Ir al contenido principal

Fuente Redonda y Haza del Arca




Cercano a Uclés tuvo lugar un hallazgo romano religioso en el siglo XIX. Se trata de un altar, un ara votiva en honor o dedicada al “DEO AIRONI”, dios Airón. Su ubicación original se localizó a un cuarto de legua en dirección Este de la ciudad conquense de Uclés, cercano al nacimiento del Río Bedija, al sitio que llaman Fuente Redonda. 

Hoy el ara está en el Parque Arqueológico de Segóbriga, en Saelices, en el término de Cuenca; y para algunos historiadores la transcripción DEO AIRONI  no sería la correcta sea, entendiendo que el diptongo “ai” no existía en latín, sin embargo si los hispanos así lo pronunciaban en toda Celtiberia, a los romanos no les quedaría otra que aceptarlo. ¿Qué opinas tú?.

El ara formaría parte de una laguna artificial, de forma circular, con sus muros de cantería, la zona es rica en piedra; y con escalones, que significarían enaltecimiento o divinización; allí muy probablemente se habría acostumbrado a celebrar ritos de inmersión.

Este tipo de ritos está muy relacionado con la purificación y con la fecundidad sobre todo de la mujer, significaría unión con la naturaleza y quizás también relacionados con el "tránsito al más allá".

Una explicación mucho más terrenal y práctica sería su utilidad para el aprovisionamiento de agua para abastecer a un poblado romano tan cercano.

El ara es además único testimonio epigráfico del dios Airón, que era el dios de la vida y de la muerte, las abluciones o inmersiones estarían relacionadas con esta cualidad de esta divinidad. Su culto habría estado muy extendido por Celtiberia y aún en España se encuentran numerosos topónimos que de alguna forma se relacionan con el culto a esta divinidad.

Cercana a Fuente Redonda está "Haza del Arca", paraje en el que existió una necrópolis romana. El lugar habría sido utilizado como lugar de enterramiento desde la antigüedad más lejana en el tiempo, ya que en la que en las excavaciones que se realizaron en el siglo XIX los arqueólogos encontraron urnas cinerarias que dataron como de la Edad del Hierro, unas y otras de época romana tardía.

Entradas populares de este blog

Historia breve de la reina cadáver en el trono de Portugal

El trono de Portugal fue ocupado en el siglo XIV por una reina que fue coronada póstumamente. Inés de Castro fue una gallega noble y poderosa que llegó a Portugal como dama de compañía de su prima Constanza que fuese la futura esposa de Pedro I, heredero del trono de Portugal. Pero Pedro e Inés se enamoraron al verse y se hicieron amantes al poco tiempo. En el año de 1344, el padre de Pedro, el rey Alfonso IV, atento a estos amores, mandó a Inés a Badajoz para alejar a los amantes, pero lejos de separarlos la distancia incrementó la fuerza de este amor. En 1345 Constanza muere tras dar a luz y, entonces, Pedro manda llamar a Inés contra la voluntad de su padre. Los enamorados se instalan en Coimbra para vivir juntos y de esta unión, clandestina, nacen cuatro hijos. Para poder casarse solicitan dispensa papal porque el Derecho Canónico prohíbe las uniones entre primos carnales, necesitan pues un breve papal que dispense esta consanguinidad. Su petición es...

Literatura fenicia

    Misterio, leyenda y realidad envuelven la literatura del pueblo fenicio, pero todo lo que queda son una serie de inscripciones, algunas pocas de las cuales tienen carácter netamente literario, constituyendo alguna narración histórica, poemas, etc., monedas, fragmentos de la Historia de Sanjuniatón y del Tratado de Magón, o la traducción al griego del viaje de Hannón el Navegante y el texto del Poenulus de Plauto. Tuvieron bibliotecas y una rica producción literaria heredera del pasado cananeo, de la que son una parte ínfima las obras redactadas por Filón de Biblos o Menandro de Éfeso.

El evangelio de Cerinto (120-150 d.C.)

Cerinto (aproximadamente 100 d.C.) fue un líder hereje gnóstico, que utilizaba un evangelio alterado para impulsar su teología gnóstica. Su evangelio también era utilizado por el maestro herético, Carpócrates, y aunque el texto está perdido, se dice que era idéntico al Evangelio de los Ebionitas. Los padres de la iglesia primitiva identificaron a Cerinto como hereje porque seguía la ley judía, negando que Dios hubiera hecho el mundo físico, y negando la encarnación de Jesús y que éste fuese Dios encarnado. Irineo incluyó un relato de Cerinto en su obra “Contra las herejías” (sobre 170 d.C.). Cualquier texto que Cerinto pudiera haber usado con sus seguidores, fue aparentemente herético a los ojos de los testigos canónicos. La tradición de la iglesia primitiva dice que Juan el evangelista despreciaba tanto a Cerinto como hereje, que se rehusó a ser visto en la misma casa de baño. Esta misma tradición reporta que Juan escribió el evangelio de Juan para registrar...