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Fideísmo

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Blaise Pascal creía que los razonamientos directos para la existencia de Dios eran inútiles, así que en lugar de eso argumentó que la práctica religiosa era una buena idea.


Es una escuela filosófica que surge como reacción al racionalismo del siglo XVIII, y tuvo en Bautain, abate francés,  uno de sus promotores principales, junto a Grahy (1872), Bonald (1840) y también el tradicionalista Lamennais (1854). 

Sus ideas consideraban la imposibilidad de que la razón humana pudiese alcanzar la Verdad, por sí misma.  La existencia de Dios, pensaban, no puede ser conocida por medio de la razón natural, sino que sólo es posible ponerse enmanos de la Fe. Esgrimían que todo nuestro conocimiento provenía de los sentidos y de la experiencia, por tanto y en consecuencia, lo que sobrepase a ello, resulta tan incognosible como indemostrable para la razón. 

Los fideístas afirmaban que para alcanzar determinados saberes, toda construcción filosófica, necesariamente debía recurrir a la Fe, de lo contrario nunca se podría alcanzar  certidumbre sobre las materias propias de la Revelación Divina. 

Estas ideas se extendieron mucho y fueron condenadas por los papas Gregorio XVI (1830-1846), Pio IX en la encíclica "Qui Pluribus" (1846); y finalmente fueron denunciados los peligros que acarreaban por el Concilio Vaticano I (1869-1870).

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