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Las cargas del Regimiento Alcántara


 
Fuente: tribuna libre"Las cargas del Regimiento Alcántara"- Manuel Raboso en diariodecadiz.es
 
Como español y estudioso de la historia de mi país, me ha alegrado conocer la noticia de la concesión por Real Decreto de 1 de junio de 2012, de la Cruz Laureada de San Fernando Colectiva, al Regimiento de Cazadores Alcántara, 14 de Caballería. Según el BOE, num.132, de 2 de junio de 2012 "por los hechos protagonizados en las jornadas del 22 de julio al 9 de agosto de 1921, en los sucesos conocidos como Desastre de Annual, donde dicha unidad combatió heroicamente protegiendo el repliegue de las tropas españolas, desde la posición de Annual a Monte Arruit, hasta el punto de que las bajas sufridas fueron de 28 jefes y oficiales de un total de 32 y de 523 de clases de tropa de un total de 685 en filas". Este texto refleja de una manera clara y concisa lo que en Annual (norte de África) sucedió a las tropas españolas.

 
 
En la Guerra de África, (donde el desastre de Annual fue un episodio más aunque no el menos doloroso), miles de españoles dejaron sus vidas en las áridas tierras del Rif y, muchos de ellos, después de sufrir terribles torturas. Aunque los actos crueles se extendieron en ambos bandos. Una guerra donde se mezclaban intereses económicos y deseos expansionistas surgidos tras la pérdida de nuestros últimos territorios de ultramar, dando lugar a lo que se ha denominado la Crisis del 98.

 
 
El 23 de julio de 1921 la posición de Annual no era segura, pues se dirigían hacia ella tres columnas de rifeños compuestas por miles de hombres cada una; por ello, se decidió evacuar a las tropas españolas que se encontraban en aquel enclave y trasladarlas a unos fuertes donde había mucha tropa española y abundante agua. Pero, una vez que las tropas iniciaron la retirada, empezaron a recibir disparos de los norteafricanos, convirtiéndose la ordenada retirada en un "sálvese quien pueda".

 
 
Es en ese momento cuando adquiere protagonismo el regimiento Alcántara, planteándose como objetivo dar cobertura a la retaguardia y a los flancos de un ejército en desbandada, salvando, así, la vida de no pocos soldados españoles. Dirigía el regimiento el teniente coronel Fernando Primo de Rivera y Orbaneja (hermano de Miguel Primo de Rivera que dirigirá los destinos de España poco tiempo después), muriendo a raíz de la amputación de un brazo sin anestesia, debido a la metralla recibida, en Monte Arruit, días después del suceso que estoy comentando. Se le otorgó la Cruz Laureada de San Fernando Individual en el año 1923.

 
 
Este ilustre militar, se dirigió a sus hombres para arengarlos con estas palabras: "La situación como pueden ver es crítica. Ha llegado el momento de sacrificarse por la patria, cumpliendo la sagrada misión del arma. Que cada cual ocupe su puesto y cumpla con su deber".

 
 
Las cargas que realizaron los soldados del Alcántara contra los rifeños fueron ocho. Inmediatamente antes del enfrentamiento, su jefe, les vuelve a dirigir la palabra: "Si no lo hacemos vuestras madres, vuestras esposas, vuestras novias dirán que somos unos cobardes. Vamos a demostrarles que no lo somos". La última de dichas cargas, debido a que habían muerto casi todos los caballos, se hizo a pie. Estas cargas se realizaron en un ambiente de asfixiante calor, con escasez de agua para saciar la sed, con enfermedades…Incluso llegaron a inmolarse los veterinarios, herreros y los jovencísimos miembros de la banda de música del regimiento que no contaban más de quince años. Después de realizarse las cargas, fallecieron en torno al 90% de los efectivos del regimiento. Cayeron, todos ellos, pronunciando el nombre de España. En fin, quien esté interesado en esa acción bélica pueden surtirse de información a través de Internet.

 
 
Merecida, pues, la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando, en su modalidad colectiva, al Regimiento de Cazadores de Alcántara, 14 de caballería. La Laureada, creada, por las Cortes de Cádiz en 1811, con la finalidad de que "solo el distinguido mérito sea convenientemente premiado y que nunca pueda el favor ocupar el lugar de la justicia." Más aún, el actual reglamento de la Laureada, en su artículo primero, declara como su finalidad el "honrar el reconocido valor heroico y el muy distinguido, como virtudes que, con abnegación, inducen a acometer acciones excepcionales o extraordinarias, individuales o colectivas, siempre en servicio y beneficio de España".

 
 
Sirvan estas líneas para hacer público reconocimiento del heroísmo de unos españoles que sacrificaron sus vidas cumpliendo con su deber; pero también a todos aquellos que intervinieron en la Guerra de África (1909-1925), como es el caso de mi abuelo paterno, Mariano Raboso Cuesta, médico de la armada española. Mi antepasado guardaba el diploma y la medalla de la paz de la Guerra de Marruecos que le concedió don Miguel Primo de Rivera en el año 1927.

 
 
La Laureada colectiva ha llegado tarde, pero ha llegado, habiéndola recibido el Regimiento de caballería número 10, heredero del legendario Alcántara número 14, que en aquel ya lejano verano de 1921(¡han pasado ya 91 años!) se sacrificó en el trayecto de Drius a Batel para defender la retirada de muchos compatriotas en lo que se ha denominado Desastre de Annual.
 

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