El teatro de
Itálica sigue vendiendo entradas a pesar de los siglos. El teatro estaba
cubierto de tierra, confundido como si fuera una colina más, tal había sido el
cambio que el tiempo había impuesto en el paisaje. Pero una vez descubierto, se
agilizaron las excavaciones de tal modo que en muy pocos años pudo abrirse al
público, no como muestra de lo que es, sino como muestra de lo que es y de lo
que puede llegar a ser.
Los grandes clásicos se siguen representando, el teatro
grecolatino está vivo en pleno siglo XXI en Itálica y el pueblo de Santiponce
celebra este hecho. Es una pieza importante dentro del programa Teatros Romanos
de Andalucía, que es un proyecto que diseñó la Consejería de Cultura y que
llena de contenido las veladas veraniegas.
La cita es con
Medea y con un sinfín de obras grecolatinas y grandes clásicos del teatro
español como La Casa de Bernarda Alba, Bodas de Sangre, etc., obras que han
tenido a lo largo de los últimos años gran acogida en el teatro itálico.
Las
caveas que son de época de Augusto tienen un aforo de 758 espectadores, y
tienen además del uso como teatro para la representación de piezas dramáticas,
otro uso también como sede del Festival Internacional de Danza de Itálica, que
es una cita bianual en la que se adaptan los clásicos a la vanguardia artística
como en el caso de Lisístrata, que se representa como comedia musical basándose
en la obra original de Aristófanes, y cuya representación está en manos de la
Tonia Taylor Company.
La música
y los clásicos también se reconvierten en humor y así se convierte también el
teatro en escenario de obras como Humor Platónico, obra de Malaje Solo y que
estuvo dirigida en 2010 por Sindrome Clown, siendo el espectáculo más
solicitado del Teatro.
El espacio
también es compatible con el museístico buscando que el espectador o el público
puedan imbuirse en un mundo absolutamente distinto y ver con los ojos de un
ciudadano del siglo I, y disfrutar in situ de las mismas obras, ropajes,
hábitat, escenario y demás que sus antepasados.