Grabado que representa a Miguel de Molinos.
Quietismo es el movimiento que inició Miguel de Molinos, sacerdote y teólogo español (1628-1696). Para conseguir una mayor perfección cristiana Molinos creía que el hombre debía abandonarse totalmente a Dios hasta el punto de suprimir todolo que fuese acto explícito de virtud y/o de deseo de santidad.
Afirmaba que al encontrarse el alma unida a Dios no debía resistirse a tentación alguna sino a aceptarlas de forma pasiva ya que en ese estado de unidad con Dios, el hombre no podía pecar.
Sus ideas fueron condenadas por Inocencio XI (1687) y Molinos se retractó de las mismas, pero su doctrina fue recogida por otros tales como el sacerdote Lacombe, o el escritor francés Fenelón y por madame Guyón principalmente. De nuevo el quietismo volvió a ser condenado por el Papa en 1689, siendo el autor de la condena Inocencio XII.
Quietismo es el movimiento que inició Miguel de Molinos, sacerdote y teólogo español (1628-1696). Para conseguir una mayor perfección cristiana Molinos creía que el hombre debía abandonarse totalmente a Dios hasta el punto de suprimir todolo que fuese acto explícito de virtud y/o de deseo de santidad.
Afirmaba que al encontrarse el alma unida a Dios no debía resistirse a tentación alguna sino a aceptarlas de forma pasiva ya que en ese estado de unidad con Dios, el hombre no podía pecar.
Sus ideas fueron condenadas por Inocencio XI (1687) y Molinos se retractó de las mismas, pero su doctrina fue recogida por otros tales como el sacerdote Lacombe, o el escritor francés Fenelón y por madame Guyón principalmente. De nuevo el quietismo volvió a ser condenado por el Papa en 1689, siendo el autor de la condena Inocencio XII.