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El Método de Descartes

 


En el siglo XVII se abren  horizontes nuevos para el saber humano. La humanidad está en proceso de evolución y ahora estamos llegando a La Enciclopedia. La ciencia no es solo conocimiento teórico sino que también este conocimiento es  útil y se erige con la certeza racional que le da solidez a los propios planteamientos. 

Estamos en el siglo de la física, de las matemáticas, de  la geometría y también de las ciencias que no dependen de lo subjetivo. Ante este panorama nace el método cartesiano, ideado por René Descartes, que propone que en investigación debe llegarse al conocimiento de una dorma matemática y universal, independientemente de cual sea la aplicación o el campo del saber en el que un científico se ubique. 

En la Regla IV de su obra "Regulae ad directionem ingenii" dice así: 

"Así pues, entiendo por método reglas ciertas y fáciles, mediante las cuales el que las observe exactamente no tomará nunca nada falso por verdadero, y, no empleando inútilmente ningún esfuerzo de la mente, sino aumentando siempre gradualmente su ciencia, llegará al conocimiento verdadero de todo aquello de que es capaz.»

 
("Reglas para la dirección del espíritu". Alianza editorial, Madrid 1989, pg. 79 ).


El objetivo es evitar el error y proporcionarnos además un conjunto de reglas o de procedimientos que nos lleven a deducir lo que ya nosotros de alguna forma conocemos, el método debería poder aplicarse a cualquier campo del saber, así es como Descartes lo concibe para incrementar nuestros conocimientos y para descubrir nuevas verdades.

En su  "Discurso del método" Descartes habla de cuáles han de ser las reglas del Método. La primera de ellas es la Evidencia, esto es:

 «No admitir jamás como verdadero cosa alguna sin conocer con evidencia que lo era: es decir, evitar con todo cuidado la precipitación y la prevención, y no comprender en mis juicios nada más que lo que se presentara tan clara y distintamente a mi espíritu que no tuviese ocasión alguna para ponerlo en duda».

Descartes sólo acepta como verdadero lo evidente; y la evidencia se produce sólo en la intuición, viene a ser un acto puramente racional en el que nuestra mente capta de forma inmediata y simple una idea determinada.

Así la intuición se convierte en la captación intelectual inmediata de una idea. Si lo que es evidente es lo que es intuido, ¿Qué es lo que la mente intuye?. Lo que se intuyen son ideas claras y distintas. Definiendo como clara a la idea en la que podemos advertir todos sus elementos sin lugar a duda.

Es distinta en cuanto aparece claramente diferenciada de las demás, de tal forma que no podamos confundirla con  otra idea
ninguna 

La intuición intelectual se caracteriza por su indubitabilidad y por su exclusión total del error. No hay término medio entre lo absolutamente falso y lo absolutamente verdadero. No parece haber término medio. Algo es verdadero o por el contrario es falso. 

Descartes excluye los conocimientos probables. La certeza se erige como propiedad fundamental del saber, exigiendo la desestimación absoluta de la probabilidad. Lo que no es o está claro y es distinto o evidente, naturalmente será confuso y oscuro; y, siendo así, debe ser rechazado como una posible fuente de conocimiento porque llevaría al error.

La evidencia, como criterio de verdad, exige también que el conocimiento se retraiga a sus propios dominios y leyes. No hay posibilidad de experimentar una intuición sensible. Ésto no existe, porque estima Descartes que las ideas que provienen de la sensación son siempre oscuras y confusas. 

Descartes llamó "naturae simplices" o naturalezas simples a las ideas claras y distintas. Estas naturalezas pueden ser conocidas intuitivamente y constituyen los pilares del conocimiento, de las verdades o ideas complejas.

Descartes sólo admite un reducido número de ideas simples como son la extensión, substancia, pensamiento, etc.; la mayoría de nuestras ideas son por naturaleza complejas, razón por la cual hay que encontrar la forma de reducirlas a simples y evidentes.

Según Descartes las naturalezas simples son, además, ideas innatas, ideas que están potencialmente en la mente y surgen cuando tienen ocasión determinadas experiencias.

 Las ideas innatas están en todos los hombres por su condición de racional y no se adquieren a través de la experiencia o del aprendizaje; ni dependen de la cultura o las condiciones históricas. Sino que son verdades evidentes que están en nuestra mente, independientemente del tiempo, lugar, incluso de la persona que las piense. Las ideas innatas garantizan la veracidad de los conocimientos porque son su verdadero y únicosoporte. No necesitan ni tampoco pueden ser demostradas porque están fuera de la cadena de deducciones. 

La segunda regla es el Análisis que consistiría en «Dividir cada una de las dificultades que examinase en tantas partes como fuera posible y como requiriese para resolverlas mejor». De esta forma se comprende que cualquier problema no es más que un conjunto vertebrado de ideas complejas; y analizarlo no es más que descomponer lo complejo llegando a sus elementos simples, que podrán ser intuidos como ideas claras y distintas, evidentes.

La tercera regla es la Síntesis«El tercero, en conducir por orden mis pensamientos, comenzando por los objetos más simples y más fáciles de conocer para ascender poco a poco, como por grados, hasta el conocimiento de los más compuestos, suponiendo incluso un orden entre los que se preceden naturalmente unos a otros". La síntesis es un proceso ordenado de deducción, en el que unas ideas se encadenan a otras necesariamente. Unas ideas llevan a otras. En el proceso deductivo reconstruimos lo complejo desde sus elementos simples y verdaderos; y ampliamos el conocimiento con nuevas verdades.

La cuarta regla sería la Comprobación «Y el último, en realizar en todo unos recuentos tan completos y unas revisiones tan generales que pudiese estar seguro de no omitir nada». Comprobar y revisar que se ha errado en el proceso analítico-sintético. Pretende abarcar de un solo golpe. de forma intuitiva el proceso de forma global. Se parte de la intuición y a ella se vuelve; y una vez que se ha comprobado todo el proceso ya podremos estar seguros de su certeza.

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