Piedras de Ica
El stegosaurus medía unos seis metros de longitud, aunque se alimentaba de vegetación, según las piedras también atacaba al hombre, esta podría ser la causa de que esta prehistórica civilización emprendiera la guerra contra el stegosaurus.
La cabeza de este saurio era tan débil que de un golpe se lo podía matar. Ciertamente la diferencia entre hombre y saurio era considerable para que el hombre se enfrentara al animal venciéndole. La caza no sería individual, en las piedras puede verse a dos seres que parecen caminar sobre el lomo del animal prehistórico. Los animales eran de considerables dimensiones, los cazadores subían por la cola, ascendiendo tenían un estrecho corredor entre las dos hileras de placas óseas, por allí subían hasta llegar a la altura de la cintura escapular. Manipulando esta zona los hombres sabían que su cola se insensibilizaba. En las piedras grabadas puede verse como ascendían los cazadores por el lomo del saurio hasta que el animal sentía algo sobre la zona del ganglio pélvico, momento en el que volvía la cabeza y el cazador podía romperle el cráneo de un golpe.
Se han llegado a reunir series de grabados en estas piedras para otras especies de saurios, como
- el triceratops,
- el tyrannosaurio,
- el megaquiróptero (murciélago gigante),
- el stegosaurus y
- el agnato.
De estos animales se dispone de series completas pero de otros solo se tienen series parciales.
Representando al agnado, peces sin mandíbulas, hay más de cien piedras grabadas y en ellas se puede ver la evolución, metamorfosis, de este prehistórico pez que vivió en en el período Devónico nuestros océanos, es la Era Primaria o Paleozoica; y al que se le suponen más de 320 millones de años.
Según los estudios reconocidos de Paleontología, estos peces sin mandíbulas serían los primeros vertebrados conocidos, mejor dicho, reconocidos por la ciencia. Hay restos en el Silúrico y son comunes durante el Devónico. Según los paleontólogos algunos vivieron en el mar y otros eran de agua dulce. La única especie contemporánea de agnato conocida en la actualidad se encontró en Vietnam. Estos agnatos en su mayoría disponían de un casco óseo que iba alrededor de la cabeza y por la parte frontal del tronco y tenía gruesas escamas óseas sobre el resto del cuerpo.
Estos peces al parece eran carnívoros, atacaban al hombre, esto es lo que se desprende del grabado de alguna de las piedras de Ica en la que este pez gigantesco sin mandíbula, aparecía devorando una pierna humana.
Los agnados actuales son muy pequeños, con ellos sucede lo mismo que con los grandes reptiles de la Prehistoria; e incluso podemos decir que con la misma especie humana, de la que se han hallado esqueletos gigantescos, de los que en Prehistoria, en la Facultad, nada se dice, pero ahí están, algunos en los museos. Los descendientes de todas estas especies han visto reducir su tamaño hasta extremos insospechados si comparamos dimensiones contemporáneas con las prehistóricas.
En otras enormes piedras hay también grabaciones y altorrelieves con otros tipos de dinosaurios.