Es la comunidad hereje surgida en Asia menor, herejía que defendió la íntima unión, unión hipostática, entre Dios y el hombre justo; y la unión que se reiteraba entre el demonio y el hombre pecador.
Fueron muy conocidos entre sus contemporáneos por los excéntricos ritos que practicaban en los que generalmente efectuaban exorcismos.
Fue condenada esta herejía en el Concilio Ecuménico de Efeso (431) llevado a cabo durante el pontificado de San Celestino I (422/432), la herejía Euquita se perdió a finales del s. V.