Entrando en la Calle Doña María Coronel es
lógico preguntarse por quién sería la dama de quien porta la calle el nombre, vamos
a conocer la historia de esta dama de quien Don Pedro I, llamado El Justiciero
y también El Cruel, se enamoró de Doña María Coronel, viuda de Don Juan de la
Cerda; y tanto fue el interés del Rey por ella que esta fue a refugiarse al
Convento de Santa Clara para preservar su virtud y huir de él. Pero el rey no estaba
dispuesto a darse por vencido y de improviso se presentó en el convento.
Doña María comprendió entonces la
situación, sin pensarlo dos veces, corrió rápidamente a la cocina, cogió una
sartén con aceite hirviendo y se vertió el contenido
en la cara para desfigurarse y dejar de
gustar al rey quien, arrepentido, suplicó a la Madre Superiora que la cuidara y
velara por sus deseos.
Al conocer esto Doña María pidió al rey
el solar para construir el actual Convento de Santa Inés. A Doña María no se le
ha abierto nunca proceso de canonización pero quizás tenga suficientes méritos
para ello, su actitud obedeció a la voluntad de vivir castamente tras el
fallecimiento de su marido, recluida en un convento ofreciendo su vida a Dios y
fue capaz de un acto terrible, no contra su vida, sino contra su belleza, con
tal de seguir orientando castamente su vida, incluso desobedeciendo los deseos
reales que en la época no era algo que se pudiera elegir o evitar.
Tras fallecer Doña María Coronel y
bastantes años después, al hilo de unas obras, apreció su ataúd en el coro del
convento. Al abrirlo, los investigadores descubrieron con asombro que el cuerpo
se encontraba en un extraordinario estado de conservación.
A día de hoy, sus restos reposan en una urna
que puede visitarse cada 2 de diciembre en
la Iglesia de Santa Inés.
Si seguimos paseando por la CALLE BUSTOS
TAVERA hemos de saber que vamos a pasar por un lugar con mucha historia y
solera. Aquí vivió durante el siglo XIV un afamado caballero, de nombre Bustos Tavera,
su calle terminó llamándose como el mismo. El Tribunal del Santo Oficio de la
Inquisición tenía sede en el número 24 en 1635, lo que se debió a la
realización de obras en la sede original de esta institución, con sede original
en el castillo de San Jorge, en Triana, espacio igualmente visitable.
Si seguimos paseando por la CALLE SAN
LUIS, lo estaremos haciendo por lo que fue el cardo máximo de la ciudad romana que fue
buena parte de lo que hoy comprende su viario. El cardo máximo es una de las dos
vías principales en cuya intersección se encontraba el Foro en las ciudades
romanas.
Los moros la llamaron Calle Mayor, y
tras la Reconquista se la denominó Calle Real, porque, por su situación era uno
de los principales accesos a la ciudad.
Estamos ya hablando de la Puerta de la
Macarena, este es el acceso principal al que nos referíamos, que es conocida en
Sevilla como el “Arco de la Macarena”. Al menos cinco reyes pasaron por aquí,
que nunca llegó a llamarse “Puerta Real”, sino que fue la puerta de la Calle
Goles cercana de la actual Plaza de Armas, la que lució este nombre durante las
fiestas por la celebración por la visita del emperador Felipe II. Estas son
sólo dos de las 18 puertas que tenía la ciudad de Sevilla, tales como la del Sol,
la del Arenal, la de la Carne, la de Carmona, la del Osario, Puerta Jerez,
Triana, etc.
La Calle San Luis es famosa por sus fantasmas, que gustanfrecuentar underribo en el que parece que nunca van a concluir las obras y en el antiguo hospicio hoy dedicado a otros menesteres bien distintos. Antes de llegar a Iglesia de San Luis de los franceses, porque caminamos en dirección S-N, se encontraba, poco menos que
abandonado, un viejo solar cuyo proyecto se eternizaba sin
saber nadie la razón ni acertar a darle un por qué.
Los vigilantes
solían estar poco tiempo en su puesto de trabajo, porque decían oír voces, que
“la nada” les mandaba y llamaba en la oscuridad de la noche, algunos fueron testigos de ver ante si, una forma invisible que dejaba marcadas sus huellas en el
polvo de aquel solar abandonado. El capataz de las obras llegó a afirmar que “esto sólo puede ser ocasionado por
fantasmas” mientras afirmaba ver como las
herramientas se movían solas, o que unas manos de otra dimensión, parecían
moverlas incluso estando las mismas bajo llave y se colgaban del gancho de
una grúa a muchos metros de alturas. Los vecinos de la zona no eran ajenos a todo ello.
