para ello adquiere un billete por 27 libras esterlinas y 14 chelines en el primer barco que zarpase con destino a Estados Unidos, este barco era el Titanic.
El 10 de abril, sube al tren transatlántico que sale desde la Estación de Paris Saint-Lazare y que llega horas más tarde a la Estación Transatlántica de Cherburgo. Ella, como muchos pasajeros, antes de subir al Titanic, tuvieron que armarse de paciencia por un incidente a la salida de Southampton que retrasó la partida. Llega a las 18:35 a la rada de Cherburgo, esto es más de una hora de retraso sobre el horario previsto. Margaret Brown embarca en el SS Nomadic, transbordador de 1ª y 2ª clase, que la lleva hasta el Titanic.
Mientras esperaba a que llegase el navío entabla conversación con su amiga Emma Bucknell, una rica viuda que fuera la esposa del fundador de la Universidad Bucknell, Filadelfia y que también esperaba para subir al Titanic. Emma confiesa a Margaret que tenía un mal presentimiento sobre subir a bordo del nuevo y lujoso transatlántico. Brown se limitó a sonreir tranquilizándola. Su equipaje junto con tres cajas de antigüedades que destinaba al museo de arte de Denver, fue colocado en el Traffic, con los pasajeros de 3ª clase.
El Titanic sale a las 20:10 camino de Queenstown.
Margaret disfrutó, durante los cuatro días de la travesía, de la primera clase más lujosa en la época, que proporcionaba a los pasajeros distintas actividades como
- deportes en el gimnasio
- baños turcos eléctricos
- salón de lectura, que principalmente estaba destinado a las damas
- café parisino
- Se codeó con personalidades de la época, se reencontró con los Astor, que eran los más ricos entre los pasajeros del Titanic
- Benjamin Guggenheim, magnate del cobre
- Charles Melville Hays, el magnate de los ferrocarriles estadounidenses
- Cosmo Edmund Duff Gordon, el gran terrateniente y su esposa Lucy, modista de la aristocracia
- entre otros.
- el capitán Smith
- la camarera Violet Jessop.
Cuando el Titanic chocó contra un iceberg a las 23:40, Margaret Brown estaba leyendo en su cama y, absorta en la lectura, apenas sintió el ruido del choque, no le prestó atención, pero empezaron a llegar ruidos de la crujía y acabó por salir del camarote, pero solo vio a hombres en pijama discutiendo, así que volvió a la cama. Pero, en cuanto abre el libro, un hombre llama a la puerta del camarote, era el huésped del camarote E-25, James Robert McGough, que le avisó de que iba a subir al puente para ver lo que ocurría con un amigo y que ella debía vestirse y estar lista para salir.
Entonces salió a la crujía pero no encontró nada extraño así que vuelve al camarote. De camino al camarote pasó delante de un grupo de hombres compuesto por seis camareros y un oficial, que se habían congregado sobre una placa de latón. Ella no lo sabía pero bajo la mencionada placa había un sistema que permitía, manualmente, cerrar unas puertas de la cubierta F, que se encontraba debajo.
Oficial y camareros intentaban abrir la placa para proceder a esa maniobra y, según Brown, ninguno parecía nervioso; y también otros dos supervivientes que igualmente asistieron a esta escena, confirmaron la impresión de Brown.Un poco más tarde McGough vuelve y le dice que busque un chaleco salvavidas.
Margaret se viste deprisa, coge 500 dólares de la caja fuerte y los pone en una carterita que llevaba al cuello; ocultó su talismán de jade al fondo del bolsillo y se pone el chaleco salvavidas. Abandona el camarote y deja allí sus libros, un estupendo guardarropa, 13 pares de zapatos de París y varias joyas, entre las que había un collar valorado en 352.000 dólares.
Al llegar a la cubierta A se encuentra con Emma Bucknell que le dice: «¿No te dije que algo iba a pasar?», hablaba de su premonición comunicada a Margaret en Cherburgo cuatro días atrás y a la que Margaret quitó importancia.
Brown sube rápido a la cubierta de botes, ayudó a otras mujeres, entre ellas a Berthe Mayné, a abandonar el barco antes de embarcar en el bote 6 , eran las 01:10 y este era el sexto bote que se hacía a la mar.
Fue forzada a ocupar la lanchaal ser empujada cuando la embarcación empezaba a descender hacia el mar.
Una vez en el agua, tanto ella como las demás mujeres hande hacer frente a la arrogancia y egoísmo del cabo Robert Hichens, comisario del bote, último timonel del Titanic, a quien Murdoch había puesto al frente de esa embarcación. Margaret Brown se quita el chaleco salvavidas porque decía que, si su bote zozobrase y se hundiese en las gélidas aguas del Atlántico Norte, ella prefería morir ahogada lo más rápido posible.
La mayoría de los ocupantes del bote eran mujeres, unas veinte y solo cinco o seis hombres, de los cuales cuatro eran miembros de la tripulación. Al parecer podrían haber entrado en el bote 40 personas más.
