El Monasterio de Uclés tiene tres lienzos de muralla
que lo protegen, la primera de las cuales se dispuso de forma que protegiera la
antigua huerta que se beneficiaba de las aguas del rio Bedija. El segundo lienzo de muralla y su
función fue eminentemente militar y defensiva desde su construcción,
lamentablemente verás que está muy deteriorado; y el tercer lienzo, el situado
en la zona más elevada conecta una torre albarrana por medio de fuerte muralla
a otro recinto fortificado que está compuesto por dos torres que se dan la mano
mediante un arco.
Del siglo XVI datan la cabecera de la iglesia de Santa
María, sacristía y refectorio. Como curiosidad, no te dejes sin ver la
inscripción que marcó el comienzo de las obras y que podrás encontrar en uno de
los contrafuertes que le sirven de descanso al ábside la iglesia, la
inscripción marca el día 7 de mayo de 1529, seguramente se puso esa fecha en
honor de la Virgen pues el día 7 de Mayo es la Ascención de la Virgen en cuerpo
y alma a los cielos.
La fecha está justo a los pies de la figura del rey
David, como en alegoría a que el rey David fue el origen de la familia de la
que nació Cristo, sobre cuyas enseñanzas se erigió la Iglesia que ha perdurado
a través de los tiempos. Las iglesias, las catedrales, los edificios
religiosos, tienen su simbolismo que habla más que el cura sobre el púlpito.
En el monasterio trabajaron celebridades como
Francisco de Luna y Andrés de Vandelvira, que fue su yerno y que también
podemos ver su obra si nos acercamos por las catedrales de Cuenca y Jaén.
Lamentablemente para construir el monumento en alguna de sus fases se trajeron
de Segóbriga, sus suinas romanas hicieron de cantera y se aprovecharon lápidas
como la que podemos ver en el refectorio al lado de la ventana central, en ella
podemos leer "Iulius Celtiber".