Después de revueltas y manifestaciones, al cabo el entonces príncipe Juan Carlos de Borbón y Borbón, al final del gobierno personalista del general Franco, abanderó la Marcha Verde por la libertad del Sáhara español. Algo que se acogía con gran alborozo pero que a la postre devendría en otro problema, frente a Marrueco que quiere las tierras y con España, a la que los saharawis ven como la madre patria de la que no debieron separarse, pero eso lo piensan ahora. De haber seguido unidos a España, serían una provincia más y estarían participando de todas las ventajas que se supone tiene un ciudadano español. Algunos manifiestan para acceder a la ciudadanía haber sido hijos de españoles, saharawis perro españoles, en tiempos del general Franco, algunos incluso combatieron con el ejército nacional.
El 26 de febrero de 1976 España abandonaba el Sahara español, hoy Sahara occidental.
Aquella a marcha verde había estado protagonizada por mujeres y niños, impulsada por Marruecos y apoyada por los useños. Tras una agresión en toda regla a la que la España, con Franco agonizando, no quiso aplastar, aunque fuerza sí tenía para ello, los nuevos aires políticos ya se estaban perfilando, nacían todos los complejos de hoy.
El Sahara, zona desértica entre Marruecos, Mauritania, Argelia y el océano Atlántico, donde apenas hay algo más que arena, dunas y cielos azules, no hay economía, no hay futuro sin España, por tanto no se entiende el empeño por independizarse de los saharawis, a no ser que la manipulación viniese del vecino Marrueco del que temen a día de hoy.
La densidad poblacional saharawi es bajísima, pocos habitantes y de ellos muchos son los que consiguen establecerse en España, otros saltan a Canarias y de ahí a Europa. El total de habitantes en Sahara hoy día viene a situarse en el medio millón y esto para una superficie que vendría a ser la mitad de nuestra Península Ibérica. En aquel momento no llegaba ni a los 70.000, estamos en el año 1975.
Sáhara apenas contaba y, aun hoy sigue así, pues cuenta con dos ciudades de cierta importancia, estas son El Aaiún y Villa Cisneros.
España ocupó la región tras el Congreso de Berlín, convocado por Bismarck entre 1884 y 1885, en el que se establecieron las reglas para el reparto de África entre las distintas potencias europeas.
El objetivo fue evitar que África se convirtiera en una fuente de conflictos y que a cada una de las potencias le tocara en el reparto lo que mereciera conforme a su poderío o prestigio y también en base a lo que hubiese ocupado hasta el momento.
A España se le reconoce la posesión de una zona selvática, en la que estaba establecida, en la región ecuatorial, algunos enclaves en Marruecos y el territorio desértico y pedregoso que constituía El Sáhara, que nada poseía ni producía, hasta que en 1949 se descubrieron las minas de fosfatos más ricas del mundo. Entonces pasó de no importarle a nadie a ser un punto interesante.
Sáhara se había convertido en el XIX en una provincia española. La efectiva ocupación del territorio se completó en los años veinte del siglo XX siendo un proceso lento.
Hasta 1900 no se llega a un acuerdo con Francia sobre su delimitación en la franja norte.
No es hasta 1958 cuando se completa la creación del Sahara como una zona más o menos homogénea con la unión de los territorios de
- Río de Oro y
- Saguía el Hamra.
Es en este momento cuando el Sahara español se convierte en una provincia de España a todos los efectos.
Hasta los años setenta del XX el Sahara fue territorio más o menos tranquilo, pero en una de esas zonas de la región norteña, en disputa con Francia (España-Francia), en Tarfaya, Mohamed Sidi Brahim Basir, un beduino saharaui conocido como Basiri, comenzó a lanzar la idea de que el Sahara debía y tenía que ser independiente de España y, al mismo tiempo, evitaba las pretensiones anexionistas de Marruecos.
En 1970 Basiri fue detenido y se ignora lo que fue de él a partir de ese momento. La policía española aseguró haberlo puesto en la frontera y entregado a Marruecos, hay quien acusa a los españoles de haberlo fusilado.
Basiri y su labor fueron el catalizador para el surgimiento del Frente Polisario.
España ya estaba considerando la concesión de la autonomía al Sáhara, se adelantó así a las pretensiones de Marruecos y de Mauritania sobre el mismo.
