Función votiva en el 2 de julio al Cristo de San Agustín
El día 2 de julio, en el año de 1649, el Cristo de San Agustín salvó a Sevilla de la pandemia, esta vez de peste. Desde entonces varias epidemias que han asolado al mundo. En 2020 apració como pandemia el Covid 19, pero fue de peste la pandemia del siglo XVII, acelerando el declive que venía padeciendo aquella Sevilla que fuera Puerto y Puerta de Indias.
En este 2 de julio, la ciudad recuerda aquella pandemia del XVII estando representada en la corporación municipal y acudiendo a renovar el voto anual de acción de gracias que efectuara la corporación ese mismo día, pero en 1649 ante el Santo Crucifijo de San Agustín, desde entonces no oficial sino de hecho, siendo así aclamado por el pueblo como protector de Sevilla.
Al Crucificado de San Agustín se encomiendan asiduamente los ciudadanos implorando, al igual que a la Virgen de los Reyes, en los momentos críticos de calamidad en la ciudad.
Sevilla se encomendó el 2 de julio de 1649 al Cristo de San Agustín y la epidemia de peste empezó a remitir, actualmente en cada aniversario, se celebrará una función votiva en la parroquia de San Roque para renovar las gracias al Cristo de San Agustín por salvar a la ciudad de la peste y de todas las calamidades que le sucedieron posteriormente.
La renovación del voto se realiza con la firme promesa de volverlo a repetir el año próximo, un rito que quedó interrumpido entre 1957 y 1990, retomándose hasta nuestros días, en gran parte, gracias a la Hermandad de San Roque. La hermandad de San Roque en 1990 incorpora al Crucificado como titular.
El acto se celebra sin la pompa y solemnidad que antaño lo caracterizara, sin engalanar el templo -como antaño- con reposteros, gallardetes y setos que eran traídos por el mismo Ayuntamiento, que venía escoltado por los maceros.
Pintura que representa una rogativas con el Cristo de San Agustín en procesión
Fotografía de una procesión rogativa de principios de siglo XX
Para la celebración la misa del voto de acción de gracias hoy se cuenta con la banda municipal de música, que acompaña y con una capilla clásica intitulada con el nombre del crucificado.
Este crucificado, protector de la ciudad, lo es sin nombramiento oficial, pero ya aparecería recogido en la documentación de fines del siglo XVI; e igualmente ostenta el título de patrón del Ayuntamiento de Sevilla.
En procesión llegar a la puerta del Palacio Arzobispal y allí es recibido por la Virgen de los Reyes. Al patrón del Ayuntamiento de Sevilla lo recibe la patrona de la Archidiócesis de Sevilla.
Las imágenes protagonizaron lo que se denomina el rito de la humillación, consiste en levantar la parte trasera de las parihuelas en las que se portaban, para hacer un gesto de inclinación y reverencia.
Se tienen datos que publica la hermandad de que en una procesión de rogativas que se celebrara el día 10 de abril de 1571 el cortejo rodea la Catedral hasta la Puerta de San Miguel, terminando aquí la procesión.
Dados los efectos de la pandemia por Covid 19, muchos pensaron que sería acertado que la imagen del Crucificado de San Agustín presidiera una procesión rogativa a la vez que en acción de gracias cuando la calamidad concluya definitvamente.