El panorama histórico que se describe señala los primeros desarrollos de fuerzas de poder en la región de Aragón. Hacia el año 800, Aragón, Sobrarbe y Ribagorza estuvieron bajo dominio carolingio. Destaca Aznar Galindo, un propietario indígena, quien lideró un núcleo identificado como Aragón desde 828. Aznar Galindo II y su hijo Galindo Aznar o Galindo Aznárez II restauraron la estirpe hacia 864, gobernando el condado hasta la segunda mitad del siglo IX. Aragón abarcaba los valles de Ansó, Hecho, Canfranc, Acumuer y Tena. Sobrarbe y Ribagorza, aunque menos conocidos, mantuvieron cierta independencia. Ribagorza se unió al condado de Pallars en el siglo IX. En 905, Sancho Garcés I, de la dinastía Jimena de Pamplona, ascendió al trono en Pamplona, influenciando a Aragón. Andregoto, hija del conde aragonés Galindo Aznar II, se casó con García Sánchez I y su hijo Sancho Garcés II Abarca (970-994) unió ambos territorios bajo Pamplona, aunque Aragón conservó su estatus de condado. Tr