Se creó un partido español para sostener los intereses nacionales saharawis y se concedió a la Yemma, que era la asamblea de notables locales, ciertas atribuciones de autogobierno.
El Gobierno español entendía que aquello era insuficiente y, en pleno proceso de descolonización, que ya había producido unos siete años antes la independencia de Guinea Ecuatorial, España se dirije a la ONU para la puesta en marcha del proceso de independencia. Se trataba de esta forma, de conseguir las mejores garantías para que el Sahara no fortaleciese a Marruecos. El fortalecimiento marroquí lo hubiera convertido en un estado poderoso amenazante de la España africana, es decir: Ceuta, Melilla, los peñones e incluso Canarias.
La ONU, en su resolución 3458 B, de 10 de diciembre de 1975, se manifiesta de acuerdo con la propuesta española para celebrar referéndum de autodeterminación.
La decisión no pudo ponerse en marcha, entre otras cosas porque Marruecos, apoyado por Estados Unidos, no estaba dispuesto a permitirlo y, también, porque con una falta de visión increíble, el Frente Polisario, sostenido por Argelia que quería ser la potencia hegemónica, comenzó una serie de acciones terroristas destinadas, teóricamente, a “liberar” el país y dotarse, de esta forma, de legitimidad política. Estas acciones provocarían en parte la caída del Sahara en manos de Marruecos, lo que suponía una dominación mucho peor que la española desde todos los puntos de vista para los saharawis.
España, con Franco agonizante, se sentía y era vista como una potencia en un momento crítico, se advertía cierta debilidad, lejana a la potencia segura que fuera con Franco en plenas condiciones.
Hassan fue listo, menos mal que las relaciones con la Casa Real española han sido siempre excelentes. Con el apoyo de Washington, Hassan prepara un golpe de efecto: La Marcha Verde.
Aquella fue una maquiavélica expresión del sentido político del sultán y del propósito de evitar un enfrentamiento militar.
Con la Marcha Verde miles de civiles marroquís cruzarían la frontera del territorio y se adentrarían hacia el sur.
España era en ese momento un país congelado, inmerso en un periodo de transición que le debilitó tanto en lo interior como en lo exterior. España estaba obsesionada con hacerse perdonar a tiempo completo y se convirtió en la víctima ideal para el ventajista sultán marroquí.
España estaba comprometida con el proceso independentista, era su obligación llevarlo a cabo, el entonces príncipe Juan Carlos de Borbón entre el 6 y el 9 de noviembre de 1975, Franco no muere hasta el día 20, aseguraba en El Aaiún que el ejército conservaría intacto su honor, paralelamente pactaba con Rabat cómo debían desarrollarse los acontecimientos; y, para ello, se retiraron las tropas españolas de la frontera con la finalidad de evitar incidentes.
El embajador estadounidense, Wells Stabler, informado por el propio Juan Carlos de Borbón sobre la Marcha Verde expresaba:
"Madrid y Rabat han acordado que los manifestantes sólo entrarán unas pocas millas en el Sáhara español y que permanecerán un corto periodo de tiempo en la frontera, donde ya no hay tropas españolas".
Para escenificarlo adecuadamente, a unos 50 marroquíes se les permitiría entrar en El Aaiún.
La monarquía borbónica era ahora la apuesta de Washington pues entonces el príncipe Juan Carlos era la baza principal de Washington en España, pues significaba la garantía de que el patriotismo de Carrero Blanco era solo una pesadilla de un pasado ya superado.
A fines de 1975 hacía tiempo que los estadounidenses estaban perfectamente informados por el príncipe Juan Carlos de los movimientos de España en el Sahara y sabían lo que se podía esperar.
Llegamos al otoño de 1975y Juan Carlos de Borbón no se muestra dispuesto a protagonizar el papel que había desempeñado cuando para sustituir a Franco fue llamado y estuvo al frente durante su anterior convalecencia en el verano de 1974 mes y medio. Pensando que Franco no iba a salir de su enfermedad, asumió gustoso unos poderes que después, el 9 de septiembre de ese año, huvo de devolver.
Al parecer el príncipe Juan Carlos habría presionado al embajador norteamericano Stabler para que este convenciera a Arias Navarro para que obtuviera de Franco la cesión del poder en su totalidad con la garantía de que el Caudillo no recuperaría la jefatura del Estado, cualquiera que fuese la evolución de la enfermedad.
