Ir al contenido principal

Anjesenamón casa tres veces y misteriosamente desaparece

 



Imágenes: Museo Egipcio de El Cairo / Wikimedia Commons; gip composición propia autora del artículo

 
Anjesenamón fue faraona, casada con Tutankamón, desaparece misteriosamente. Fue ministra de los dioses antiguos, perteneció a la Dinastía XVIII y fue una revolucionaria que fue durante años figura política y religiosa.

Habría dido la hija de dos ‘dioses’ y, tras la autoproclamación de Akenatón como la representación de Ra en la Tierra, el dios sol, su reinado se enfoca a la reforma del sistema religioso del Antiguo Egipto. Junto con Nefertiti, Akenatón quiso consolidar en allos el poder religioso y político. Anjesenamón fue la tercera de sus hijas que crece en un entorno convulso puesto que, prohibiendo su padre la tradicional religión de Egipto y suprimiento las prácticas religiosas ancestrales (más de 3.000 años), se había ganado enemistades profundas en el al instaurar el culto único a Amón-Ra, el dios Sol. Desde este momento las demás deidades del panteón sagrado egípcio quedan prohibidas a la subida al poder de Akenatón y su culto pasa a considerarse herético.

En el reinado de Akenatón era la tierra la principal fuente de riqueza en Egipto. Los sacerdotes de Amón-Ra (Akenatón una vez que impone la nueva religión) contaban con amplias extensiones agrícolas y sostienen el radical cambio político en su poder comercial, eran los sacerdotes quienes realmente tenían los medios de producción que mantenían la abundancia del Imperio Egípcio.

En este estado de la cuestión lo que hace Akenatón es erradicar el tradicional politeísmo milenario e implantar el culto absoluto a Atón, dios Sol, él mismo. Cambia el centro político de Tebas a Amarna y es aquí donde crece Anjesenamón y es educada con el fin de ser la novia-niña del mismo Akenatón, su propio padre.

El incesto era una forma concentrar el poder en las familias reales, una práctica frecuente en el Antiguo Egipto. Pero en algún momento, con anterioridad, ella en su juventud había tenido un amante siendo princesa egípcia y este no era otro sino Tutankamón, su hermanastro. Ambos amantes, Anjesenamón y Tutankamón, como pertenecientes a la familia real habrían vivido en el mismo palacio, posiblemente crecieron juntos, como hermanos, compañeros de juego y/o estudios, como herederos políticos, es lo que afirma, para la edición de 2004 National Geographic, el arqueólogo Zahi Hawass:

«[…] ambos niños debieron de haber crecido juntos y puede que jugaran juntos en los jardines de palacio. Los niños de la realeza habrían recibido lecciones de profesores y escribas, que les habrían enseñado sobre la sabiduría y el conocimiento de la nueva religión de Atón».

El significado del nombre Anjesenamón viene a traducirse como "la que vive por Amón". Ella fue la primera mujer que nació en Amarna, figura en múltiples murales, en estelas y en papiros de la época.
Se le consideraba figura sagrada, al igual que a los demás miembros de su familia y la historiografía la considera una de las más reconocidas faraonas de la Dinastía XVIII, coincidiendo con la época en la que gobernó su padre. 

A la muerte de Akenatón, Anjesenamón casa inmediatamente con su hermanastro Tutankamón, a quien acompañó hasta sus últimos días.

Tutankamón, "el faraón niño", por ser el faraón más joven en asumir el poder, con 12 años, edad con la que se casó con su hermanastra Anjesenamón y gobiernan juntos durante 7 años, hasta que Tutankamón murió en una cacería.

Los egipcios consideraron que Akenatón había deshornado la armonía, el principio sagrado de ma’at; y el equilibrio del universo había quedado interrumpido por la soberbia de un único hombre: Akenatón, que violó el orden natural y sagrado de las cosas. Así, cuando Tutankamón sube al trono, acaba con cualquier resquicio de las atrocidades que había cometido su padre contra las demás deidades y restablece el politeísmo en el Imperio egipcio, devuelve la capitlaidad a Tebas y los aliados políticos de su padre ahora se quedan sin poder. Pero con todo, a Tutankamón se le miró con desconfianza, a pesar de que había atendido a las necesidades espirituales de su pueblo, tenía demasiada juventud y también por su ascendencia.

