Ir al contenido principal

Naturaleza de la obra de arte


 
4309519602_455fc162eb.jpg
 
 
La obra de arte es resultado de una serie de factores. Estos factores influyen en el creador y en la obra en sí, componentes individuales, intelectuales, sociales y técnicos.
 
La obra de arte es reflejo de la personalidad creadora, podemos apreciar las características psicológicas del artista en su obra. Pero el autor  actúa con la referencia de su propio yo junto a la influencia del mundo exterior, de una realidad, visible que procesa e interpreta.
 
El arte es reflejo de la sociedad de cada momento en que surge; y sobre la personalidad del artista se superponen pensamientos y sentimientos experimentados en la época en la que e está trabajando, influenciando del mismo modo los acontecimientos históricos.
 
Por tanto el arte no solamente es la expresión de la personalidad de un artista, sino que en ella quedan patentes múltiples aspectos de la época y de la sociedad, aunque todo ello, en la creación estará bajo el genio individual del artista.
 
La destreza manual, las características del material, las posibilidades, los conocimientos técnicos, el trabajo, los materiales, influyen inevitablemente en la producción artística.
 
La historia del arte es y no es acumulativa, puesto que un estilo no supone un progreso sobre el anterior, ni el arte de un siglo implica una superioridad sobre el arte de los siglos precedentes; pero sí en el sentido técnico, medios de trabajo que se van descubriendo y perfeccionando sucesiva y progresivamente.
 
 
Palabras clave: Obra de arte, artistas, creación, destreza, Historia del Arte.

Entradas populares de este blog

Historia breve de la reina cadáver en el trono de Portugal

El trono de Portugal fue ocupado en el siglo XIV por una reina que fue coronada póstumamente. Inés de Castro fue una gallega noble y poderosa que llegó a Portugal como dama de compañía de su prima Constanza que fuese la futura esposa de Pedro I, heredero del trono de Portugal. Pero Pedro e Inés se enamoraron al verse y se hicieron amantes al poco tiempo. En el año de 1344, el padre de Pedro, el rey Alfonso IV, atento a estos amores, mandó a Inés a Badajoz para alejar a los amantes, pero lejos de separarlos la distancia incrementó la fuerza de este amor. En 1345 Constanza muere tras dar a luz y, entonces, Pedro manda llamar a Inés contra la voluntad de su padre. Los enamorados se instalan en Coimbra para vivir juntos y de esta unión, clandestina, nacen cuatro hijos. Para poder casarse solicitan dispensa papal porque el Derecho Canónico prohíbe las uniones entre primos carnales, necesitan pues un breve papal que dispense esta consanguinidad. Su petición es

Literatura fenicia

    Misterio, leyenda y realidad envuelven la literatura del pueblo fenicio, pero todo lo que queda son una serie de inscripciones, algunas pocas de las cuales tienen carácter netamente literario, constituyendo alguna narración histórica, poemas, etc., monedas, fragmentos de la Historia de Sanjuniatón y del Tratado de Magón, o la traducción al griego del viaje de Hannón el Navegante y el texto del Poenulus de Plauto. Tuvieron bibliotecas y una rica producción literaria heredera del pasado cananeo, de la que son una parte ínfima las obras redactadas por Filón de Biblos o Menandro de Éfeso.

Decretos de Chamartín

Los Decretos de Chamartín  fueron firmados por Napoleón Bonaparte en 1808 el 4 de Diciembre tras la rendición de Madrid y suponían la abolición del  Antiguo Régimen en España, con inclusión del feudalismo y de la Inquisición española. Su nombre viene de la localidad en la que fueron sancionados por Napoleón, que hoy es un distrito de Madrid, Chamartín de la Rosa. Los decretos sólo tendrían vigencia en la España "afrancesada" de José I Bonaparte y del ejército francés, no se aplicandose en la España "patriota" , donde las Cortes de Cádiz tenían el poder en nombre de Fernando VII, que estaba cautivo en Francia, y que era el único rey al que reconocían. Los derechos de la Corona española, en virtud de las abdicaciones de Bayona, pasaron a Napoleón Bonaparte, que los cedió a su hermano José I Bonaparte, popularmente conocido como Pepe Botella, aunque al parecer era astemio. El cambio dinástico no fue aceptado por gran parte de los españoles    la re