Hichens fue bastante desagradable, en varias ocasiones rechazó volver atrás para recoger del agua a náufragos temiendo que hicieran volcar el bote, pese a las insistentes peticiones de Brown y de Helen Churchill Candee. Estaba convencido de que permanecerían a la deriva durante varios días, sin agua ni comida y se lamentaba, decía: «Estamos condenados». Margaret le reprochó que no hiciera nada mientras tanto las mujeres llevaban ya dos horas remando. Leila Meyer, ode las tra pasajeras, le acusó de apropiarse de mantas y una botella de alcohol, que confiscó para su uso personal.
Más tarde, esa misma noche, el bote 6 se encontraba con el bote número 16 y Hitchens decide que éste los remolcase. Al cabo de algunos minutos, Brown y las demás mujeres, ateridas, piden volver a remar para poder entrar en calor, a lo que Hichens se negó y amenazó a Brown con tirarla al agua si «no se callaba la boca». Sorprendido por este comportamiento, un hombre le dijo: «¿No se da cuenta de que le está hablando a una mujer?». Los ocupantes del bote 16 deciden separarse del bote 6 y las mujeres toman los remos de nuevo.
La discusión entre Hichens y Brown tomó tal envergadura que el senador William Alden Smith pide explicaciones en la comisión de investigación por el naufragio del Titanic.
Margaret Brown escribió: «Había un ser en nuestro bote al que no podría llamar hombre pues nada, excepto su ropa, me permitía calificarlo como tal, debido a su cobardía».
Aunque todos los ocupantes del bote condenaron la actitud de Hitchens, todos ellos podrían haberse opuesto sin dificultad a un hombre solo, pero no lo hicieron.
A las 4:30 vieron una luz en la lejanía. Hichens les dijo que era una estrella y que no valía para nada esperar salvamento.
Frederick Fleet era el vigía que vio el iceberg y hasta el momentopermanecido en silencio, dijo que se trataba del RMS Carpathia, transatlántico de la compañía Cunard Line. Los botes se habían dispersado y el mar se había encrespado, el Carpathia tardó en rescatarlos a todos. Los ocupantes del bote 6 lo abandonan a las 6:00, cuando fueron rescatados.
A bordo del Carpathia, Margaret Brown envió un telegrama a su hija Helen, intentó ser de útil en el barco, ayudó a hacer las listas de supervivientes, actuó como intérprete ya que sabía francés y alemán, realizó una colecta entre los rescatados de 1ª clase y los pasajeros del Carpathia para socorrer a quienes lo perdieron todo en el naufragio llegando a reunir 10.000 dólares.
Una vez en tierra se la recibe como heroína y respondión a un periodista que le interrogó sobre cómo había sobrevivido: «Es la suerte de los Brown: somos insumergibles».
A la vez que su nieto se recuperaba decide quedarse algún en Nueva York para poder seguir ayudando a los náufragos. Por ser mujer Brown se lamentó no haber podido testificar en la comisión de investigación estadounidense, algo que compensa en los días 28, 29 y 30 de mayo de 1912, publicando en Herald Newport su experiencia en el naufragio del Titanic.
Como presidenta del Comité de Supervivientes que había contribuido a crear, el día 29 de mayo de 1912, entrega al capitán Rostron una copa de plata como agradecimiento por su ayuda a los náufragos y medallas a cada miembro de la tripulación del Carpathia. Brown le regaló a Rostron el talismán de jade egipcio que le había doraía suerte.
Margaret Brown entrega un premio al capitán del Carpathia, Arthur Rostron por su activa participación en el rescate del Titanic.
El día siguiente, 30 de Mayo, el New York Times publica un artículo relatando los hechos.
El 26 de mayo de 1931, asiste a la inauguración del monumento homenaje a las víctimas del hundimiento Titanic en Washington D. C., la obra se denominó el Women's Titanic Memorial.
En una entrevista que concedió a continuación, Brown afirmaría no estar de
acuerdo con la normativa que daba prioridad a las mujeres en el mar sobre los hombres con estas palabras: «si las mujeres piden igualdad de derechos en la
tierra, ¿por qué no en el mar?». Afirmó igualmente que, en momentos tales, las familias no debían ser separadas.
La tragedia del Titanic y su lucha entonces le proporcionó reconocimiento nacional, antes del desastre solo se la conicía en el estado de Colorado.
La prensa se hizo eco de las diversas actividades que protagonizaba y se publicaron muchos artículos sobre al respecto donde se ponía de relevancia su entrega a los demás.
- Atendió a las peticiones de las esposas de los huelguistas
- participó en la huelga de mineros en Ludlow
- se involucró en la reivindicación del sufragio femenino
- marcha a Francia en ayuda de los soldados heridos en el frente
- Y posteriormente, ya en tiempos de paz, pudo dedicarse a su gran pasión: el teatro.
Tas la muerte de su marido, James Brown, por motivos de herencia pierde el contacto con sus hijos y la muerte le sobreviene estando sola, mientras dormía en Nueva York, en el hotel Barbizon, el día 26 de octubre de 1932 a causa de un accidente cerebrovascular. La autopsia revelaría a los médicos la presencia de un tumor cerebral de grandes dimensiones. Fue enterrada junto a su marido en el cementerio de The Holly Rood, condado de Nassau, Nueva York.