El Donatismo es una herejía y cisma del obispo nor-africano, Donato. Su origen está en la reacción de algunos obispos del norte de Africa ante las persecuciones imperiales de principios del s. IV (303-305). Los obispos se vieron obligados a entregar todas las Sagradas Escrituras que tuvierenestaban en su poder y por ello fueron por Donato y sus seguidores considerados ‘traidores’.
Se trataba ahora de reformar la Iglesia y hacer hincapié en la necesidad de su pureza, así que Donato elaboró su doctrina sobre dos principios:
1) la Iglesia es una sociedad de hombres perfectos, de santos, y
2) los Sacramentos administrados por sacerdotes indignos eran absolutamente inválidos.
San Agustín se alzó contra la herejía donatista y también Octavio de Milevi, refutando aquellos principios con otros fundamentos:
1) la Iglesia está constituida por hombres buenos y malos, y,
2) los Sacramentos reciben su eficacia de Cristo y no de quienes lo administran.
San Agustín durante el Concilio de Hipona (393) dijo:
‘¿Es acaso Pedro el que bautiza? Es Cristo quien bautiza, ‘¿es acaso Judas quien bautiza? Es Cristo quien bautiza’.....
El
cisma fue se produjo por parte de las comunidades nor-africanas
lideradas por un grupo de obispos de Numidia, opuestos
al nombramiento de Ceciliano como obispo de Cartago, porque consagraó Felix de Aptonga, considerado por aquellos uno
de los ‘traidores’ por su actitud durante las persecuciones.
Una vez depuesto Ceciliano, nombraron al donatista Mayorino y a su muerte (315),
consagraron en la sede episcopal a Donato. Cuando muere Donato en el año 355, quedan como líderes del donatismo, Parmiliano (o
Parmeniano) y el obispo de Cirta, Petiliano.
La herejía estará vigente durante los siglos IV
y V, a pesar de la represión ordenada por el emperador Honorio (393-423).
La herejía donatista decayó hasta casi desaparecer en el s. VII cuando hacen su aparición los musulmanes, lo que trajo aún mas graves consecuencias
para la Iglesia.