Ir al contenido principal

La Virgen de Los Reyes





La Virgen de los Reyes es patrona de Sevilla y de su archidiócesis, es una talla de estilo francés que según se cree fue una donación del monarca francés Luis IX al español Fernando III de Castilla, San Fernando; fue un regalo entre dos monarcas primos hermanos, que fue un referente en la lucha contra el infiel. Según la leyenda San Fernando habría visto en sueños o en aparición a la Virgen y en esta circunstancia algunos sitúan el origen de la talla.


La imagen tiene, por supuesto capilla propia, dentro de la Catedral de Sevilla y en ella se ubica la urna del monarca, cuerpo incorrupto que sufrió hacia 1993 restauración, las imágenes del proceso de restauración están custodiadas en el archivo capitular.

La imagen fue coronada el cuarto año de la década de 1900 canónicamente y es la primera talla expuesta a culto que tiene esta distinción en lo que se refiere a territorio andaluz.
Fue el Cardenal Segura quien le otorga el patronato, copatronato en realidad de la ciudad de Sevilla, junto con San Fernando, pero más tarde Pío XII extendería un breve pontificio declarándola patrona principal de Sevilla y archidiócesis.


Su autor ha quedado en el anonimato y por sus características solo puede afirmarse que data del siglo XIII y que es de estilo francés y es de las llamadas imágenes para bendecir, pues un mecanismo permitía bendecir a los fieles mientras procesionaba, aunque hoy los brazos están fijos, atendiendo al niño sedente en su regazo representado en majestad. No olvidemos que el elemento franco junto con otros contingentes extranjeros fueron traídos a Sevilla, tras la Reconquista, para su repoblación. Hay que decir que comparte características de estilo con la imagen de la Virgen del Rocío, que sería contemporánea de ella, y que se venera en la ermita del Rocío, aunque la onubense está de pie en su baldaquino.


Sale en procesión el día quince de Agosto, día de la Virgen de los Reyes e igualmente de Santa María de la Asunción o Virgen de la Sede, que es la titular del templo catedralicio.

Entradas populares de este blog

MelKart

Primitivamente, MelKart fue una divinidad fenicia de Tiro, a la que estuvo consagrado en principio el templo de Heracles en lo que fue la antigua ciudad de Cádiz. Su culto se realizaba centrado en el fuego sagrado de las ciudades; y se extendió por todas las colonias de Tiro. Originariamente era un dios de la naturaleza, agrícola, del campo, la vegetación, la fecundidad y la primavera. Su ritual comprendía ritos de muerte y resurrección cíclicos de cadencia anual, que coincidían con las estaciones del año. También era deidad marina, tenía carácter sincrético que también fue considerado “rey de la ciudad”, patrono de la ciudad de Tiro y que se transformó también en dios de la colonización y de la protección de la navegación, considerado por los tirios “el guía de sus viajes marítimos y exploraciones”, de modo que le consagraron el templo fundado al mismo tiempo que la ciudad de Cádiz en el otro extremo de la isla mayor, donde hoy conocemos   el islote de Sancti Pet

Literatura fenicia

    Misterio, leyenda y realidad envuelven la literatura del pueblo fenicio, pero todo lo que queda son una serie de inscripciones, algunas pocas de las cuales tienen carácter netamente literario, constituyendo alguna narración histórica, poemas, etc., monedas, fragmentos de la Historia de Sanjuniatón y del Tratado de Magón, o la traducción al griego del viaje de Hannón el Navegante y el texto del Poenulus de Plauto. Tuvieron bibliotecas y una rica producción literaria heredera del pasado cananeo, de la que son una parte ínfima las obras redactadas por Filón de Biblos o Menandro de Éfeso.

Decretos de Chamartín

Los Decretos de Chamartín  fueron firmados por Napoleón Bonaparte en 1808 el 4 de Diciembre tras la rendición de Madrid y suponían la abolición del  Antiguo Régimen en España, con inclusión del feudalismo y de la Inquisición española. Su nombre viene de la localidad en la que fueron sancionados por Napoleón, que hoy es un distrito de Madrid, Chamartín de la Rosa. Los decretos sólo tendrían vigencia en la España "afrancesada" de José I Bonaparte y del ejército francés, no se aplicandose en la España "patriota" , donde las Cortes de Cádiz tenían el poder en nombre de Fernando VII, que estaba cautivo en Francia, y que era el único rey al que reconocían. Los derechos de la Corona española, en virtud de las abdicaciones de Bayona, pasaron a Napoleón Bonaparte, que los cedió a su hermano José I Bonaparte, popularmente conocido como Pepe Botella, aunque al parecer era astemio. El cambio dinástico no fue aceptado por gran parte de los españoles    la re