Nace en Valladolid en el año de 1204, su padre era Alfonso VIII y su madre Leonor de Plantagenet; fue nieto de Enrique II de Inglaterra y de Leonor de Aquitania.
Enrique I de Castilla se sienta en el trono tras la muerte de su padre y también de sus hermanos varones mayores que él, con tan sólo diez años.
Se encarga de la regencia su hermana mayor, Berenguela, lo que dio ocasión a la formación de dos bandos, por una parte el bando de los linajes partidarios de doña Berenguela y en el otro bando la Casa de Lara, aspirando a ejercer su influencia sobre el joven rey.
Todo se resuelve trágicamente en 1217, el rey jugando en Palencia con sus amigos recibe una pedrada en la cabeza y muere por causa de la misma. Se conserva el cráneo marcado por la trepanación realizada
por los médicos para intentar salvarle. Sus compañeros de juego fueron
degollados.