Introducción
La fecha supuesta de la erupción y avalancha piroclástica de Pompeya aparece en relato de Plinio el Joven como el día 24 de agosto del año 79. Pero la fecha dada por Plinio puede deberse a un error de transcripción en la Edad Media. Algunos arqueólogos opinan que realmente habría tenido lugar en otoño o en invierno, basandose en la gran cantidad de frutos de otoño que aparecieron en las ruinas y también por el hallazgo de una moneda que llevaba una mujer en su bolsa con fecha de acuñación más reciente. En cualquier caso no parece ser anterior a septiembre del año 79. Algunas excavaciones indicarían que ya había terminado la vendimia, que se hacía en octubre (aunque generalmente la vendimia es en septiembre). Algunos de los que fueran sus habitantes vestían con túnicas y mantos gruesos, más propios de meses fríos.
Gruesas capas de ceniza cubrieron las ciudades de Herculano y Pompeya, situadas al pie de la montaña, y nombres y ubicación exactos fueron olvidados con el paso del tiempo.
Herculano se redescubre en 1738 de forma casual y Pompeya diez años más tarde, en 1748, también de forma casual. De Herculano solo se ha descubierto el 4% de la ciudad.
El descubrimiento de Pompeya tiene lugar en 1550, estando el arquitecto Fontana excavando un nuevo curso para el río Sarno. Hasta esa fecha Pompeya y Herculano estaban perdidas en el tiempo.Al parecer Fontana habría encontrado algunos de los frescos eróticos pero, escandalizado por lo que vio en una época de moralidad muy estricta, los habría enterrado de nuevo.
Posteriormente arqueólogos habrían plasmaron en sus informes los lugares de trabajo de campo en los que estaban trabajando habiendo desenterrado y vueltos a enterrar los restos de nuevo .
Carlos VII de Nápoles, Carlos III de España, fue patrono y visitante asiduo de los primeros trabajos, entre los años de 1759 y 1788. Las primeras intervenciones "arqueológicas" no fuoran con interés arqueológico sino más bien con afán de buscar piezas valiosas y tesoros ocultos.
Más tarde, fue Roque Joaquín de Alcubierre, ingeniero director de los primeros trabajos arqueológicos en Pompeya y Herculano, quien durante treinta años busqueda de esculturas y de objetos artísticos para las reales colecciones, hoy conservadas en los museos de Madrid, Roma y Nápoles.
Desde entonces las dos villas fueron excavadas cada vez más con criterios científicos, no ya como un tesoro a descubrir y del que lucrarse, se descubrieron numerosos edificios intactos, pinturas murales, el foro, baños, casas, algunas villas que permanecieron en un estupendo estado de conservación. Cercano a la ciudad se descubre también un albergue de 1000 m² 3l "Gran Hotel Murecino".
No solo el volcán y el tiempo causaron estragos, las ruinas de Pompeya padecieron varios bombardeos en 1943 y quedaron destruidas gran parte del Teatro Grande y del Foro, también algunas casas, que fueron restauradas una vez terminada la Segunda Guerra Mundial.
En 2018, un equipo de arqueólogos descubre una inscripción fechada 16 días antes de las kalendas de noviembre (antiguo calendario romano), que traducido al actual calendario sería la fecha del 17 de octubre. La erupción tendría lugar el día 24 de octubre. Este equipo de arqueólogos centra sus investigaciones sobre las estructuras que se estaban restaurando en el momento de la erupción y que se supone fueron daños causados por el terremoto del año 62. Algunas de las antiguas pinturas dañadas fueron cubiertas con frescos nuevos y se utilizan instrumentos modernos para analizar las pinturas ocultas.
Posiblemente, la razón por la que esas estructuras estaban todavía siendo reparadas 17 años después del terremoto habría sido la creciente frecuencia de los pequeños temblores que preceden a la erupción, esto es lo que se desprende de las palabras de Plinio el Joven, que fue testigo único del acontecimiento y cuyas noticias han llegado hasta nosotros: «Durante muchos días antes hubo temblores de tierra».
Pompeya se ha conservado en buenísimo estado de conservación bajo la capa de cenizas, pero hay que saber que durante la erupción las distintas construcciones vivieron un fenómeno muy similar a los efectos de un bombardeo, la mayoría de los tejados se cayeron y muchas edificaciones grandes se convirtieron en ruinas.
En las excavaciones fueron hallados huecos en la ceniza donde habido restos humanos. Los estudios fisiológicos del proceso de la muerte mediante el estudio de los restos petrificados venía a indicar que la mayoría de las víctimas tuvieron una muerte instantánea, por súbitos golpes de calor a temperaturas de 300 - 600 °C.
Fue en el año de 1860 cuando el arqueólogo italiano Giuseppe Fiorelli sugiere rellenar los huecos con yeso. Se obtenían así moldes de los cuerpos que mostraban el último momento de aquellos ciudadanos con gran precisión. No pudieron escapar a la erupción, algunos presentan expresiones de terror, otros se afanan en taparse la boca o la boca de sus seres queridos, con lo que fuera: pañuelos, vestidos..., tratando de respirar los gases tóxicos. Otros se aferran a sus joyas y ahorros. Otros, para no sufrir el tormento que se avecinaba deciden suicidarse, lo sabemos por la presencia junto a sus cuerpos de pequeñas botellas de veneno.
Los perros guardianes permanecen encadenados a las paredes de las casas de sus dueños, lo mismo que los gladiadores del anfiteatro; y, en este último caso, aparecen acompañados de una mujer misteriosa cargada con todas sus joyas de gala.
Ya se han descubierto y contabilizado unos 2000
individuos, yse espera que aparezcan más en las zonas no excavadas aun.
Pompeya es hoy un destino turístico muy popular de Italia.
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