Al igual que otros templos, al construirse la Alta presa de Asuán,
los templos de Ramsés II y su esposa Nefertari también iban a quedar
sepultados por las aguas del lago Nasser. En 1959, Egipto
hizo un llamamiento a la UNESCO para la salvaguarda de los templos
de Abu Simbel.
En 1963 se iniciaron los trabajos para el traslado, cuyo coste
alcanzó los 41 millones de dólares americanos. Egipto se hizo cargo de
la mitad del presupuesto. Se presentaron tres proyectos. De
todos se escogió el último, el que proponía desmontar los templos
pieza a pieza y volverlos a montar en su nuevo emplazamiento, unos 64 m
colina arriba. Los trabajos se llevaron a cabo en seis
etapas:
1.- Se separaron los templos recortando las colinas que los
cubrían; 30 m por encima del gran templo y 40 m por el pequeño. Todo
ello conllevó el traslado de 300000 toneladas de roca sin usar
ningún tipo de explosivos, pues hubiera peligrado la imagen de los
templos.
2.- El siguiente paso, y debido a que las aguas ya habían empezado a subir, fue construir una ataguía de 360 m de longitud y 25 m de alta, que retuviera las aguas del lago Nasser durante el tiempo que duraran las obras.
3.- Posteriormente se cortaron los templos en 1036 bloques;
algunos pesaron más de 30 Toneladas. Debido al peligro que corría la
piedra al poder desmenuzarse en los cortes (6 mm), hubo que
fortalecer la roca con inyecciones de resina sintética.
4.- La cuarta etapa consistió en numerar y trasladar los bloques a
un museo al aire libre, donde se almacenaron hasta que terminaron los
trabajos de fragmentación. Los bloques del templo de
Ramsés II sumaron 11 500 Toneladas y los de la reina Nefertari,
3500 Toneladas.
5.- A continuación comenzó la reconstrucción de los templos. Para
ello se aseguraron los bloques sobre una estructura de hormigón,
manteniendo la orientación original de los templos.
6.- La última etapa consistió en diseñar un entorno lo más
parecido al original. Para llevar a cabo el proyecto, fue necesario
construir dos inmensas cúpulas de hormigón armado (60 000
Toneladas), y una vez terminadas, cubrirlas de tierra para que
parecieran dos colinas de tierra, completamente, naturales.
Las obras empezaron a finales de 1963, pero no terminaron hasta 1972.
En esta monumental obra intervinieron casi 1000 personas, la
mayoría nubios. A estos se añadieron 50 ingenieros internacionales junto
a otros 40 egipcios; cuarenta y ocho países colaboraron.
La construcción del templo comenzó en 1284 antes de Cristo
aproximadamente y duró alrededor de 20 años, hasta 1264. Conocido como
el "Templo de Ramsés, amado de Amón", fue uno de seis templos
erigidos en Nubia durante el largo reinado del rey. Su propósito
era impresionar a los vecinos del sur de Egipto, y también para reforzar
el estatus de la religión egipcia en la región.
El complejo consta de dos templos. El más grande está dedicado a
Ra Horajti, Petah y Amón, los tres neterú nacionales de Egipto en esa
época, y presenta cuatro estatuas inmensas de Ramsés II en
la fachada. El templo más pequeño está dedicado a Hat Hur,
personificada por Nefertari, la esposa nubia de Ramsés.
La fachada es de 33 metros de altura y 38 metros de ancho,
custodiada por cuatro estatuas, cada una de ellas de 20 metros de
altura. Fueron esculpidos directamente de la roca en la que el
templo se encontraba antes de que fuera trasladado. Todas las
estatuas representan a Ramsés II, sentado en un trono y portando la
doble corona del Alto y el Bajo Egipto. La segunda estatua de
izquierda a derecha colapsó en un terremoto, dejando intacta sólo
la parte inferior.
Varias figuras menores cifras se sitúan a los pies de las cuatro estatuas. Estas representan los miembros de la familia del faraón. Entre ellas figuran su madre Tuya, Nefertari, y algunos de los hijos e hijas de Ramsés II.