Anjesenamón no pierdióe su rol sagrado, se convierte en ministra y corona faraón a su nuevo esposo, con la gracia de los dioses ofendidos y elcon su perdón. A partir de entonces en las representaciones aparecen como pareja real con una gran camaradería, algo inusual entre los faraones egipcios.

Al morir Tutankamón, ella desaparece prácticamente de los registros egipcios. Los papiros recuperados  de la tumba del faraón indican que inmediatamente después de la muerte del faraón casó con el penúltimo rey de la Dinastía XVIII, pero no se sabe nada sobre la vida posterior al fallecimiento de Tutankamón, ni tampoco de la fecha de su muerte, pero momificada fue enterrada junto a su hermanastro-esposo pero, en la tumba de Tutankamón, Howard Carter recupera los sarcófagos de varias mujeres que lo habrían acompañado en su vida. Se tiene asumido que uno de estos era el de Anjesenamón; y, además, se encontraron las momias de dos niñas, los especialistas entendieron que por la disposición en la que se encontraron, eran las hijas de este matrimonio de faraones.

Anjesenamón habría asumido el poder por su cuenta algún tiempo, haciendo gala de su fuerza política y religiosa, cultivada durante años. Parte de la historiografía afirma que habría sido asesinada, el motivo sería la traición que contra el panteón sagrado había cometido Akenatón. Otra versión afirma que desapareció del mapa político para librarse de las tensiones del país. Todos estos postulados convidven como teorías válidas mientras no se encuentren evidencias contundentes de otra cosa, el caso es que se desconoce cual fue el final de la vida de Anjesenamón.

Entradas populares de este blog

Historia breve de la reina cadáver en el trono de Portugal

El trono de Portugal fue ocupado en el siglo XIV por una reina que fue coronada póstumamente. Inés de Castro fue una gallega noble y poderosa que llegó a Portugal como dama de compañía de su prima Constanza que fuese la futura esposa de Pedro I, heredero del trono de Portugal. Pero Pedro e Inés se enamoraron al verse y se hicieron amantes al poco tiempo. En el año de 1344, el padre de Pedro, el rey Alfonso IV, atento a estos amores, mandó a Inés a Badajoz para alejar a los amantes, pero lejos de separarlos la distancia incrementó la fuerza de este amor. En 1345 Constanza muere tras dar a luz y, entonces, Pedro manda llamar a Inés contra la voluntad de su padre. Los enamorados se instalan en Coimbra para vivir juntos y de esta unión, clandestina, nacen cuatro hijos. Para poder casarse solicitan dispensa papal porque el Derecho Canónico prohíbe las uniones entre primos carnales, necesitan pues un breve papal que dispense esta consanguinidad. Su petición es

Literatura fenicia

    Misterio, leyenda y realidad envuelven la literatura del pueblo fenicio, pero todo lo que queda son una serie de inscripciones, algunas pocas de las cuales tienen carácter netamente literario, constituyendo alguna narración histórica, poemas, etc., monedas, fragmentos de la Historia de Sanjuniatón y del Tratado de Magón, o la traducción al griego del viaje de Hannón el Navegante y el texto del Poenulus de Plauto. Tuvieron bibliotecas y una rica producción literaria heredera del pasado cananeo, de la que son una parte ínfima las obras redactadas por Filón de Biblos o Menandro de Éfeso.

Decretos de Chamartín

Los Decretos de Chamartín  fueron firmados por Napoleón Bonaparte en 1808 el 4 de Diciembre tras la rendición de Madrid y suponían la abolición del  Antiguo Régimen en España, con inclusión del feudalismo y de la Inquisición española. Su nombre viene de la localidad en la que fueron sancionados por Napoleón, que hoy es un distrito de Madrid, Chamartín de la Rosa. Los decretos sólo tendrían vigencia en la España "afrancesada" de José I Bonaparte y del ejército francés, no se aplicandose en la España "patriota" , donde las Cortes de Cádiz tenían el poder en nombre de Fernando VII, que estaba cautivo en Francia, y que era el único rey al que reconocían. Los derechos de la Corona española, en virtud de las abdicaciones de Bayona, pasaron a Napoleón Bonaparte, que los cedió a su hermano José I Bonaparte, popularmente conocido como Pepe Botella, aunque al parecer era astemio. El cambio dinástico no fue aceptado por gran parte de los españoles    la re