Hermanos
Moravos
o
‘Unitas Fratrum’ (s. XV) constituyen uno de los múltiples desprendimientos del movimiento husita,
originados luego de la muerte de Jan Huss (+1415), cuyo surgimiento se
remonta al año 1457 con el nombre de ‘Unitas
Fratrum’ o Unidad de
los Hermanos.
Su iniciador fue Gregorio (+1473), convencido de que
la Iglesia romana había caído en una tremenda corrupción.
Su espíritu era de tendencias
comunitarias y pacifistas, perseguían la abolición de los rangos jerárquicos y rechazaban el sacramento de la Eucaristía, al que querían reemplazar por una
especie de comida común o ‘memorial’ para la que utilizaban vino y
pan.
Justificaban la salvación por la fe y la
caridad, promovieron la pobreza evangélica ,
principalmente la de sus pastores quienes debían vivir además el celibato, para cuyo cumplimiento crearon una especie de Comité
de Vigilancia.
Adoptaron la confesión pública de los pecados
que consideraban de público conocimiento, modalidad que debía ser
estrictamente cumplida bajo pena de excomunión; e hicieron
necesario el rebautismo de los conversos.
La llamada reforma protestante, durante el
siglo XVI, provocó que los seguidores
de la Hermandad se volcara decididamente a su favor. La derrota de
aquellos por parte del emperador Carlos V durante la batalla de Muhlberg
(1547) dio origen a su dispersión, refugiándose principalmente en
Polonia, Prusia y Hungría, países en los que surgieron pequeñas
comunidades de los Hermanos Moravos.
El ingreso a la comunidad por parte
del conde alemán; Nicolás Luis von Zinzendorf (170-1760), fue
fundamental en la vida de la Hermandad. Habiendo
tomado contacto con el grupo establecido en Herrnhut, no tardó en hacerse
cargo de la misma, ejercer como predicador y después, recibir consagración
episcopal. Se había educado en un ambiente pietista, fomentó la vida de quietud, la
oración en común, el uso de la Biblia como única regla de Fe, la
validez de sólo dos sacramentos: el Bautismo y la Cena del Señor y
constituyó una jerarquía de tipo episcopal, cuyos obispos eran los
encargados de ordenar ministros.
Importante fue la promoción de la
actividad misionera sobre todo en Inglaterra (1737) y sus colonias
americanas, para luego extenderlas al Africa y América del Sur.
En la
actualidad, los Hermanos Moravos se destacan por una fuerte acción ecuménica,
integrando desde sus inicios (1948) el Consejo Ecuménico de las Iglesias.