Algún vecino de la calle Mercurio afirmó ver extrañas siluetas como humanas y
luminosas aparecer en aquel solar y acercarse desde allí hasta su casa, este vecino, preso del pánico, acabó suicidándose de formaal parecer inhumana también. Esta es la casa enla que sucedió el suicidio:
Otro vecino de San Luis encerrado y muerto, dentro de un
baúl, se supuso escondido de puro pánico.
Otro vecino del lugar se
ahorcó porque “no soportaba los saltos y los gritos de los niños al salir
del colegio de San Luis”, niños que ya no existían, porque allí ya no había hospicio ninada. El colegio-hospicio llevaba
décadas que ya no desempeñaba ya aquella labor.
Investigadores de las ciencias paranormales estudiaron el tema, allí el programa “Milenio3”, de Iker Jiménez, realizó un espacio
radiofónico especial y grabaron psicofonías y recabaron testimonios
de los vecinos que habían tenido este tipo de experiencias de ultratumba. Cuando las obras comenzaronalabrar cimientos se encontraron los cuerpos contenidos en ánforas de antiguos habitantes de la
zona, al parecer restos de una necrópolis romana, donde se encontró una
tablilla con una leyenda en letín en la que se podía leer “no turbar la paz de éste lugar…”. La imagen muestra el sitio donde se encontraron restos humanos:
El Hospicio hoy convertido en Centro Andaluz de Teatro
En Andalucía, en Sevilla concretamente, se respetan mucho los antiguos cementerios y espacios dedicados a enterramientos como es el caso del Prado de San Sebastián, que sigue siendo prado, explanada, jardines, pero nunca viviendas; el espacio que hay delante del Salvador, el que hay delante del Hospital de las Cinco Llagas, hoy Parlamento, donde en la peste de 1648 se enterraron enfosas comunes cubriéndolos con cal, todos los afectados que caían presa de tan cruenta enfermedad que diezmó a la poblaciónde Sevilla dejándola en sus mínimos. Estos espacios,sea por la razón que sea, porque no siempre se conoce la historia, han sido respetados y en sus lugares no se construyen viviendas sino zonas ajardinadas o se deja la tierra calma, pensando en cuál ha de ser el uso adecuado para tal ocasión.
Siguiendo con nuestro paseo, la IGLESIA DE SAN MARCOS es uno de los
conjuntos arquitectónicos más representativos del estilo mudéjar sevillano.
Sevilla es una de las cunas del estilo mudéjar, estilo arquitectónico que
floreció en España desde el siglo XIII hasta el XVI, y que se caracterizaba por
la conservación de elementos del arte cristiano y el empleo
de la ornamentación de origen msulmán,
es como una mezcla o simbiosis de estilos, es la cristianización del arte
musulmán, realmente la guinda de la Reconquista.
Esta iglesia tiene la peculiaridad de mostrar
en su portada una imagen de Dios Padre. Cuando lo común es ver imágenes
representando a Cristo, la Virgen o los Santos. El “Padre Eterno” se nos
muestra agarrando con su mano izquierda un globo terráqueo, escena coronada por
los cinco arcos apuntados, tan típicos de esa mezcla perfecta del arte gótico y
musulmán que es el mudéjar. Llama la atención los dos grandes postes de granito
que parecen guardar la puerta. El nivel de desgaste que muestran los hace parecer
mucho más antiguos que el resto de la iglesia, lógico, pues son fruto de la reutilización
de materiales constructivos y/o arquitectónicos de otras culturas invasoras
como los romanos o los propios moros.
Si rodeamos la iglesia por la derecha
encontraremos el CONVENTO DE SANTA ISABEL, en el corazón del barrio de San
Julián, anexo al convento de Santa Isabel, podremos encontrar esta silenciosa
plaza con el mismo nombre. En su centro, una enorme pila hace las veces de
fuente donde las palomas acuden a beber, en Sevilla debería haber más fuentes y
fuentes para beber, es decir de uso público, porque cuando aprieta el calor lo
hace de verdad. Hasta 56º se han llegado a ver en los termómetros y esto es
duro, sobre todo para quienes no tienen hábito de estas temperaturas extremas,
los turistas, que tanto cariño tienen por Sevilla.