Con respecto al misterio procesional, la idea de la Hermandad fue
conseguir imágenes de gran calidad artística y notable antigüedad que
hubiese en los distintos templos de la ciudad. Se
solicitaron Dolorosas de Astorga del Convento de Capuchinos y de la
Iglesia de San Idelfonso, el grupo escultórico de la Piedad existente en
la Real de Señora Santa Ana, una Dolorosa atribuida a
Astorga de la propia Parroquia de San Bartolomé; también un Cristo
yacente que se encontraba en la iglesia de San Pedro de Carmona, y otro
que estaba en un desván de la parroquia de la Magdalena
en Sevilla, aunque estas gestiones no fructificarn; incluso se
visitó la entonces derruida Capilla de los Servitas, a cuyo Misterio no
se rendía culto y se encontraba bastante deteriorado, pero
era tal la restauración necesaria que se desistió en el interés por
el grupo escultórico.
Era por entonces mayordomo D. José Luis Ruiz Muñoz que entre sus
gestiones da cuenta al Cabildo de Oficiales de la existencia de una
maqueta del Misterio del Traslado al Sepulcro que ha
confeccionado el imaginero Sebastián Santos Rojas, éste no podía
presentarla personalmente por encontrarse enfermo. Era un conjunto de
barro cocido de una excelente composición que no había
llegado a realizarse, ignorándose hasta el momento las razones. De
esta muestra que quedó en el estudio del artista y que fue despiezado
sólo se ha conservado en la Hermandad una pequeña figura
con la firma del autor, era boceto de lo que hubiera sido una
primera imagen de Nuestra Señora de las Penas de Sebastián Santos.
Se convoca concurso nacional para el que se proponen importantes
premios que fuesen suficientes para estimular y conseguir artistas de
mérito, pero el concurso se declaró desierto.
El escultor Luis Ortega Bru, que se había propuesto presentar pero
que no tuvo tiempo para ello sí había realizado un boceto, el cual pasa a
conocimiento del mayordomo D. José Luis Ruiz Muñoz.
Cuando la Junta de Gobierno lo vio inmediatamente acordó encomendar
su ejecución al escultor; y Bru desarrolló la mayor parte de su trabajo
en este empeño entre 1951 y 1952.
Entre 1950-52, en la Semanas Santa figuró representación con cinco
nazarenos vistiendo la túnica negra con cíngulo que portaban Estandarte y
varas en la Estación de Penitencia del Martes Santo de
la Hermandad de San Esteban, la Cofradía de la feligresía de San
Bartolomé.
Dadas las dimensiones de la obra escultórica que procesionaría como
misterio del Traslado al Sepulcro, la Hermandad de Santa Marta entiende
la necesidad de gestionar su traslado a otra iglesia y
dado la estrechez de las calles del entorno de San Bartolomé. Razón
por la cual la autoridad eclesiástica autoriza el cambio de sede a la
Parroquia de San Andrés Apóstol el 13 de noviembre de
1952 y a ella es trasladada procesionalmente la imagen de Santa
Marta el 25 de noviembre situándose provisionalmente en altar al pie de
la nave del Evangelio.
Para poder efectuar salida procesional la Hermandad, ente los años
1952 al 53, lleva a cabo ampliación en la puerta de la parroquia que da a
la Plaza de San Andrés, aquí se coloca una hornacina
con una bella Inmaculada y un nuevo cancel que sería realizado por
la Carpintería Casana. Y como se le había cedido una capilla en la nave
de la epístola, que fue antiguo atrio de una puerta del
templo ya en desuso y toda la parte trasera del templo, la Hermandad
adecenta esta capilla y toda la zona construyendo sus dependencias y
labrando una bella fachada y puerta en lo que hoy es la
Plaza de Fernando de Herrera.