Varias figuras menores cifras se sitúan a los pies de las cuatro estatuas. Estas representan los miembros de la familia del faraón. Entre ellas figuran su madre Tuya, Nefertari, y algunos de los hijos e hijas de Ramsés II.
Sobre la entrada hay una estatua finamente tallada de Ra Horajti.
Ramsés aparece a un lado con el estandarte de cabeza de chaca, una
referencia al que abre camino en el desierto y al otro en
actitud de ofrenda de una figura de Maat. Este conjunto de
imágenes forma los jeroglíficos del nombre de coronación de Ramsés II:
Ueser-Maat-Ra.
La fachada está rematada por una fila de 22 babuinos, sus brazos
levantados en el aire, anunciando su jubilo por la salida del sol. Otra
característica notable de la fachada es una estela que
registra el matrimonio de Ramsés II con una hija del rey Hattusili
III, suceso que selló la paz entre egipcios y los hititas.
La parte central del templo sigue el mismo diseño de la mayoría de
los templos del antiguo Egipto, con una disminución en el tamaño de las
habitaciones desde la entrada hasta el santuario.
La primera sala del templo contiene ocho estatuas de Ramsés II
deificado en la forma de Osiris, que actúan como pilares. Las paredes
muestran escenas de las victorias egipcias en Libia, Siria y
Nubia, incluyendo imágenes de la batalla de kadesh. La segunda
sala muestra a Ramsés y a Nefertari con las barcas sagradas de Amón y Ra
Horajti.
La cámara final (santuario) contiene cuatro estatuas que
representan a tres neterú y a Ramsés sentado en igualdad honorífica
entre Ra Horajti y Amón, con Petah a la derecha de Amón. El templo
fue construido de tal manera que, en dos días del año, la luz
solar penetra al amanecer en el pasillo central e ilumina todas las
figuras, salvo la de Petah.
Estas fechas (20 de febrero y 20 de octubre) conmemoran,
supuestamente, el cumpleaños del rey y el día de coronación,
respectivamente. Debido al desplazamiento del templo durante la década
de los
sesenta del siglo pasado, se cree que este acontecimiento se produce
ahora un día después de cuando ocurría originalmente.
El Templo Menor de Abu Simbel se encuentra al norte del Gran Templo.
Fue tallado en la roca y dedicado a Hat Hur, símbolo del amor y la
belleza, y también a la Gran Esposa Real, Nefertari. La
fachada está adornada por seis estatuas erguidas, cuatro de Ramsés
II y dos de Nefertari.
Excepcionalmente, las seis son de la misma
altura, lo cual indica la representación simbólica de Hat Hur
que era la esposa de Horus, fuente de la legitimidad divina para
gobernar. La entrada conduce a una sala que contiene seis pilares que
llevan la cabeza de Hat Hur.
El muro oriental lleva imágenes e inscripciones representando a Ramsés II golpeando al enemigo ante imágenes de Ra Horajti y Amón-Ra. Otras escenas muestran a Ramsés II y a Nefertari ofreciendo sacrificios a los neterú.
El mayor rango social lo ostentaba el rey, quien estaba dotado de
los poderes que garantizaban la prosperidad del territorio. La vida del
rey (faraón) estaba regida por un ceremonial fastuoso.
Era la encarnación suprema de Horus, quien personificaba el orden
del cosmos frente al caos. El mantenimiento del ciclo vital, entendido
como una sucesión temporal repetida hasta el infinito,
quedaba garantizado por la legitimidad del rey. Con cada nuevo
reinado empezaba el «año uno», un nuevo periodo que restauraba tres
acontecimientos fundamentales: el restablecimiento del orden, el
triunfo de Horus sobre el enemigo y la unificación de los dos
Egiptos, representada en la protección del Bajo Egipto.
La imagen del faraón golpeando a sus enemigos con una maza se puede
encontrar en bajorrelieves a lo largo de toda la historia del Antiguo
Egipto, incluyendo a faraones de los que se desconoce su
intervención en batallas, fue una imagen simbólica propagandística
del poder real y del establecimiento de Maat; el orden, la justicia y el
equilibrio.
Texto compartido por Samir Hiweg