El palacio de las Dueñas, situado en la
calle del mismo nombre, en la Calle Dueñas. Esta calle se llama así debido a
que en 1248, La Compañía de las Dueñas, que realizaba encargos que tuvieran que
ver con armas y batalla, instalan allí una de sus casas. Al lado está lo que en
su día fue El Colegio de Niñas Nobles del Espíritu Santo, pero en el que ha
habido alguna intrusión en expedientes porque alguna niña de ascendencia judía
también estudió allí, los enchufes siempre han funcionado, la limpieza de sangre
exigida en alguna ocasión se relajó la norma. Actualmente esas cosas, por
supuesto, ya no se tienen en cuenta, hoy día sigue siendo colegio.
En el Palacio de las Dueñas, que pertenece
a la Casa de Alba han vivido personalidades aunque no tengan con la nobleza más
que la relación laboral que sus padres tenían con la Casa de Alba. Tal es el
caso de Antonio y Manuel Machado, hermanos, hijos de los mismos padres, uno de
derechas y otro de izquierdas, el de izquierdas, Antonio, es de quien se cantan
por doquier sus alabanzas pero también estuvo el genio de Manuel, también
escritor, con quien la pseudohistoria no se ha portado tan bien. ¡Ahí¡… cuándo
dejara España deser tan maniquea.
El palacio data de los siglos XV y XVI,
es uno de los hitos de la arquitectura palaciega de la ciudad. En su interior
guarda un valioso contenido rico en ornamentos y calidad artística que los Alba
se han encargado de reunir, conservar y mantener. Aquí nació Machado, una placa
en el muro de la entrada recuerda que Antonio Machado, nació y vivió su
infancia aquí; también aquí tuvo lugar, en 1947, la celebración del primer
matrimonio de Cayetana Fitz-James Stuart, titular actual de la casa de Alba; así
como su tercer matrimonio.
Era a esta casa a la que Machado se refería
cuando dijo aquello de:
“Mi infancia son
recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto
claro donde madura el limonero;
mi juventud,
veinte años en tierras de Castilla;
mi historia,
algunos casos que recordar no quiero.”
La fundación del edificio se debe a la
familia Pineda, quienes tuvieron que venderlo para pagar un rescate por Don
Juan de Pineda, que había sido hecho prisionero por los dichosos moros. Su
nombre se debe al cercano monasterio de Santa María de las Dueñas.
Han pasado por el palacio Jackie Kennedy
Onassis, los príncipes Rainiero III de Mónaco y su esposa Grace Kelly y otras
celebridades.