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Aislamiento geográfico de Egipto



Egipto es una tierra aislada geográficamente, con fronteras muy definidas. Grandes desiertos se extienden de Este a Oeste. Al Norte se encuentra el mar Mediterráneo. Al Sur había una impresionante barrera de roca ígnea. No obstante, dentro de estos límites definidos el país estaba dividido: el Alto Egipto, que se extendía desde Asuán hasta un punto situado justo al sur de El Cairo actual, y el delta o Bajo Egipto, que se extendía desde el punto en que el Nilo se abría en un triángulo de tierra fértil, a unos doscientos kilómetros del Mediterráneo.
 
A través del Alto y el Bajo Egipto discurría la arteria vital el Nilo. En el sur, la primera zona de roca ígnea impide remontarlo navegando. [Algunos guías y libros la llaman erróneamente "la primera catarata", porque las barreras de roca ígnea actúan como obstáculos frente a la corriente de las aguas del Nilo, produciéndose un paisaje un poco parecido al de las cataratas].
Las barreras desérticas proporcionan seguridad y actúan como protección natural frente a la entrada de otros pueblos. De hecho, todas las invasiones de pueblos extranjeros se adentraron desde la península del Sinaí, la zona de unión con Asia Occidental y única frontera desprotegida. Este aislamiento geográfico con barreras impenetrables dio como fruto a los egipcios un territorio seguro para meditar e inventar, creando una civilización original y grandiosa, por estar aislada de los influjos culturales exteriores.

Texto compartido por Samir Hiweg, guía turístico de habla hispana-Egipto. 
 
 
 
 

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