El Castillo de Belmonte se firmaría la paz entre el
Marqués de Villena defensor de la causa de Juana y de la otra parte, Los Reyes
Católicos.
Fray Luis de León nacía poco después de la muerte de
Juana llamada La Beltraneja. Belmonte ha sido cuna de personalidades ilustres.
Eugenia de Montijo, emperatriz de Francia por
matrimonio con el emperador Luis Napoleón III era descendiente de la familia
Pacheco, propietaria cuatro siglos después del Castillo de Belmonte.
Siglo XVIII, el Castillo de nuevo se convierte en
prisión, corren los tiempos de La Guerra de Sucesión, también en la Guerra de la Independencia contra los
invasores franceses; y, por estos motivos, el Castillo de Belmonte quedó en muy
mal estado de conservación.
Eugenia de Montijo cuando sabe del lamentable estado
en el que había quedado su casa, decidió contratar a los mejores arquitectos franceses y
proceder a la restauración del Monumento; y esta es la razón por la cual,
podrás en tu visita advertir en la arquitectura cierta influencia francesa en
algunas zonas aunque se procuró respetar la identidad gótico mudéjar de la
fortaleza para que no cambiase nada desde los tiempos de Juana La Beltraneja y
su defensor Juan Pacheco, primer Marqués de Villena.
Eugenia de Montijo al enviudar volverá a España para
pasar en el Castillo largas temporadas y muere con el siglo, abriéndose una
nueva perspectiva para el Castillo de Belmonte en el siglo XX. Su sobrino el
Duque de Peñaranda y Duque de Montijo continúa la restauración del Castillo de
Belmonte, que fue declarado Monumento nacional en 1932.
Con la Guerra Civil fue utilizado como cuartel y
cárcel, quedando por la guerra prácticamente en ruinas. Pero en 1943 de nuevo
resurge con una nueva restauración. Escenario ideal para la cinematografía y en
la actualidad la propiedad del Castillo continúa en manos de la misma familia y
es ella quien se ocupa de su mantenimiento con acuerdos con las Instituciones.
Hoy es BIC, Bien de Interés Cultural, un monumento que alberga numerosos
eventos culturales, con lo que siempre existirá un buen motivo para que te
asomes a sus puertas.