El príncipe Juan Carlos tenía excelentes relaciones con EEUU, algunos decían que, a todos los efectos, se había convertido en un hombre de Washington, pero los estadounidenses se negaron a efectuar esa gestión, que consideraban fuera de lugar.
En el Hospital de La Paz, Franco agonizaba e informado en las anteriores semanas de que la cuestión saharawi podía llevar a España a la guerra con Hassan, se mostró decidido a aceptar el reto del monarca alauí. España había dado su palabra, sin embargo los políticos maniobraban a sus espaldas y el Generalísimo ya no estaba en condiciones de imponerse.
El Caudillo sabía el papel que jugaban los norteamericanos y también sabía que no podía contar con ellos; es más, sabía que Washington apoyaba a Marruecos, aunque no estaba en el el papel secreto que jugaba Juan Carlos.
Un año antes, Noviembre de 1974, se había reunido en Torrejón con Arias Navarro, presidente de gobierno y con Pedro Cortina, titular de Exteriores. Kissinger les había intimidado para que entregasen el Sahara, les había dicho: "Qué más les da a ustedes. Hassan lo desea tanto…" . Aquella frase tenía un significado profundo. El verdadero propósito de Washington era expulsar a España de África, tal y como el mismo Kissinger expresó al presidente argelino, Boumedian: "no nos interesa que España esté en África".
Los marroquíes sabían que la estrategia estadounidense los prefería frente a España.
En el juego de intereses de la región
- Marruecos era un aliado seguro opuesto a los argelinos
- los argelinos eran aliados de la Unión Soviética
- Argel, a su vez, sostenía al Frente Polisario frente a Marruecos
- España quedaba aislada en inferioridad de condiciones.
Hassan en octubre de 1975 recurre al arbitraje internacional persiguiendo que le fueran reconocidos sus derechos sobre el Sahara, pero no lo había conseguido.
La Corte Internacional de Justicia de la Haya determinó que nunca habían existido “vínculos jurídicos de soberanía territorial entre el Sahara Occidental y el Estado marroquí”.
Las reclamaciones de Rabat sobre el Sahara no tenían respaldo legal, lo que suponía que España podía argumentar con toda la razón en ese sentido y negarse a aceptar las pretensiones marroquíes.
Pero a mediado noviembre de 1975, con Franco muy enfermo, el aún príncipe de España Juan Carlos de Borbón, acordó por su cuenta con Hassan la celebración y la firma de los Acuerdos de Madrid, por este pacto
- el Sahara pasaba a estar dirigido a través de una administración conjunta hispano-marroquí-mauritana.
- Sin embargo la ONU ni lo reconoció en su momento ni tampoco lo reconoció nunca.
Los acuerdos beneficiaban a Marruecos porque incorporaban un anexo secreto por el que
- se cedía a los marroquíes los derechos de explotación del 65% de los fosfatos
- a cambio de una concesión de licencias de pesca para 800 barcos durante veinte años
Los norteamericanos que en realidad nada tenían que ver en el asunto, ni se molestaron en presionar a los marroquíes para que se mostrasen algo más razonables, ya que los habían apoyado hasta entonces; y les mostraron nuevamente su respaldo incondicional.
España interesaba a los norteamericanos porque querían la renovación del acuerdo de las bases que el régimen había puesto en peligro dadas sus veleidades soberanistas. Juan Carlos estaba dispuesto a renovar estos acuerdos a los estadounidenses a cambio de su apoyo.
Madrid y Washington firman el Tratado de Amistad y Cooperación, que aprobaba la presencia de las bases norteamericanas en la Península, unos dos meses después del nombramiento como rey de Juan Carlos I en enero de 1976.
Marruecos se obstinaba en que no se celebrase el referéndum de autodeterminación porque sabía perderían abrumadoramente y lo consiguieron.
Marruecos y Mauritania se repartieron el Sahara: dos tercios para Rabat y el tercio sur para Nuakchot.
Mauritania renuncia al poco tiempo sobre su parte y hoy solo ocupa la ciudad deshabitada de la Guaira, que es de origen español, una península en el extremo sur. La realidad es que la práctica totalidad del Sahara pertenece a Marruecos, que lo denomina “provincias meridionales”. Allí Marruecos ha introducido población marroquí, mientras que los saharawis de origen se mantienen en la zona oriental tras la proclamación de la RASD, junto a la frontera argelina.
