Fue posiblemente Pero Vázquez de la Frontera, quien animase a Colón y los Pinzón a realizar el viaje; y quizás sea quien mejor simbolice las buenas o estrechas relaciones, que mantuvieron los navegantes del sur peninsular, a veces pacíficas y otras veces no tanto, tanto andaluces como portugueses.
La fama de Pero Vázquez le vino en el Puerto de Palos por su gran experiencia de navegante en la armada portuguesa, que era temida y admirada en la época porque representba pericia y prestigio.
En los Pleitos colombinos dice Fernando Valiente:
"Quel dicho Cristóbal Colón, antes que fuese a negociar con los Reyes Cathólicos sobrel dicho descubrimiento, vino a esta Villa de Palos...e posó en el monesterio de La Rábida, e de allí venía algunas vezes a esta Villa e hablava con un Pero Vasques de la Frontera, que era onbre muy sabio en el arte de la mar e avía ydo una ves a fazer el dicho descubrimiento con el ynfante de Portugal..."Declaración que corrobora Alonso Gallego:
"Conosció (a Colón) y le vio harto pobre y nesçesitado..., y oyó dezir a un Pero Vasques de la Frontera, vezino de la villa de Palos, al tiempo quel dicho Colón vino a querer yr al dicho viaje, quel dicho Colón venía a tomar lengua y aviso del dicho Pero Vasques de la Frontera, como perona que avía sido criado del rey de Portugal y tenía noticia de la tierra de las dichas Yndias".El marino de Palos, al hilo de lo que dicen testigos de los acontecimientos, habría animado a Colón, los Pinzón, y a sus tripulaciones a no desfallecer, siguiendo constantes hasta llegar al "mar de yerbas", que posiblemente fuese los Sargazos. Admitía que la decisión de retornar una vez en la zona fue posiblemente lo que le había impedido a el y a su expedición, en tiempos del Infante D. Enrique, arribar a las míticas costas orientales del "dorado", de legendaria riqueza.
El viaje que se refiere y que ya fue estudiado por Cortesao, sería el de 1452 de Diego de Teive, en el que iba como piloto Pero Vázquez, de Palermo, que por entonces era bastante joven. Seguramente el viaje se hizo al hilo del retorno de un posible navío arrastrado accidentalmente a las costas americanas, y que iba buscando la legendaria isla de las Siete Ciudades.
Desesperados y pensando que no podían seguir avanzando, decidiero volver haciendo un gran arco por el N y buscando los vientos de Occidente, lo cual indicaría que quizás tenían referencias sobre el modo de volver.
Descubren Azores, entonces denominada Isla de Flores, para ascender hasta el cabo Clara (Irlanda). Algunos historiadores piensan que esperaban encontrar al otro lado del Océano Atlántico, no sólo islas, sino también un gran continente que quizás identificaban con las costas asiáticas.
Esta fue en suma, la primera expedición para la exploración concienzuda del Atlántico, aunque no se tuviese éxito, pero motivó cierta frustración y también cierto rechazo de la teorías que afirmaban que se podía llegar a Oriente por Occidente, por el Atlántico.