Unos 160.000 saharawis de origen viven en campos de refugiados en Tinduf, en Argelia y conservan el español junto al árabe como idioma; los saharawis de la zona ocupada por Marruecos son algo más numerosos y tienen el español como segundo idioma.
El Sáhara quiso independizarse de España y España se apartó, el príncipe fue a la Marcha Verde incluso, ahora tienen el producto de aquellos deseos, hay que tener cuidado con lo que se desea porque a veces puede llegar a cumplirse.
La situación parece estabilizada a favor de Marruecos, con pocas perspectivas de que cambie en un futuro próximo. Es más, Marruecos amenaza el dominio militar de España en el Mediterráneo.
España no parece que vaya a tomar iniciativa alguna, aunque técnicamente, legalmente y puesto que la ONU no reconoció los Acuerdos de Madrid de 1975, es la potencia administradora.
Pero, a pesar de las declaraciones de nuestros políticos, España está ndo las relaciones con Marruecos a las necesidades de cientos de miles saharauis que estám como abandonados en mitad del desierto y parece que su suerte no importa demasiado a nadie, más que a España, que facilita tratamientos médicos, vacaciones para los niños, estudios, facilita su inserción y acogida en España, muchos saharawis participantes de estos programas mencionados hoy están casados y viven en España, trabajan en España y han creado familia en España, su idea es trabajar aquí y socorrer a la familia que les queda allí, pero no luchan con la idea de volver al Sáhara.
EEUU de nuevo vuelve la espalda a España pese a sus intereses en España con el reconocimiento en 2019 por parte de EEUU de la soberanía marroquí sobre el Sáhara.
El último dictamen de la ONU, elaborado en 2002 por encargo del Consejo de Seguridad, por Hans Corell, secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Jurídicos, recalca que España sigue siendo la potencia administradora del territorio.
El espacio aéreo del Sáhara está gestionado por España, la gestión está cedida por la empresa pública española AENA a su equivalente marroquí, algo que no se entiende pero así es. España está cedienco a Marrueco cosas que le corresponden. Marruecos se aprovecha del caos político reinante que hace años impera en España.
España tampoco defiende las aguas territoriales, como sería menester, de Canarias frente a las intromisiones de Marruecos. De Marruecos llegan a Sáhara millones de inmigrantes que se apostan en als cosatas del Sáhara para pasar ilegalmente a la Península Ibérica mediante la catapulta que supone Canaria, que está asfixiada verdaderamente...
Necesitamos un gobierno fuerte que garantice el bienestar de todos sus súbditos.
La Historia se olvida según conviene. Nadie parece recordar los repetidos ataques del Frente Polisario a los españoles. Entonces exigían la expulsión de España de aquel territorio. Querían independencia. Hay muchas viudas de militares asesinados por el polisario, los mismos que ahora requieren atención Española.
Algún testigo de los acontecimientos se expresa de esta forma: "... yo estuve alli, lo vivi y sali avergonzado. Fue una agresion del Reino Alauita, que podiamos y debimos arrasar hasta sus cimientos, lo hicimos todo mal el Principe, el Gobierno del Orejillas , la ONU y todo Cristo. Lo hicimos todo como el culo, y asi nos va con los moritos"..."El Sahara Occidental o la Republica Saharaui Democratica es un territorio con 250.000 km2, una inmensa costa atlantica de maravillosas playas, con unas aguas de pesca inmensas y ricas en sardinas y cefalopodos, por las que ahora hay que pagar a los moros marroquinos, con reservas de fosfatos para la agricultura de todo el mundo, con yacimientos petroleros inexplotados, en vecindad proxima con nuestras islas Canarias que el moro ya pide como suyas... una verguenza, tuvimos que sacar legionarios de luengas barbas, llorando como niños por no poder entrar en combate a defender lo que se les habia vendido como tierra española, nosotros nos volvimos a casa con un silo de 16 misiles que podrian haber arrasado Rabat, Casablanca o la mitat de la fuerza aerea mora. me cago en ...para qué me estuve yo preparando y adiestrando durante seis años de mi plena juventud ?".